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Función

Emmanuel Lubezki llegó para embestir

El cinefotógrafo mexicano es el favorito para conseguir su tercer Oscar de manera consecutiva por 'El renacido'

Redacción / Fotos: AP | 25-02-2016

CIUDAD DE MÉXICO

Más de tres décadas de trayectoria, una treintena de largometrajes, ocho nominaciones al Oscar y dos estatuillas doradas, son apenas el “inicio” de la carrera de Emmanuel 'El Chivo' Lubezki, quien este domingo podría convertirse en el primer cineasta en conseguir la estatuilla dorada en tres años consecutivos.

“Apenas ahora tengo la sensación de que empiezo a entender ciertas cosas y de conocer la manera de cómo emplear algunas herramientas.

Pero hay un montón de cosas que tengo que aprender y que necesito practicar y experimentar”, señaló recientemente el director de fotografía de "The Revenant: El renacido" al portal Deadline, quien ya lo coloca como uno de los históricos del séptimo arte.

Pero 'El Chivo', como le llaman desde su adolescencia, está preocupado por todo menos por “hacer historia” en la entrega número 88 del Oscar, pues sabe que desde hace mucho tiempo la competencia no es precisamente con sus colegas.

Soy un artesano. Creo que en ese sentido los premios Oscar no significan mucho. Es más bien yo tratando de mejorar mi oficio”, agrega en el texto firmado por Matthew Grobar que se puede encontrar en internet.

O quizá no sea falta de interés en las premiaciones, sino un vertiginoso ritmo de trabajo lo que lo mantiene alejado de los escaparates, pues ha pasado los últimos años brincando de proyecto en proyecto, reservando el poco tiempo libre que le queda para su familia y, a veces, para recoger premios como el BAFTA británico o el de la Sociedad Americana de Cinefotógrafos, todo gracias a cintas como "Gravedad", "Birdman" y "El renacido", donde ha desempeñado un papel fundamental.

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“Todo ha sido como el golpe de un tsunami. He estado trabajando con Alejandro (G. Iñárritu) por cuatro años sin parar y ni siquiera hemos tenido tiempo para sentarnos y platicar de todo lo que nos ha pasado.

“Estoy muy feliz de que las audiencias alrededor del mundo tengan la oportunidad de verlas, aunque yo todavía no pueda apreciarlas con objetividad.

Y es que además siempre que las intento ver, apenas puedo apreciarlas porque veo todos los detalles que no quedaron muy bien”, comentó Lubezki por su parte a la revista IndieWire.

Ahora todo es color dorado para el cineasta. Lejos quedaron aquellas cinco nominaciones en las que se regresó a casa con las manos vacías por trabajos no menos espectaculares en "La princesita", "La leyenda del jinete sin cabeza", "Un mundo nuevo", "Niños del hombre" y "El árbol de la vida", donde ya exploraba un estilo naturalista que perfeccionó para la más reciente cinta de El Negro.

"El renacido", que el próximo domingo competirá en 12 categorías en el Dolby Theatre de Los Ángeles, representó el reto más desafiante en la carrera de Lubezki —junto a A New World, de Terrence Mallick—, pero al mismo tiempo, una brillante oportunidad para rodar una cinta épica imponiendo su estilo.

“Siempre quise hacer una película de aventuras y poderla filmar con Alejandro fue un sueño hecho realidad”, comenta nuevamente a Deadline.com. “Estaba preocupado porque no sabía si tendríamos la fuerza suficiente para sobrevivir a un proyecto como éste.

“Lo platiqué con Alejandro y decidimos que era el momento justo para aventarnos, porque a nuestra edad quizá era la única oportunidad de poder hacer algo así.”

Ambos se conocieron gracias a Alfonso Cuarón, y su primer proyecto fue un comercial de futbol para la marca deportiva Nike, que también les mereció premios y elogios en el mundo de la publicidad, un universo al que ninguno de los dos ha renunciado.

Años después Iñárritu convenció a su compatriota de que hicieran El renacido, pero el deshielo en Canadá retrasó el rodaje y fue entonces que, como si se tratara de un mago, el realizador le presentó el guión de Birdman, y comenzaron a trabajar en ese aparente plano secuencial que hace un año se llevó además el Oscar a la Mejor Película.

Pero en "El renacido" no solamente se trataba de una técnica depurada, un estilo “a lo Mallick” y la tan mencionada luz natural.

Porque los realizadores tendrían que librar su propia batalla con un ambiente inclemente que nunca les dio tregua.

A ello hay que agregar algo que muy pocos saben: Lubezki y el frío no se llevan nada bien.

Así es que rodar a temperaturas que rondaban los 20 grados bajo cero en las heladas montañas canadienses, se convirtió también en una afrenta personal.

El frío lo hizo todavía más difícil, es algo a lo que nunca te acostumbras. Pero entonces tienes que ser inteligente en la forma en que utilizas su energía, para aprovecharla a favor de la película y no desperdiciarla pensando que quieres regresar al hotel para estar calientito”, recordó El Chivo en otra entrevista radiofónica.

Para el egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM, de donde cuenta la leyenda fue expulsado junto con Alfonso Cuarón y Luis Estrada por rodar un cortometraje en inglés (Vengance is Mine, 1983), existieron dos decisiones fundamentales que definieron el rumbo de El renacido: los interminables ensayos de las escenas y la libertad que se tomó Iñárritu para improvisar.

“A Alejandro le gusta improvisar cosas y nos dimos esa libertad. Muchos de los momentos más hermosos de la película surgieron precisamente de esos pequeños momentos en los que Alejandro improvisó, la cámara improvisó y los actores improvisaron.”

 La decisión de filmar únicamente con luz natural no respondió solamente a la estética, sino también a la metodología de un rodaje cuyo presupuesto se elevó a 100 millones de dó- lares, donde varias personas del equipo técnico terminaron por renunciar y que de milagro existe, como lo ha señalado el propio director, quien afirma que la película pudo “haber colapsado por 100 razones distintas”.

Para 'El Chivo', esta experiencia se convirtió en su “divorcio definitivo del celuloide”, el cual materializó de la Alexa 65MM de ARRI, una cámara digital que además de mayor resolución, le permitía una mayor sensibilidad (rango dinámico) ante la luz.

La cámara digital nos permitió filmar en un entorno muy oscuro, pero al mismo tiempo hacerlo de una manera naturalista, con una imagen muy clara e inmersiva, sin grano o cualquier otra cosa que separara a la audiencia del personaje”, añade.

REALIDAD VIRTUAL

Aunque no ha revelado de qué proyecto se trata, Lubezki adelantó que trabaja en un proyecto de realidad virtual, para el cual ya está probando diferentes tipos de cámaras.

“Estoy muy emocionado por un proyecto que estoy por comenzar. No puedo adelantar mucho, pero me encanta el formato, porque nadie ha inventado su gramática.

“Es como si llegáramos al cine justo después de que los hermanos Lumière inventaron el cinematógrafo.

“Es muy excitante poder, no solamente contar una historia, sino también empujar la tecnología para conseguirlo.

hch

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