Héctor Sandoval volverá a la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes

CIUDAD DE MÉXICO.

El tenor mexicano Héctor Sandoval volverá a la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, luego de seis años de ausencia, para encarnar el papel de Florestán en la ópera Fidelio, donde Ludwig van Beethoven retrató la historia de un preso político que enfrenta el amor y la injusticia dentro de una mazmorra.

La puesta, en formato semiescenificado a causa de las restricciones por la pandemia, será los días 2, 5, 7 y 9 de diciembre, donde también cantará la soprano María Katzarava, el barítono Enrique Ángeles y el bajo Carsten Wittmoser, bajo la dirección  de Iván López Reynoso.

Florestán es un preso político que fue el único en atreverse a denunciar las fechorías del villano Pizarro, quien lo llevó a una mazmorra y lo dejó ahí más de seis meses, sin agua ni comida y esperando la muerte, pues era el único que impedía que se enriqueciera”, explica Sandoval en entrevista con Excélsior.

Es una ópera con un tema actual, porque podemos trasladarla a nuestro tiempo. Sabemos que en muchas situaciones políticas poca gente se atreve a hablar, aunque reconozca las anomalías políticas que vive. Además, esa gente desaparece, deja de hablar o se exilia a un país lejano por seguridad”, abunda el tenor quien ha triunfado en la Ópera Estatal de Viena, el Festival de Bregenz, la Ópera de Zúrich y el Festival Internacional de Salzburgo.

El cénit llegará en el segundo acto, comenta Sandoval, donde Florestán se atormenta, “sumergido en un agujero, sin luz, desesperado, pensando en la muerte, mientras recrea espejismos que confunde con la realidad”, hasta que aparece su amada Leonora, vestida de hombre y le pide que no muera.

Florestán reflexionará sobre su deber y la forma como Dios lo ha castigado, mientras Sandoval habita un cubo de luz para evocar la prisión y alcanzar el límite anímico. “En ese cubo de luz de un metro cúbico podré moverme poco y espero transmitir lo que Beethoven plasmó en la pieza. Será el gran reto de mi vida”, expresa.

¿Cuál será el mayor reto en esta ópera? “Hay diálogos en alemán, aunque hicimos una versión para que el público la entienda fácilmente, porque musicalmente es complicada, no es tan musical como en el caso de los compositores italianos que puedes profundizar en una bella melodía que se repite.

Sandoval explica que, en 27 años de carrera, interpretará su papel protagónico número 60. “Ya tengo un repertorio relativamente amplio y gracias a eso he tenido la oportunidad de trabajar nuevamente, luego de tantas cancelaciones por la pandemia”.

¿Cómo le ha impactado la inactividad escénica?, “Ha sido mucho tiempo sin estar en el escenario y pese a que hago deporte, el instrumento requiere cosas que ya tenías en las cuerdas vocales; y del arte del canto, la adrenalina, la estamina al cantar. Es un doble reto, porque debo volver a entrenar y recobrar esa luz en la voz, esas cualidades y ese sonido puro”.

Sandoval adelanta que, en abril de 2022, cantará Radamés en Aída con la Ópera de Chemnitz, en Alemania; y en julio participará como Jacopo en I due Foscari, en el Festival Internacional de Heidenheim; y hacia final del próximo año cantará en Cavalleria Rusticana con la Ópera de Tel Aviv en Israel.

El tenor adelanta que presentará el libro El canto del gallo, escrito por la periodista Sonia García. “La conocí en Bregenz y le gustó mi trabajo, hablar las altas y las bajas por las que atraviesa un cantante lírico.

Porque a menudo escuchamos a las grandes estrellas de cómo alcanzaron los escenarios y del éxito, pero no se habla de lo que pasó antes de llegar.

Y concluye: “en México tenemos un material vocal increíble. Me atrevería a decir que es uno de los pocos países que exportan tantos cantantes, pero falta preparación. No basta con tener una voz de oro, sino hablar idiomas, conocer el papel, resolver los problemas musicales. Muchos jóvenes creen que sólo si cantan como Dios llegarán al MET Opera, pero es mentira”.

Entre los reconocimientos que ha recibido Sandoval está el primer lugar en los concursos internacionales Werther, en Rheinsberg, Alemania, y Grojan Grozavescu, en Lugos, Rumania, así como dos nominaciones como Cantante del Año por la crítica europea.

cva

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