'Durmieron' en la zona cero los dos vagones; vecinos llevan comida a los rescatistas

CIUDAD DE MÉXICO. Amaneció en Avenida Tláhuac y el derrumbe en la línea 12 seguía ahí: dos vagones que cayeron sobre la trabe que se derrumbó entre las columnas 11 y 12 de la interestación Tezonco-Olivos en dirección a Tláhuac, ésa es la explicación técnica de la imagen que estremeció las redes y los medios nacionales e internacionales.

La dimensión de la tragedia humana, 69 hospitalizados y 25 personas que perdieron la vida, familiares buscando informes en uno y otro hospital si no en la Coordinación Territorial 6 de Iztapalapa de la Fiscalía de Justicia en donde dan informes y se reconocen los cuerpos de los fallecidos.

En las primeras horas de la mañana, cuando la mayoría de los ciudadanos de clase trabajadora acostumbraba abordar el metro para emprender el camino a sus actividades diarias, este martes debieron, antes, hacer una fila que daba dos vueltas a 270 metros de distancia de la estación Tezonco para poder abordar una de las unidades dispuestas de RTP o transporte concesionado que al mismo costo del boleto del metro, cinco pesos, estuvieron haciendo el recorrido de Tezonco al metro Mixcoac.

Una usuaria que lleva una hora en espera en la fila ya iba tarde para su cita médica, otra más de la tercera edad ya también estaba retrasada para llegar a su trabajo.

Casi a las nueve de la mañana empezaron las maniobras para bajar uno de los vagones, el que quedó más cerca de la entrada a la estación del metro Olivos.

Mientras una grúa de una empresa privada que, de acuerdo a Myriam Urzúa, secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, trabajaba sin cobrar un solo peso.

Cerca de ahí en la esquina de Tláhuac y Reno hay una unidad habitacional, los vecinos también tratan de hacer su vida normal y se dirigen a sus trabajos

En la noche estábamos en la casa y nada más escuchamos cómo se cimbró y un golpe muy fuerte, eso fue todo lo que escuché”, describió Karina Rendón, una de las vecinas. Todos los que ahí viven alguna vez abordaron en los Olivos y eran conscientes de las afectaciones en la infraestructura.

La vibración siempre se sentía entre Olivos y Tezonco”, dijo Gabriel García, otro de los vecinos de la Unidad.

En la zona de maniobras del derrumbe había personal de Protección Civil, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Guardia Nacional, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, topógrafos y trabajadores de limpia.

Hasta ahí llegaron voluntarios para regalarles comida, por la mañana tamales, al mediodía tortas. 

Queremos contribuir un poquito con esta desgracia, no sabemos desde qué hora están aquí (los trabajadores), no sabemos si comieron o no, queremos contribuir un poquito”, expresó Lupita Cuamatzin, vecina de la colonia Del Mar muy cercana a la zona cero.

Casi a las dos de la tarde empezaron las maniobras para remover el segundo vagón, una vez que estuvo abajo fue llevado a los talleres del Metro para ser investigado.

Llegó la noche en la Avenida Tláhuac a unos metros de la estación Olivos, los vagones ya no están ahí, pero el recuerdo de una tragedia anunciada por los vecinos y usuarios no se borrará tan fácilmente.

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