Campamento migrante en Vallejo, herencia de Francisco Chigüil

Para caminar sobre las calles de la colonia Vallejo, de la alcaldía Gustavo A. Madero, se necesita tener buenos pulmones para aguantar el aire por unos cuantos minutos para poder soportar los olores nauseabundos de orines y excremento que se tienen en las coladeras y contaminan el ambiente, sobre todo cuando el sol cae a plomo.

El campamento migrante de diversas nacionalidades de Sudamérica y Centroamérica que está instalado sobre las vías de la colonia Vallejo, es una herencia de Francisco Chigüil Figueroa a quién en distintas ocasiones y por distintas formas se le solicitó el apoyo para que fuera trasladado a instalaciones más dignas.

A través de distintas contestaciones oficiales dejaban en claro que “por respeto a los derechos humanos y tratados internacionales, no se podía hacer nada”; sin embargo, ponían énfasis en que lo único que podían hacer era brindar la limpieza de la zona.

En cuatro ocasiones Grupo Imagen a visitado la zona, y lo que se ha encontrado es el desgaste de los vecinos ante los malos olores que ya afectan a la población en general, incluso a todos los menores de edad que han tenido la mala suerte de tener que comer entre los olores nauseabundos que despide el drenaje.

A decir de la directora de la Escuela Primaria La Prensa, ubicada en la esquina de Donizetti y Florencio Constantino, Alma Verónica Cortés Iturbero la pestilencia de los desechos de los 540 migrantes que se encuentran en los perímetros de este centro escolar, se salen del drenaje debido a que las coladeras han sido tapadas con ropa que desechan.

“Las coladeras las ocupan los migrantes como letrinas, y pues pasa directamente a los comedores otra coladera y estaba ya hasta el tope y los niños comiendo con ese olor, pues ya estamos violentando sus derechos y también tienen derecho a un ambiente sano, entonces sí es importante que veamos eso, también la fauna nociva en los salones nunca habíamos visto roedores que espantaran a los niños y ahorita ya los alrededores ya ni se inmuta”.

Urgió a las diversas autoridades para que se hagan cargo del asunto por el bien de los alumnos de esta escuela primaria, quienes ya han presentado algunos síntomas de enfermedades qué se pueden agravar, sino son tomadas en cuentas las diversas quejas vecinales.

El problema que se ha presentado en las últimas semanas de acuerdo con los vecinos, es un brote de varicela dentro del campamento migrante que ya se está reflejando también en algunos alumnos de las dos primarias.

Para colmo de los vecinos y con la finalidad de evitar la fatiga, los trabajadores de limpia de la alcaldía Gustavo A. Madero han obligado a los vecinos de esta colonia a caminar hasta tres calles para que tiren su basura y así no recoger la que genera el campamento migrante en esta zona.

Para Doña Inés Gordillo, quién tiene que cargar una bolsa con más de 10 kilos de basura para poder recorrer 3 calles para depositarla en el camión de desperdicios, es injusto que los hagan caminar por la flojera de los trabajadores de limpia.

“Como el camión se va a parar hasta allá, ya no se quiere parar aquí porque mire cuánta basura sacan aquí esos señores, pero mire no la tiran tampoco ellos y no es justo que nosotros estemos acarreando nuestra basura hasta allá”.

No es un secretó que Francisco Chigüil Figueroa dejó la alcaldía para evadir su responsabilidad con los vecinos de la demarcación y se unió a una campaña política con la finalidad de obtener una secretaría en el gobierno de la ciudad de México en caso de que se ganen las elecciones, mientras los vecinos de la colonia Vallejo siguen con los olores nauseabundos y sus banquetas invadidas por las casas de campaña de la migración en la Ciudad de México.

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jcp