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“Te parte el alma y el corazón”; viaje a las entrañas del covid

El fotógrafo Gustavo Camacho y Mónica Carrasco documentaron, por 5 meses, el “drama terrorífico” que se vive en un hospital federal reconvertido para atender a enfermos de coronavirus en Ixtapaluca, Edomex; durante su labor él se infectó y creyó que iba a morir

Texto: ANDRÉS BECERRIL/ IMÁGENES: GUSTAVO CAMACHO | 14-12-2020

CIUDAD DE MÉXICO.

Durante casi cinco meses, Gustavo Camacho Olivares, fotoperiodista, y Mónica Carrasco Valdez, supervisora de enseñanza e investigación, se metieron a un hospital de alta especialidad para documentar el drama que causa el covid-19. Camacho se contagió del virus y estuvo al borde de la muerte.

En plena convalecencia, el fotoperiodista, quien llegó a ser jefe del departamento de fotografía de Excélsior, dijo que estar dentro de las instalaciones del Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca fue una situación muy compleja.

“Estar en el mundo del covid es estar dentro de un ambiente permanente de vida y muerte; estando ahí dentro, junto con Mónica, nos enfrentamos a situaciones muy complicadas, paralizantes, no sabía si dejar de tomar fotos frente a aquel impacto”.

Esta es el primer testimonio público y gráfico de lo que viven pacientes y médicos en un hospital covid.

Como ejemplo, de ese drama que Camacho vivió dentro de dicho hospital reconvertido para atender a 500 pacientes covid, el fotógrafo recuerda, con tanta “emoción adolorida”, las fotos que en unos cuantos días le tomó a una niña de 6 años: “La fotografíe con vida cuando llegó al hospital. Después, intubada. Y días después, envuelta, primero, en una bolsa negra, y luego en una manta blanca cuando salió muerta del hospital. Empecé a llorar, no pude tomar más fotos, se humedeció todo y dejé de tomar fotos, hasta que me Moni me dijo: ‘Vamos, tenemos que seguir’. Vivimos situaciones que parten el alma, el corazón, nunca imaginé que se viviera ese drama tan terrorífico. Me di cuenta en que en un instante te puedes morir”.

Camacho dijo que fotografió a gente intubada; que vio a varios muertos y que días después él terminó siendo transportado, infectado de covid-19, sobre una camilla por los mismos pasillos donde había estado trabajando días atrás.

La iniciativa para la elaboración de un libro sobre cómo se desplegó el trabajo en la institución médica de Ixtapaluca fue de la directora de hospital, la doctora Alma Rosa Sánchez Conejo, en colaboración del médico Gustavo Acosta Altamirano, su colega Maura Robledo Cayetano, Carrasco y Camacho.

Mónica Carrasco explicó que el proyecto de documentar lo que sucedía en este hospital surgió en mayo, cuando los contagios y las muertes por covid alcanzaron los índices más elevados. “Como tanatóloga, en mayo me tocó entregar más de veinte cuerpos en un día; ese fue el momento en que vimos que se debía dar a conocer lo que sucede en un hospital reconvertido para la atención de covid y los riesgos que se dan dentro de un hospital como este”.

Carrasco dijo que los resultados de su trabajo y el de Camacho son aceptables y que esperan sirvan para concientizar a la gente desde la casa, con un mensaje especial hacia los niños, sobre todo.

Gustavo Camacho sostuvo que nunca imaginó que al entrar al Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca se enfrentaría a situaciones tan complejas como las que ahí vivió. “Es un mundo completamente irreal; que personalmente me dio una severa lección”, dijo.

Resaltó la inconmensurable labor que hace el personal médico.

“Los doctores, las enfermeras, todos los que trabajan en el hospital dan lo mejor de ellos para salvar vidas. La pandemia, así la veo, es como un gigante, y los doctores y enfermeras trabajan sin descanso contra ese gigante; atienden a la gente como si fueran sus familiares, hay una gran humanización entre todo el personal médico, a pesar del dolor y el drama que viven ahí dentro”.

Comentó que durante los casi cinco meses dentro del hospital, a veces llegaban a las 7 de la mañana e iban área por área; que en realidad no tenía un horario, pero que debían estar al pendiente para cuando se hacía una operación de neurocirugía o a veces de pediatría. Recuerda la muerte de un médico del hospital: “Nos avisaron a las 9 de la noche”.

A pregunta expresa de cómo fue que resultó infectado de covid-19, Camacho relató:

“Es muy complejo, ni siquiera sé dónde me infecté. Cuando llegué a casa empecé a sentir que me estaba quemando: Empecé a tener temperatura alta: 38.9; de inmediato tuve problemas de respiración. Luego luego nos fuimos al mismo hospital en donde había estado trabajando, pero ahora, como paciente. Quedé hospitalizado, conectado al oxígeno. Fue complejo”.

El fotógrafo estuvo día y medio internado bajo observación por precaución. Lo mantuvieron aislado mientras veían que saturaba oxígeno entre 82 y 84. “Fue muy duro. Cuando bajó la fiebre y la saturación se estabilizó los médicos decidieron que me fuera a casa”.

En su experiencia, tanto como profesional de la lente y ahora como paciente, “en el covid todo es grave; la primera noche que me atacó sentí que me iba a morir; estuve grave, pero fui atendido a tiempo. La gravedad de esta enfermedad es que la gente no se atiende a tiempo”, dijo.

En vía de recuperación, Gustavo Camacho dijo que para él, el covid fue una cuestión tan grave “que podía sentir que los ojos me iban a explotar; que la cabeza se me iba a hacer pedacitos. Es una enfermedad muy compleja si no te cuidas. Pensé que me iba a morir”.

Camacho mencionó que tanto él como Carrasco sabían del alto riego que implicaba, a pesar de que recibieron un entrenamiento especial de cómo vestirse y desvestirse para trabajar dentro del hospital y estar en contacto permanente con personas contagiadas de covid, pero que lo quiso hacer, no únicamente por una experiencia profesional más en su vida, sino como homenaje a su hermana menor, que murió por covid, cuando fue ingresada a un hospital por una afección pulmonar que tenía tiempo atrás y que dentro del hospital apenas duró con vida ocho días.

“Fue para que la gente que es incrédula de que el covid existe vea lo que pasa dentro de un hospital”.

 

 

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