Se acostumbran a vivir sin agua; desabasto en estados

CIUDAD DE MÉXICO.

La falta de agua durante cuatro días será un problema para los habitantes de la Ciudad de México, pero en varios estados es una realidad que viven todo el año.

Recibir agua cada tercer día o sólo unas horas a la semana; almacenarla en botes, tinacos y cisternas; reciclar la que se usa al lavar los trastes o la ropa; comprar pipas e incluso guardar la que trae la lluvia es algo cotidiano para quienes viven en Chihuahua, Michoacán, Tamaulipas, Oaxaca, Nuevo León, Querétaro, Veracruz, Coahuila, Baja California Sur o Aguascalientes.

Hace tres décadas que en la ciudad de Oaxaca el agua dejó de llegar todos los días y a cualquier hora. Desde entonces, los habitantes de la capital y zona metropolitana han aprendido a acumularla o reutilizar en el sanitario, las plantas o para lavar su banqueta aquella que se desecha del lavamanos.

La entrega es intermitente, por lo regular llega un día y medio a la semana, pero en temporadas de sequía, de marzo a junio, el abasto se restringe a un par de horas cada 15 o 20 días, por lo que se hace necesario el suministro de agua con pipas de agua del servicio público o privadas.

Actualmente la cobertura de Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO) se extiende a la ciudad y nueve municipios conurbados, lo que engloba 353 colonias con 78 mil 506 tomas inscritas en el padrón de usuarios.

El abasto de agua en la capital de Oaxaca depende de 40 pozos profundos que los abastecen los manantiales de San Agustín Etla y San Felipe del Agua.

Pedro Corres, administrador del Hotel Esperanza, en el Centro Histórico, aseguró que una medida exitosa para el cuidado del agua en su establecimiento son las regaderas ahorradoras, pues un huésped tiene la posibilidad de bañarse con 20 litros, mientras que el sanitario cuenta con un tanque de cinco litros de agua. Sin embargo, en la temporada alta de turistas se ve obligado a comprar pipas.

En el vecino estado de Guerrero el problema de la distribución de agua afecta a las ciudades más importantes del estado: Acapulco, Chilpancingo y Taxco. El problema común es la falta de ríos, lagunas y presas que la suministren.

En Acapulco, el agua potable proviene del río Papagayo, y ante el déficit, hace siete años se construyó el acueducto Lomas de Chapultepec, que no ha sido suficiente.

Se tenía contemplada la construcción de la presa la Parota, que tendría agua acumulada para abastecer al municipio por varios años, pero por conflictos sociales se canceló.

Al no existir el agua suficiente se adoptó el método de tandeo, pero hay colonias populares donde dejan de recibir agua potable por semanas y a veces hasta por meses.

En la capital del estado, Chilpancingo, el suministro de agua potable es muy deficiente y hay colonias que deben esperar semanas, por lo que compran pipas a particulares.

En la ciudad de Taxco, las fuentes de suministro no son suficientes para la demanda que hay ante el crecimiento de la ciudad.

En la capital de Veracruz, Xalapa, los principales problemas de abastecimiento son por la disminución del caudal del río Huitzilapan, que abastece al 60% de la población, pero está en territorio poblano.

Los habitantes de Quimixtlán, Puebla, periódicamente amagan a las autoridades de Veracruz ya que, a cambio del agua, exigen obras, caminos e infraestructura.

Un caso similar viven los habitantes de Coatzacoalcos, pues el agua que surte a la ciudad proviene de la región de Tatahuicapan, en donde los pobladores exigen retribuciones.

En Chihuahua y Ciudad Juárez hay cortes diarios programados de hasta 18 horas, por lo que algunas colonias solamente tienen agua potable durante seis horas, y la población debe usar tinacos de almacenamiento.

Kamel Athié, delegado de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), informó que en el estado hay 61 acuíferos, y todos están sobreexplotados.

Tan sólo en Ciudad Juárez se requiere una inversión urgente de cerca de 400 millones de pesos para mejorar el sistema de agua, y en la ciudad de Chihuahua, de por lo menos 170 millones de pesos.

La Junta Central de Aguas (Jacas) considera que la nula inversión en años anteriores ha provocado una crisis, pues las redes de distribución han colapsado, cada vez se debe perforar a mayores profundidades e incluso se evalúa llevar agua de presas y lagos.

En Baja California Sur, los casi 500 mil habitantes del municipio de La Paz consumen alrededor de 680 litros por segundo, informó el director operativo del Organismo Operador del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado, Juan Carlos Higuera Murillo.

El agua se saca de pozos profundos, ubicados en la Cuenca del Valle de La Paz, se potabiliza y transporta por medio de cuatro acueductos hasta tanques de almacenamiento y unidades de rebombeo.

“Los problemas con el abastecimiento de agua pueden darse en varios rubros, aunque los más frecuentes son por cuestiones climáticas, electromecánicas o por el rompimiento de tuberías”, explicó.

Pero hay poco más de 16 mil habitantes que viven en colonias y rancherías que no cuentan con servicio de agua por medio de la red, a quienes les llevan agua con 12 pipas de manera gratuita.

Al menos seis municipios de Nuevo León, cuatro de ellos en la zona metropolitana de la capital, sufren problemas por la falta de agua, al grado de que legisladores han encabezado campañas para llevar pipas con agua a la población.

El diputado Marco González llevó pipas a comunidades de Mier y Noriega, mientras que el senador de la República Samuel García envió 10 pipas al sur del estado con un beneficio para 6 mil familias, cuando se desempeñaba como diputado local de la pasada legislatura.

En el área metropolitana el agua ha comenzado a escasear en colonias de ayuntamientos como Guadalupe, Escobedo, Apodaca y algunas de Monterrey.

En Saltillo, Coahuila, oficialmente no hay escasez de agua, según respondió vía transparencia el gobierno municipal al regidor de Morena Rodolfo Garza Gutiérrez.

Sin embargo, hay colonias que desde hace 17 años no cuentan con agua potable, como Nueva Esperanza, Ampliación María de León o Padre Santos, donde las familias han vivido rodeadas de tambos.

Una de las soluciones de la autoridad es que en algunas colonias se colocaron llaves comunitarias, donde las familias afectadas pueden contar con el vital líquido y donde hacen largas filas para poder llenar sus tinas.

En Ciudad Victoria, Tamaulipas, hay 115 mil tomas de agua, pero cada año se construyen 3 mil viviendas, lo que hace crecer la demanda de usuarios.

Aunado a ello, se complica el abastecimiento por la falta de mantenimiento al equipo hidráulico, que provoca fugas en tuberías, y las cuales datan de hace más de 50 años.

En Morelia, Michoacán, el Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento indicó que hay horarios de servicio por zonas, dependiendo de la disponibilidad de agua.

Aunque algunas tienen el servicio las 24 horas, hay otras en donde se entrega el agua un día sí y otro no, e incluso cada 3 o 5 días.

“Esto es un reflejo del cambio climático, del aumento en la población y el crecimiento de la ciudad, además de que hay zonas donde se han abatido los pozos y dejan de producir agua. Otras colonias están lejos de alguna fuente de abastecimiento, y llevar el agua hasta donde están representa kilómetros de distancia; otros casos son colonias originalmente irregulares”, indicó el Organismo de Agua Potable.

En la ciudad de Lázaro Cárdenas el agua se entrega cada tercer día a la población, que se ha acostumbrado a almacenar el líquido en recipientes y por lo general tienen una pileta en los hogares, pues por el clima cálido es necesario tomar hasta tres baños al día.

En Querétaro, el desabasto de agua potable en colonias y municipios administrados por la Comisión Estatal de Aguas obedece principalmente al mantenimiento o reparación de las tuberías.

En algunas partes de la zona metropolitana hay operadores independientes privados mediante concesión de los municipios, y en este caso, actualmente tienen problemas en zonas como Juriquilla, La Pradera, Zibatá, en los municipios de Querétaro y El Marqués, y la población, principalmente residencial alta, tiene que abastecerse de pipas hasta por semanas.

Con la colaboración de  Patricia Briseño, Arturo Salinas, Rolando Aguilar, Karla Méndez, Aracely Garza, Jorge Vázquez, Lourdes López, Alfredo Peña, Miguel García Tinoco, Carlos Coria y Alma Gudiño