Inversión financiera se aceleró en 2021; Pemex recibió 40% del total

CIUDAD DE MÉXICO.

El gobierno federal ejercerá este año 346 mil 800 millones de pesos de pesos por concepto de inversión financiera, es decir, aportaciones ya sea a activos financieros del sector público o hacia empresas públicas, lo que implicará un crecimiento de 140% anual real respecto de lo observado en 2020, anticipan las cifras de la Secretaría de Hacienda.

Se tratará del segundo monto más alto que Hacienda tenga registro sobre el gasto en este rubro, únicamente superado por lo observado en 2016, cuando se ejercieron 453 mil millones de pesos, derivado también de las aportaciones a Pemex y al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, por los remanentes de operación del Banco de México de ese año.

A octubre, la inversión financiera acumulaba 263 mil 909 millones de pesos, por lo que durante noviembre y diciembre se habrán destinado los restantes 82 mil 891 millones de pesos.

PEMEX Y LOS GUARDADITOS

Del monto que ejercerá el gobierno federal este año en inversión financiera, destaca que el 40% se destinará hacia aportaciones patrimoniales a Pemex, que totalizarán 139 mil millones de pesos.

Este monto triplicará lo destinado por el gobierno durante 2020, y será el más alto precisamente desde 2016, cuando el gobierno destinó casi 162 mil millones de pesos a apoyar financieramente a la empresa productiva del Estado.

El pasado 6 de diciembre de 2021, el gobierno anunció un paquete de ayuda a la empresa que contemplaría una inyección de tres mil 500 millones de dólares.

En contraste, la inversión financiera orientada a fortalecer los fondos de estabilización de los ingresos presupuestarios y de las entidades federativas tienen cada vez menos recursos.

La Secretaría de Hacienda reportó que en 2021, dichos guardaditos recibieron en conjunto nueve mil 742 millones de pesos, lo que implica una reducción de 22.3% en términos reales respecto de lo aportado el año antepasado.

Con ello, serían ya cuatro años consecutivos en que estos fondos reciban cada vez menos recursos, lo cual deja vulnerable las finanzas públicas ante choques que ocasionen caída de ingresos.