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Nacional

De Salsipuedes a Válgame Dios, los pueblos en México

INEGI destaca nombres curiosos de poblados; El instituto da lista de nombres “impertinentes” y llama a rescatar la tradición indígena de nombrar a los pueblos de acuerdo con sus rasgos físicos

Redacción con información de EFE y corresponsales | 10-08-2014

CIUDAD DE MÉXICO, 10 de agosto.- La Chingada o Está Cabrón tienen, al menos, dos cosas en común: son palabras malsonantes en México y dan nombre a localidades en los estados de Guanajuato y Veracruz, registrados oficialmente, cuyos habitantes rompieron con la costumbre de llamar a cada lugar de acuerdo a sus características físicas o históricas.

Así como ese par de casos, Salsipuedes, en Guerrero y Baja California; Las Tetillas, en Michoacán, y Válgame Dios, en Sinaloa, también forman parte de los nombres curiosos destacados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en un estudio de toponimia difundido esta semana.

Pese a lo anterior, en México continúan predominando los nombres prehispánicos, creados por los antecesores, para nombrar sus asentamientos. Sin embargo, el INEGI alertó que con el paso del tiempo y de los distintos periodos históricos estos nombres han ido desapareciendo.

También destacó los casos de nombres de poblados mexicanos en inglés como The Flower Game y Rancho Little Joe, o de localidades con registros como Nuevo Hawai o San Antonio Texas los cuales, según el instituto, son un fenómeno que se debe a la migración.

“Cuando los migrantes regresan a sus lugares de origen traen términos del país al cual viajaron y los utilizan para nominar a nuevas localidades o bien, para renombrar algunas que anteriormente tenían topónimos indígenas”, explicó el estudio.

Geografía de  chingadazo

La Chingada, Está Cabrón o El Chingadazo no son sólo palabras malsonantes en México, sino también nombres de localidades que están registradas oficialmente y cuyos habitantes conviven frecuentemente con las burlas de visitantes y vecinos.

Dulce María García vive en Salsipuedes. No es una advertencia de que quien acuda a esa localidad tendrá problemas para salir, sino el nombre de una tranquila comunidad de unos 300 habitantes, ubicada en el municipio de Acapulco de Juárez, en el estado de Guerrero.

“No sé por qué lo llamarían así, pero así se ha llamado desde que nació el pueblo”, cuenta y añade que los vecinos de otros lugares siempre se están riendo de tan peculiar nombre.

El estado de Baja California también tiene una isla llamada Salsipuedes.

La Nalga de Ventura, La Verija, Las Tetillas, Rancho sin Fortuna, Happy Ranch, San Antonio Texas, Rancho Little Joe y The Flower Game también forman parte de la lista de nombres curiosos destacados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en un estudio de toponimia difundido esta semana.

Las Tetillas pertenece al municipio de Peribán, en Michoacán, y en realidad no llega a ser un pueblo como tal, según explicaron fuentes del mencionado municipio, sino que es un rancho.

De acuerdo con el INEGI, una situación que contribuye al desplazamiento u olvido de los topónimos indígenas (nombre de un lugar inspirado a sus características geográficas o ambientales) es la migración a Estados Unidos.

 “Cuando los migrantes regresan a sus lugares de origen traen consigo términos procedentes del país al cual viajaron y los utilizan para nominar a nuevas localidades o bien para renombrar algunas que anteriormente tenían topónimos indígenas”, refiere.

Pese a esto, continúan predominando en México los nombres prehispánicos, creados por los antecesores, para nombrar sus asentamientos, haciendo referencia a la descripción de las propiedades y configuración del terreno, a las características de tipo climático y a la flora y fauna del lugar.

Como ejemplos están Xochimilco (la milpa de flores), Iztapalapa (río de las lajas o losas), Tenochtitlán (donde abundan las tunas de piedra), Cozumel, (isla de las golondrinas), Tzintzuntzan (lugar de colibríes), Comondú (carrizal en cañada) o Zacatecas (habitantes de la tierra donde abunda el zacate).

El INEGI alerta que con el paso del tiempo y de los distintos periodos históricos estos nombres han ido desapareciendo.

“Indudablemente que la cultura popular ha llegado hasta la toponimia, con nombres aplicados a localidades utilizando palabras que para algunas personas pueden sonar impertinentes, pero que en algunos estados del país como Jalisco, Guanajuato, Puebla, Querétaro, Michoacán o Chiapas son expresiones coloquiales entre los habitantes”, refiere el informe del INEGI.

“Ante la evidencia de estos nombres se puede objetar sobre la pérdida en la actualidad de la disposición descriptiva que poseían los pueblos indígenas, debido a que no se tiene que utilizar mucho la imaginación para comprender a qué se hace referencia e irremediablemente se comparan, con cierta nostalgia, nombres indígenas tan representativos”, agrega.

 

La Chingada Guanajuato: “Había carencias y todo estaba de la...”

Sin un origen claro, comunidades rurales y rancherías de Guanajuato tienen por nombres La Chingada, San Antonio Texas, La Nalga y El Bofo, entre otras, rompiendo con la costumbre de llamar a cada lugar de acuerdo a sus características físicas o bien, históricas.

Existe una serie de localidades con nombres que carecen de relación con el medio que les rodea.

La Chingada se encuentra en el municipio de San Miguel de Allende, a unos 30 kilómetros de la cabecera municipal, en los límites con Dolores Hidalgo.

“Es una comunidad pequeña, y propiamente se desconoce quién la bautizó, pero lo que dice la gente que vive ahí es que había muchas carencias, y las cosas estaban muy mal, entonces pues tan mal estaban que todo estaba de ‘la chingada’. De ahí el nombre”, refirió el regidor panista Fernando García Chávez.

Según el INEGI, a lo largo de la historia de nuestro país los topónimos han cambiado de acuerdo con las circunstancias históricas y sociales, lo que da razón al regidor de San Miguel de Allende.

El edil sanmiguelense destacó que mucha gente pensaba que el nombre de la comunidad tenía que ver con la lejanía, pero la realidad es otra.

De hecho, indicó Fernando García, se ha gestionado el cambio del nombre de la comunidad, ya que ahora, para sus habitantes, resulta peyorativo.

“Preguntarles dónde viven, pues ya resulta penoso para ellos, así que están ya revisando los cambios”, comentó Fernando García.

Texas está en Guanajuato

San Antonio Texas queda enclavado en el centro de Guanajuato, a unos 20 minutos de León.

Nadie sabe bien por qué el nombre de las poblaciones. Pero a decir de la delegada municipal de San Antonio Texas, Antonia Elías Ríos, se debe a que hace algunas décadas llegó una familia de estadunidenses, provenientes tanto de Texas, como de Nuevo México.

“Pero hay gente que dice que las colonias se fundaron porque fueron guanajuatenses que migraron a esas partes de Estados Unidos, y pues de allá llegaron.”

Antonia Elías destacó que aunque las actividades preponderantes en estos puntos de Guanajuato son el comercio y la agricultura, muchos de sus habitantes trabajan en fábricas de Silao o bien, en León. Muchos otros viven ilegalmente en Estados Unidos, ya que no encontraron ninguna oportunidad en México.

Lo que es verdad es que ambas colonias tienen una rivalidad enorme y las pandillas que hoy dominan la zona pelean a pedradas el territorio, incluso en ocasiones la guerra de piedras llega hasta la autopista León-Silao.

Ambas poblaciones pertenecen al municipio de Silao y debido a su infraestructura y conservación están en muy malas condiciones. Moscas y mosquitos provenientes de establos, corrales y ríos de aguas negras corren por sus calles sin pavimentar, a pesar de encontrarse a unos metros del Aeropuerto Internacional de Guanajuato.

La versión veracruzana

La Chingada, una comunidad localizada en el Valle de Perote, casi en los límites con Puebla, sólo tiene alrededor de diez habitantes.

 Su nombre obedece a que los habitantes de esta localidad se sienten lejos de la cabecera municipal y su existencia se hizo popular hace poco más de cinco años, cuando en México se vivió una alerta por el brote de la influenza A H1N1.

La Chingada está cerca de la comunidad La Gloria, donde supuestamente se detectó el primer caso del virus, mismo que mantuvo a todo el país en zozobra.

Poco después, el gobierno de Veracruz dispuso que se construyera un camino que benefició, tanto a La Gloria como a La Chingada, aunque no ha registrado mayor crecimiento demográfico, ya que es una región árida.

Los habitantes de esta pequeña comunidad trabajan en Totalco y otros son productores de maíz.

Aunque el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reporta a Está Cabrón como una comunidad situada en el municipio de Jáltipan, al sur de Veracruz, el ayuntamiento lo desconoce.

La oficina de prensa de la municipalidad negó que dentro de las 28 comunidades que la integran exista esta localidad. Uno de los voceros informó que el próximo lunes se prevé que se presente un comunicado con la lista de las comunidades que la integran y en la cual no hay ninguna con el nombre de Está Cabrón.

— Andrés Guardiola y Lourdes López

 

Timbiriche Michoacán: Bautizan a rancherías como su grupo de pop

En los últimos años, las influencias de la cultura popular han permeado diversos aspectos de nuestra sociedad, a tal grado que los nombres de pueblos y localidades en nuestro país van encontrando denominaciones de acuerdo con las características que prevalecen en la zona.

Así, es posible encontrar regiones con nombres muy particulares. En el caso de Michoacán existe una población perteneciente al municipio de Peribán con el nombre de La Tetilla, debido a la forma de su cerro que lo identifica y, sobre todo, por la evidente práctica ganadera.

Por otro lado, el nombre de La Verija, lugar conocido en la localidad de Carácuaro, en la región de la Tierra Caliente. Éste es uno de los municipios en donde se encuentran localidades o rancherías con nombres muy especiales, que hacen alusión desde animales hasta prácticas de la vida cotidiana, por ejemplo El Timbiriche, El Atascadero, El Shural, La Boluda,  La Tumbirichera, El Nieto o Barranca Murciélago, entre otros.

Estas denominaciones son el resultado de la época y las circunstancias históricas y sociales que se viven, de ahí que lugares como Tzintzuntzán, que significa lugar de colibríes;  Zacapu, lugar de las piedras; Tangamandapio, que se traduce como tronco podrido que se mantiene en pie; son nombres que responden a una cultura asentada en la región de Michoacán, la Purépecha.

En reciente información proporcionada por INEGI, se da cuenta de cómo a lo largo de la historia de nuestro país los topónimos, es decir, el nombre de un lugar respecto de sus características físicas, se han modificado, y que esto es debido a la gran influencia de la cultura de la modernidad y, por consiguiente, la extinción de las lenguas maternas.

Para esta institución, de continuar la tendencia de poner nombres o modificarlos sin considerar al profunda base cultural que nos identifica puede llegar a ser “una situación lamentable, porque además se habrán perdido también fuentes de información para muchas ciencias, como la lingüística, historia y geografía, ya que  los nombres cuentan la historia de un lugar”, como Ukasanastakua (árbol en medio).

“Nos relatan cómo era el lugar en ese tiempo, aunque ahora sus características sean totalmente diferentes. Los nombres permiten indagar acerca de la formación de las palabras y datos de valor sobre aspectos de una lengua; ayudan también a ratificar, a platicar los hechos y cómo influyeron en cada periodo histórico.”

El pasado jueves, con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se conmemora cada 9 de agosto, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), dio a conocer un informe sobre la prevalencia de las lenguas étnicas y su influencia en la nominación de poblados y comunidades.

El organismo resaltó la necesidad de recuperar la tradición indígena de nombrar a los lugares en función de la geogrgrafía, la flora, la fauna o su paisaje.

— Miguel García Tinoco

Voto nulo descubre a Garrapatas

ACAPULCO.— La localidad de Garrapatas está situada en el municipio de Juan R. Escudero, en Guerrero.

Esta localidad se hizo famosa a escala nacional durante la elección de 2009, ya que nadie en el pueblo voto, pues los habitantes aseguraron que se encuentraban abandonados por el gobierno y en protesta entregaron toda la paquetería electoral tal como la recibieron, lo cual fue noticia a nivel nacional.

También en Guerrero se ubica la localidad de Salsipuedes, y está situado en el municipio de Acapulco de Juárez. Tiene 387 habitantes.

En la localidad, de acuerdo con el INEGI, hay 193 hombres y 194 mujeres. La relación mujeres/hombres es de 1.005. El ratio de fecundidad de la población femenina es de 3.01 hijos por mujer. El porcentaje de analfabetismo entre los adultos es del 8.01% (4.66% en los hombres y 11.34% en las mujeres) y el grado de escolaridad es de 5.69 (6.27 en hombres y 5.14 en mujeres).

La comunidad de “Salsipuedes” se ubica en los bienes comunales de Cacahuatepec, en los márgenes del río Papagayo, es una comunidad donde al crecer el río en la temporada de lluvias es problemático salir del lugar.

Cabe destacar que Garrapatas tiene 772 habitantes. Y  está a 460 metros de altitud.

En la localidad hay 346 hombres y 426 mujeres. La relación mujeres/hombres es de 1.231. El ratio de fecundidad de la población femenina es de 3.49 hijos por mujer. El porcentaje de analfabetismo entre los adultos es del 18.91% (14.45% en los hombres y 22.54% en las mujeres) y el grado de escolaridad es de 4.83 (5.17 en hombres y 4.59 en mujeres).

En Garrapatas (Garrapata) el 0.26% de los adultos habla alguna lengua indígena. En la localidad se encuentran 178 viviendas, de las cuales el 0.39% dispone de una computadora.

El clima predominante es cálido subhúmedo y presenta una temperatura media anual de 22°C.

— Rolando Aguilar /Corresponsal

 

Válgame Dios, por su lejanía

La comunidad más alejada del municipio de Badiraguato se llama Válgame Dios, ubicada en la sierra de Sinaloa, colindando con el estado de Chihuahua.

Para llegar ahí en transporte terrestre son diez horas desde Culiacán, la capital sinaloense, debido a que está en una zona serrana y de difícil acceso, de modo que quienes la conocen señalan que el nombre le queda “perfecto”, porque para arribar ahí cualquiera podría hacer esa expresión de “Válgame Dios”.

— Lilian Hernández

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