Entrenamientos, concentraciones y trabajo en equipo… Así es la vida como 'gamer' de 'Esport'

Cuando somos niño nos advierten que un día la diversión se acabará. Las horas con los amigos en los parques o los videojuegos se cambian por tiempo enfrente de una computadora, pero no para operar un joystick, sino para hacer hojas en Excel o reportes.

Para algunos afortunados, el disfrute de la “infancia” puede prolongarse por muchos años más e incluso hacer dinero con eso. Décadas atrás, cuando los videojuegos empezaban, tenían el estigma de ser una distracción e, incluso, en las primeras generaciones de videojugadores en México se decía que nada bueno traería a la vida estar cerca de una consola con tradicionales frases como “de eso no vas a vivir”.

Ahora, esa industria mueve cantidades multimillonarias de dinero que no sólo llegan a los grandes estudios, sino también a los jugadores en torneos donde se reparten cifras que pueden ir desde los miles de pesos en los torneos pequeños hasta los millones de dólares con jugadores que pueden vivir, y muy bien, de esto y convertirlos en profesionales en el mundo de los Esports (deportes electrónicos). Pero, ¿cómo llegamos a esto?

El internet, el cambio de los Esports

Los torneos en los videojuegos no son nuevos. Desde la época de los arcades existían algunas competencias locales. No era extraño ver carteles en los centros de maquinitas con letreros de “torneo de Street Fighter o King of Fighters”, duelos uno a uno donde los más experimentados se exhibían ante el resto de los jóvenes, y adultos, que llegan a esos lugares para divertirse durante horas, no solo jugando, sino también viendo a los más hábiles.   

La llegada del internet, pero en especial el de alta velocidad, lo cambió todo. Las partidas se trasladaron a los hogares, con computadoras y consolas cada vez más capaces de igualar los gráficos de las denominadas maquinitas.

La convivencia se volvió en línea y era posible jugar con un amigo a miles de kilómetros de distancia. Los chicos que se amontonaban detrás de los dos jugadores se convirtieron en espectadores de plataformas de streaming especializadas en la materia como Twitch.

Además de vender los derechos comerciales de los eventos que han llevado a cadenas especializadas en el deporte a crear canales específicos para los Esports ante un creciente público que, prefiere ver las competencias en plataformas online y no encender un televisor.

El internet, los juegos multiplataforma y en línea aceleraron el crecimiento de la industria, pero la pandemia de covid-19 ha sido el momento cumbre de los videojuegos y los deportes electrónicos. El encierro obligó al mundo a buscar entretenimiento casero y a distancia, tanto en consolas como en teléfonos celulares.

Las ligas de futbol como la española, mexicana, así como la Fórmula 1, NFL y otras organizaciones deportivas del mundo real vieron sus ingresos caer y en su idea surgió crear eventos de deportes electrónicos con grandes jugadores como protagonistas.

Pero a pesar de su experiencia en eventos multitudinarios en vivo, las competencias de deportes electrónicos son diferentes y algunos de ellos recurrieron a los productores del medio para poner sus competencias en marcha.

Así es un equipo de Esport

Para llegar a ser profesional de cualquier deporte es necesario tener una base y eso se consigue formando parte de una academia o de un equipo de desarrollo. En los deportes electrónicos es un poco diferente al inicio porque cada uno aprende en sus casas, es autodidacta, pero en el momento que se decide tomar la competencia en serio hay que inscribirse en ligas de ascenso hasta llegar a los grandes torneos de juegos como League of Legends, Dota 2 o Call of Duty, entre otros títulos, donde sólo los ‘Leonel Messi’ de los Esports se enfrentan.

“El recorrido que van teniendo los profesionales es muy parecido al de otros deportistas profesionales. Cada juego tiene su ecosistema y las ligas más desarrolladas tienen ligas de ascenso desde donde van surgiendo nuevos talentos”, explicó Nicolás Lascano, director de comunicaciones y accionista de Club Infinity Esports, un equipo latinoamericano que cuenta con 11 representaciones en diferentes títulos.

La forma de contratar a un jugador es similar a la de un cazatalentos, se van observando en las ligas de desarrollo y cuando alguien llama su atención lo contactan para ofrecerle un contrato.

La edad para contratarlos generalmente es cuando cumplen 18 años, pero en ocasiones existen talentos excepcionales en los que algunos menores son fichados, esto conlleva un permiso de los padres para permitirles competir en una carrera “deportiva” que tiene poca duración.

“Estos chicos se retiran muy jóvenes, 23, 24, 25 años. Pero no todo acaba ahí. Tenemos un chico que se ha vuelto nuestro country manager. Una vez que dejó el profesionalismo está ahora en Perú. Poco a poco se van formando en otras áreas, como coach, asistente, analista, country manager, creador de contenido, pasan a otra faceta dentro de este mundo”.

El premio por jugar no solo es la satisfacción de hacer algo que les gusta a una edad en donde otros jóvenes deben dejarlo para concentrarse en otros estudios y únicamente verlo como un hobbies, sino en recibir una paga económica por competir ante los mejores. Esto no quiere decir que tengan todo el tiempo libre porque prepararse para una competencia requiere entrenamiento y disciplina.

“Los chicos se preparan entre ocho y 10 horas por día. No sólo en las consolas, sino también físicamente, además de trabajar en su comunicación”, señaló Nicolás Lascano antes de afirmar que competir en estos torneos les deja grandes enseñanzas.

“Primero disciplina. La mayoría de estos chicos somos muy estrictos con la disciplina, son chicos que prácticamente no tiene vicios. Además, para ellos el valor del compañerismo es primordial, son chicos que tienen mucha comunicación, uno podría pensar que son retraídos, pero no, porque el valor de la comunicación es del 50 por ciento del juego, de poder comunicarse de manera correcta cuando están compitiendo”.

El presupuesto, parte importante de competir en un Esport

La mayoría de los deportes requieren equipo especializado. Si bien existe en el mundo la conocida frase de que no hay rival pequeño, la realidad es que, tener mejores herramientas para entrenar o competir pueden inclinar un poco la balanza al momento de la verdad.

En los Esports el dinero puede representar una ayuda importante, en especial cuando se trata de armar computadoras con procesadores de más de 600 dólares, con tarjetas de video de más de mil dólares, además del pago de las instalaciones de las llamadas gaming house.

“Hay influencia respecto a los recursos que pueden tener un coreano, un europeo, pero cuando ya estás en las grandes ligas la inversión es muy grande. Por ejemplo, nosotros tenemos 11 equipos, el 60 por ciento de ellos son profesionales, con salarios, cobran premios, pero también tenemos tres instalaciones donde hay jugadores, entrenadores, cocineros, preparadores físicos”.

Los jugadores no viven cada uno en su casa. Para lograr el éxito hay que hacerlos funcionar como una unidad y, aunque suene absurdo, saber trabajar en equipo de forma casi automática. Esto conlleva horas no sólo de entrenamiento, sino también de convivencia. Por eso existen las gaming house, lugares donde los diferentes equipos dan hospedaje, comida y un lugar para entrenar a sus integrantes.

Para satisfacer estos gastos, los patrocinios son parte importante y durante los últimos años las marcas detrás del éxito ya no sólo están en ramo de los videojuegos. Compañías ajenas a la industria han llegado, desde empresas de criptomonedas, artículos para deportes convencionales, marcas de relojes o, incluso, compañías automotrices.

“Es un tema de posicionamiento que es importante”, explicó Arturo Orenday, director de marca de BMW para México y Latinoamérica quien ha incursionado en los últimos meses en apoyar a Club Infinity Esports.

“Somos una de las top 20 marcas del mundo, la gente sabe lo que significa BMW. Es un tema de posicionamiento para las nuevas generaciones”.

Orenday reconoció que involucrar a marcas con un historial tan definido como lo es la empresa alemana de vehículos en un mundo desconocido no fue una labor sencilla, pero era importante dar el paso a otras tecnologías virtuales para estar ahí en el momento adecuado.

“Esto no es un juego, es una profesión. Sé que puede sonar raro porque son videojuegos, pero es algo muy profesional en todos los sentidos. Los nuevos atletas que están haciendo esto requieren una gran preparación y hay grandes arenas para esto. Además. Se viene una cuestión que apunta al metaverso, las nuevas tecnologías, entonces nosotros debemos estar en la jugada antes”, agrega el directivo de la marca alemana quien vio caer muchos tabús cuando presenció la primera competencia.

“Ellos te muestran un sentido del trabajo en equipo, pero además es muy divertido. Nunca me había echado un juego completo de un torneo, pero cuando lo hice puedo decir que estaba emocionado como si vieras Wimbledon o un juego de la UEFA. Es importante abrir la mente, hay que abrir el mundo, hay que salirse de la cajita, y eso es lo que hicimos”.

Los Esports no son una moda pasajera que estalló con la pandemia. La realidad virtual, las consolas de nueva generación capaces de desplegar gráficos 4K con movimientos de hasta 120 cuadros por segundo, el internet de las cosas y velocidades cercanas al gigabyte, harán más relevante este mundo, donde los gamers son sólo el inicio del eslabón. Pensar en hacer una carrera en los videojuegos es algo que los niños tienen en la mira ya, porque representa hacer lo que les gusta en lugar de verse obligados a un área sin su interés. Después de todo, el tema económico ya no es un impedimento, porque uno ya puede vivir de los videojuegos.

nerc