CIUDAD DE MÉXICO, 24 de octubre.- Con las festividades de Hallowen, llegan los disfraces, divertidos, chuscos, en algunas partes ya hacen hasta competencias para saber quién porta el más original.
Estos atuendos poco o nada tienen que ver con las primeras vestimentas, donde los niños salían y asustaban a quien se encontraban en el camino. Algunos de estos disfraces sirvieron de inspiración para películas de terror.
Los celtas utilizaban máscaras macabras con la firme creencia de que estas ahuyentaban a esos seres del inframundo.
Cómo olvidar la bolsa con perforaciones en los ojos y amarrada con un cordel al cuello, las máscaras con forma de cerdo, el arlequín con su sonrisa deforme y la típica calabaza donde un pequeño metía la cabeza.
Más de uno llegó a preguntarse si alguien estaba dentro de esos disfraces, no lo sabías, hasta que escuchabas que el menor hablaba o se movía.
Seguramente muchos de nosotros tenemos aún pesadillas recordando uno o varios de estos atuendos.
Imagina la escena, vas caminando por una calle solitaria, de repente se te acerca un par de estos personajes y te preguntan… ¿Dulce o travesura? ¿Qué responderías?
mef
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