El libro ‘Radicales libres’ escudriña lo femenino y la maternidad

CIUDAD DE MÉXICO. “La historia siempre parece un ente separado de los individuos, pero siempre he creído, desde mi primera novela, La corte de los ilusos, que la historia sólo se da en el ámbito de la vida privada, es decir, que la historia nos afecta de distintas maneras y que no podemos negar cada uno de nosotros que somos seres de nuestro tiempo”, asevera la escritora Rosa Beltrán (Ciudad de México, 1960), quien publica su más reciente libro Radicales libres, una historia que explora seis décadas desde los ojos de una adolescente de 14 años.

Publicada por Alfaguara, esta novela “va desde 1968 hasta la pandemia, pasando por las utopías socialistas, la caída del Muro de Berlín, la época de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, los años 90, el ingreso a internet, pero ligado a vidas particulares. Además de las distintas formas de feminismo y las distintas maternidades”, detalló en entrevista.

Pero lo que en el fondo busca esta historia, explica, es ir más allá del relato tradicional de la madre abnegada. “Es una ficción que se trató de perpetrar por años en el Día de la Madre y ese tipo de maternidad que siempre acepta estar a cargo de los hijos, de la casa y con una sonrisa en los labios mientras espera al esposo con un pay de manzana. Todo eso es propaganda que nació en Estados Unidos y permeó a nuestra cultura”.

Así que esta novela habla de las distintas maternidades. “Se trata de tres mujeres de distintas generaciones que son afectados de distinta manera por la elección de una maternidad no convencional”.

Y en el fondo, explica, “de lo que se está hablando es de un derecho a utilizar el cuerpo de parte de las mujeres por el que se ha luchado durante muchos años.

Desde el inicio, la chica se convierte en una suerte de detective literario que deberá descubrir las razones que llevaron a su mamá a partir de casa, a bordo de una Harley-Davidson, con su vecino, un extravagante pintor y lector de cartas zodiacales.

Creo que la intención de la literatura es que quien escribe, pero sobre todo quien lee, se convierta en Sherlock Holmes, porque se dedica a explorar un misterio, algo que no conoce”, abunda.

Todos tenemos esa historia que contar y creo que muchas mujeres son esas radicales libres, quienes no necesitan pasar a la historia con nombre y apellido para vivir una vida no convencional. Pienso que, como mujeres, tenemos que aprender estrategias de sobrevivencia, porque ser mujer, básicamente, es ser una sobreviviente, en un país donde 11 mujeres son asesinadas al día sólo por el hecho de ser mujer”, concluye.

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