Logo de Excélsior                                                        
Expresiones

Demolerán el Teatro Julio Jiménez Rueda; enajenarán el predio

En nombre de la austeridad, el INBAL aceptó la extinción de la sala y firmó un convenio con el ISSSTE para suprimir los acuerdos que protegían al recinto desde 1961

JUAN CARLOS TALAVERA | 23-06-2020
Foto: Quetzalli González/ Ilustración: Horacio Sierra
Foto: Quetzalli González/ Ilustración: Horacio Sierra

CIUDAD DE MÉXICO.

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), que dirige Lucina Jiménez, aceptó la extinción del Teatro Julio Jiménez Rueda en nombre de la austeridad. Así lo confirma el convenio que firmó con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), donde acordó la supresión de los acuerdos que protegían al recinto, con lo que INBAL renunció al espacio que fuera concedido para este fin, desde 1961, por el entonces presidente Adolfo López Mateos, e informó que desde el pasado 7 de mayo se notificó que el inmueble será enajenado.

Incluso el INBAL accedió a “mantener a salvo y a sacar en paz al ISSSTE de todo tipo de responsabilidad, demanda, denuncia, queja, procedimiento, reclamación, daño, perjuicio o litigio en cualquier materia que pretendieren los trabajadores y/o beneficiarios del INBAL”, como se lee en la última página de dicho convenio revelado ayer por el actor y promotor cultural Rubén Ortiz.

Con este convenio el INBAL y el ISSSTE dieron por terminado el contrato que data de 1965 y extinguieron sus efectos. Además, suprimieron el convenio de colaboración del 14 de junio de 2018, luego de supuestas afectaciones por los sismos de 2017, donde se garantizaba la reposición del teatro en caso de ser demolido.

Excélsior consultó a distintas fuentes sobre el tema. Todas confirmaron que el INBAL entregará el inmueble en agosto para que las instalaciones sean demolidas, junto con otros edificios aledaños. Posteriormente, el predio será enajenado para construir un complejo de oficinas y comercios con un proyecto que ya fue avalado por el gobierno federal, más allá del proyecto impulsado por Joel Ayala, secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).

Mientras tanto, los trabajadores del INBAL que aún laboraban en dicho espacio todavía esperan acordar sus condiciones de reacomodo en otros teatros de la capital.

 

INBAL E ISSSTE CHOCAN

De acuerdo con un documento interno que fue elaborado por el INBAL, obtenido por este diario desde los sismos de 2012 “se realizaron peritajes para determinar las condiciones estructurales del inmueble”.

Detalla que en octubre de 2014 se hizo una nueva “evaluación estructural y se concluyó que existía un riesgo para el edifico número 154 y en consecuencia para el teatro”. Pero el 30 de noviembre de 2017, “el INBAL fue emplazado al juicio ordinario civil promovido por el ISSSTE en contra del Instituto y de la Secretaría de Cultura, pero la demanda que fue radicada.

El juicio se dio por terminado por desistimiento de la acción presentada por el ISSSTE debido a la celebración de un convenio de colaboración suscrito entre el INBAL e ISSSTE, previo punto de acuerdo emitido por el Senado de la República, conminando al ISSSTE y al INBAL a llegar a un acuerdo que permitiera el funcionamiento del teatro”, anota el documento.

Esto derivó en el convenio de colaboración de 2018 que garantizaba, en caso de la demolición del teatro, la reposición de un inmueble con características similares, mientras el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) prestaba el teatro Isabela Corona, pese a que no reunía las mismas condiciones.

El 13 de junio de 2019, el gobierno federal solicitó a la SC que actualizara el decreto de 1961. Sin embargo, “desde Presidencia se definió que en las instalaciones del ISSSTE, ubicadas en Plaza de la República, se lleve a cabo la construcción de un complejo de oficinas y comercios, lo cual hace necesario que el Teatro Julio Jiménez Rueda sea demolido”,  explica el informe.

Y se aclaró que “para disponer de este espacio no se requería un nuevo decreto por dos motivos. Primero, porque el decreto de 1961 ya cumplió con la finalidad para la que se otorgó; y porque las facultades en materia de patrimonio inmobiliario del Gobierno Federal corresponden al INDAABIN y no al titular del Ejecutivo Federal.

Con la extinción del Teatro Julio Jiménez Rueda, ubicado en avenida Plaza de la República 154, Colonia Tabacalera, se muere uno de los espacios más emblemáticos de la Ciudad de México, señalado como uno de los foros escénicos más grandes de México, dotado con 522 butacas, que permaneció en comodato con el INBA hasta este año, el cual funcionó como sede del Teatro Escolar, del Festival Internacional Cervantino, del Encuentro Los Amantes del Teatro y de varias temporadas de la Compañía Nacional de Teatro.

Su concepción se remonta al decreto del entonces presidente Adolfo López Mateos del 15 de febrero de 1961, cuando desincorporó este espacio del dominio público y lo retiró del servicio de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública y se ordenó que una parte de éste se adaptara como sala de espectáculos que primero se entregó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y después al INBA.

La tarde de ayer, una centena de actores, promotores culturales y compañías escénicas se reunieron de manera virtual para protestar por el abandono del Jiménez Rueda, entre lo que se estuvieron: Jaime Chabaud, Luisa Huertas, David Olguín, Hilda Trujillo, Javier Tovarich, Mercedes Olea, entre muchos más. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no lograron acordar las acciones a seguir para mostrar su inconformidad.

Simultáneamente, el INBAL emitió el comunicado 568 en el que confirmó que la Secretaría de Cultura y el INBAL “iniciaron los trabajos para el retiro de equipos y mobiliario del Teatro Julio Jiménez Rueda, en acuerdo de colaboración con los trabajadores que resguardaban ese espacio cultural, perteneciente al ISSSTE, que fue operado por el instituto hasta 2017”.

Sin embargo, aclaró que el proceso legal –en el que intervinieron diversas instancias federales–, concluyeron en la determinación de que el inmueble pertenece al ISSSTE y procede la devolución del mismo por parte del INBAL “y su resultado jurídico señaló que el inmueble debía devolverse al ISSSTE, cuya Junta Directiva autorizó el 7 de mayo pasado, la enajenación del inmueble”.

 

Te recomendamos

Tags

Comparte en Redes Sociales