Alistan estreno sobre el águila real

CIUDAD DE MÉXICO.

La compositora Gina Enríquez Morán (Ciudad de México, 1954) realizará el estreno mundial de Vuela. Homenaje al águila real, obra para orquesta sinfónica y mezzosoprano inspirada en la figura, la leyenda y la historia del águila real, con la Orquesta Filarmónica Mexiquense y bajo la dirección de Gabriela Díaz Alatriste.

El estreno, que coincide con los homenajes por los 500 años de la llegada de Hernán Cortés a la Nueva España, está programado para el 1 de marzo, a las 12:30 horas, en el marco de la inauguración del nuevo espacio que ocupará la agrupación orquestal, en la Sala Elisa Carrillo del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario.

En entrevista, Enríquez Morán detalló su abordaje sobre esta pieza: “Lo que busco es impactar al público para llamar la atención sobre el águila real y, al mismo tiempo, rendirle un homenaje a ese símbolo de nuestro país, que es importante para los mexicanos, para nuestra historia y a esa búsqueda de la paz que, en los últimos tiempos, no hemos tenido”.

Y explicó que dicha obra se divide en tres movimientos. El primero es Vuelo majestuoso y se concentra en describir a esa águila que relatan los documentos históricos, posada sobre el nopal, devorando la serpiente en el Valle de México; es un movimiento que, a través de la música relata ese vuelo que pocos han visto, con las alas extendidas, planeando sobre un valle mítico. “En este punto, lo que exalto es la fuerza, lo que representa la serpiente y los terrores de la humanidad… todo esto y lo que describo en el primer movimiento”, detalla.

Para el segundo movimiento, Vuelo de almas, la compositora explica que ha echado mano de un poema realizado por la escritora Ruth García. “Musicalicé ese poema que describe la parte espiritual del águila y todo lo que representa la parte más elevada de la conciencia humana, porque eso es lo que metafísicamente representa, la conciencia superior del ser humano, donde también se recuerdan las chinampas de Xochimilco y todo lo relacionado con la cultura mexicana”, abunda la creadora.

Y el tercero es Vuelo de raíces, “elaborado a partir de textos míos, donde exploro nuestras raíces, la grandeza de México y nuestros ideales; es un movimiento inspirado en la suma del Himno Nacional Mexicano y Huapango, de Moncayo. Digamos que cito el Himno Nacional con variaciones y lo combino con el motivo rítmico del Huapango, que deriva en una combinación rítmica y espectacular”.

Gina Enríquez detalló que este trabajo lo inició a mediados de 2019, aunque de forma paralela compuso otras dos obras, una enfocada a las abejas y otra, a los caballos.

El águila real es un símbolo de nuestro país, está en la bandera mexicana y es un emblema para nuestro país. Sin embargo, me parecía terrible que estuviera en peligro de extinción. Así que me di a la tarea de ver muchos documentales y empecé a escribir esta obra. Me preocupa el estado de conciencia general de todo el planeta, de toda la humanidad porque estamos con este problema del calentamiento global, de que hay plástico en el mar y todo lo que sucede en el planeta”, añadió.

Por último, adelantó que en el futuro realizará dos obras más con temas ambientales, uno dedicado a la selva amazónica y un réquiem a la vida salvaje en Australia, “porque fue verdaderamente terrible y dramático lo que sigue pasando en ese país después de los incendios”.

Autora de obras como “Marfil, Arrecife, Xunán Kaab (Señora abeja, en maya) y Eqqus, Enríquez Morán fundó en 2003 la Orquesta Sinfónica de Mujeres del Nuevo Milenio, primera agrupación profesional con enfoque de género en México; y en 2019 fue reconocida con la Medalla Mozart, el galardón más importante que se otorga a la música clásica.

Enríquez Morán se formó en dirección de orquesta tomando clases con Leon Bazin. Además, cursó la maestría en la Guildhall School of Music & Drama de Londres. En su larga trayectoria, trabajó en el Programa Nacional de Orquestas y Coros Juveniles de México, aunque también ha sido directora huésped de las orquestas Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional, la Sinfónica Carlos Chávez, la Sinfónica Juvenil de Nebraska, la Sinfónica de la Universidad Autónoma de Hidalgo, la Orquesta Filarmónica 5 de Mayo y Solistas Ensamble de Bellas Artes.

Y como compositora ha estrenado varias obras para ensambles instrumentales, coros y orquesta sinfónica, entre las que destacan Octeto Enigmático (1986), Concertino para Violoncello y Orquesta de Cámara (1990), Oda a los Animales (1993) para coro infantil y orquesta, El Espejo y la Lámpara (1997) para coro infantil y orquesta, Tango (2001),  Fantasía en Jazz (2009),  Claro de Luna (2013) e Impromptu (2015) para trío de percusiones, por  mencionar sólo algunas.