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La inclusión laboral es una cuestión de lógica/logística en Onest

Bien planeada, la contratación de colaboradores con discapacidades físicas o intelectuales es una estrategia empresarial inteligente

The Insight MX | 30-03-2017

CIUDAD DE MÉXICO.

Bien planeada, la contratación de colaboradores con discapacidades físicas o intelectuales es una estrategia empresarial inteligente. Con el 4% de su nómina de 2,600 empleados, el proyecto de inclusión laboral de Onest Logistics es un buen ejemplo para el sector logístico.

Tres años. Es el tiempo que tardó Ricardo Mendoza (32) en encontrar un empleo. No es que las decenas de empresas donde tocó la puerta se negaran a contratar a este delgado, risueño y algo tímido joven por falta de experiencia o ganas de trabajar. “No podemos contratar a sordos, sería un problemón”, fue la respuesta que le tocó oír muchísimas veces.

Un amigo “oyente” – así lo dice Ricardo – le comentó que Onest Logistics, una empresa que presta servicios logísticos integrales para empresas globales de sectores como el textil, editorial y perfumes y productos cosméticos, sí contrata a personas con discapacidades. Ahora, Ricardo ya lleva más de dos años como colaborador de almacén en Macro 1, uno de los principales centros de distribución que la empresa tiene en Cuautitlán Izcalli (Edomex).

El trabajo de Ricardo consiste en comprobar pedidos y cantidades de productos, recoger productos del fabricante de perfumes Puig de los anaqueles y volver a empacarlos. Su horario es el mismo de los demás empleados: de 8 a 5, y cuando hay mucho movimiento, una o dos horas más. Los martes y los jueves también asiste una hora a los cursos de enseñanza primaria que la empresa ofrece a sus empleados en un salón dedicado dentro de las instalaciones.

El mismo trato para todos

Claudia Ochoa, coordinadora del programa de inclusión de social, explica que el mismo trato, tanto a nivel de exigencia laboral como de sueldo, es una de las bases del éxito de un proyecto de inclusión social: “Así los demás trabajadores se dan cuenta de que a todos se les exige lo mismo, y esta es la mejor manera de integrar a sus colegas con capacidades diferentes”.

Otro factor importante es la concientización de los demás trabajadores y de los cuadros medios. “En algunos casos, los coordinadores y jefes de equipo que nunca han trabajado con personas con discapacidad son algo renuentes. Para vencer estas barreras, organizamos cursos de sensibilización. Y una vez que vean el empeño y la dedicación de estos colaboradores, se convierten en los mejores promotores de esta iniciativa”, explica Claudia Ochoa.

En este momento, Onest Logistics tiene una nómina de 2,600 empleados, de los cuales 105, el 4%, tienen una discapacidad intelectual o física. Su director de Recursos Humanos, Jorge Flores, explica que desde el inicio los socios fundadores tuvieron muy claro que la inclusión social de colaboradores con discapacidades físicas e intelectuales, y de grupos vulnerables como los adultos mayores, iba ser una prioridad: “Cuando los dueños y los altos ejecutivos asumen este tipo de compromisos, todo es obviamente mucho más fácil”.

La meta del grupo es por lo menos alcanzar la cifra del 5%, que recomienda la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y que corresponde con muchas de las estadísticas oficiales sobre el porcentaje de la población activa que tiene alguna discapacidad física o intelectual.

Todos los promotores de este tipo de inserción laboral insisten en que esto no debe verse com una iniciativa filantrópica, sino más bien como una estrategia empresarial que, bien implementada, puede volver a las empresas más sostenibles.

En un artículo de opinión sobre la Inclusión Laboral publicado en la revista Expansión, el Director General de Onest, Rubén Imán Treviño, da algunos ejemplos muy claros de lo mucho que pueden aportar estos colaboradores a las empresas logísticas:

“Pueden estar en todas las áreas: maquila, etiquetado, captura de datos, inventario, en el call center, en el área administrativa, o donde sea. Su productividad es buena. En cuestión de semanas o meses, el nivel de operación de una persona con discapacidad es exactamente el mismo que el de un trabajador regular. Además de que los empleados con discapacidad se concentran en el trabajo, no se distraen como los otros colaboradores”.

“¿Qué hay que hacer para implementar un proyecto así?”, se preguntarán muchos empresarios. En los últimos años, muchas empresas interesadas en llevar adelante proyectos de responsabilidad social deciden contratar los servicios de asociaciones civiles u organismos como Éntrale – Alianza por la Inclusión Laboral de Personas con Discapacidad. Esta última es una iniciativa del Consejo Mexicano de Negocios y asesora a más de 55 empresas.

También Estafeta es incluyente

Una de las empresas logísticas que trabaja con Éntrale es Estafeta. La mayor empresa de mensajería de capital mexicano, que tiene algo más de 6,100 empleados, empezó en 2016 con un programa de inclusión social. En este momento ya cuenta con 42 empleados con algún tipo de discapacidad (39 de tipo físico y tres intelectuales). A largo plazo, Estafeta pretende alcanzar la meta del 5% (305 empleados) a largo plazo.

Tanto en Onest como en Estafeta llama la atención la gran proporción de trabajadores con discapacidad auditiva: 32% en Onest y 26% en Estafeta. Jorge Flores explica: “Es una discapacidad que realmente no constituye un obstáculo mayor en muchas de las tareas específicas que se llevan en almacenes logísticos como los nuestros. Nuestra experiencia nos dice que son empleados muy dedicados que han tenido enormes dificultades para encontrar un trabajo formal”.

Ese es precisamente el caso de Sergio García-Villalobos (23) y Marco Antonio Macario (30). Ambos trabajan en la cuenta del fabricante francés de cosméticos y productos de cuidado de la piel Clarins. Marco Antonio – todos le conocen como Macario – ya tiene más de tres años trabajando en Onest y le está enseñando a Sergio cómo manejar la pistola de escaneo para el trabajo de surtido de productos y colocación de las cajas.

Gracias a la traducción del lenguaje de señas por una colaboradora del equipo de inclusión, Macario explica que una de las cosas que más aprecian en su trabajo es la buena relación con los colegas: “Trabajamos mucho, pero también nos reímos mucho”. La sonrisa en la cara de ambos que se ve en la fotografía que ilustra este reportaje lo confirma.

A las empresas que tienen un genuino interés en iniciar este tipo de proyectos, Jorge Flores les recomienda ir paso a paso y trabajar con varios socios. “Esto te permite aprender mucho más y estar más actualizado, que trabajando con una sola entidad”.

Más de la cuarta parte de sus colaboradores con discapacidades llega a través de Centros de Atención Múltiple, que dependen de la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal. La misma proporción entra en contacto con Onest Logistics después de ver anuncios de vacantes.

Aprender a manejar patines y a emplayar

Junto con los servicios del DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia) de Cuautitlán-Izcalli, Onest desarrolló un módulo de formación profesional logística para personas discapacitadas. Jorge Flores explica que, por la presencia de muchísimas empresas del ramo en esta zona, la compañía consideró que era una excelente idea ofrecer una formación en la que se enseñaba cómo manejar un patín, emplayar (asegurar varias unidades de mercancía apiladas en una tarima, forrándolas con un plástico adherente) y etiquetar, y se daban nociones básicas de ergonomía para levantar cajas.

“Desgraciadamente, por el cambio de administración local, cambiaron las prioridades. El proyecto sigue allí y podemos retomarlo, eventualmente con otros organismos”, señala el director de RH.

Es la hora de la comida y junto con otro compañero, don Joaquín Peña (58) se apresura para entregarles a sus colegas sus respectivas bolsas y mochilas con el itacate. Una vez que ha atendido a todos, explica que durante ocho años estuvo desempleado: “Por mi edad y por mi artritis reumatoide, ya nadie me quería contratar. Para poder sacar una lanita, hice un curso de reparación de electrodomésticos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMMS) para poder trabajar en casa”.

Sin embargo, cuando en el Centro de Capacitación y Rehabilitación para el Trabajo, que depende del IMSS, le hablaron de una vacante en el guardarropa para empleados Onest, se presentó y consiguió por fin un trabajo. “La verdad es que estoy muy contento, hasta estoy estudiando la prepa aquí en la escuela de la empresa”. Admite que le cuesta hacer las tareas y estudiar en casa porque suele llegar a ella, bastante cansado, entre las 8 y las 9 de la noche: “Pero aun así, le echo ganas”.

 

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*Este contenido es publicado con autorización de The Insight.

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