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Habitante de Iztapalapa, damnificada del 19-S y víctima del covid-19

Después de 33 meses del sismo, la Comisión para la Reconstrucción no le ha dado a Evangelina un diagnóstico de los daños de su casa, partida por grietas

Georgina Olson | 29-06-2020
Evangelina muestra las grietas de su casa en la colonia Del Mar. Foto: Especial
Evangelina muestra las grietas de su casa en la colonia Del Mar. Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.

Evangelina lleva 30 años viviendo en su casa de la calle de Piraña, en Iztapalapa, pero ahora enfrenta una situación desesperada: después de 33 meses del sismo del 19 de septiembre de 2017, la Comisión para la Reconstrucción no le ha dado un diagnóstico de los daños de su casa, partida por grietas.

33 meses después del sismo del 19 de septiembre de 2017, Evangelina acusa que no hay un dictamen de su casa

A ello eso se sumaron las nuevas que provocó el sismo del martes pasado y el duelo porque el pasado 28 de mayo, en esa misma casa, murió su hermana a causa del covid-19.

Evangelina Hernández Cadena tiene tres hijos, pero tras la muerte de su hermana “adoptó” a sus tres sobrinos.

“Estoy al frente de la familia, estoy tratando de ser fuerte, pero me enoja cuando escucho al comisionado para la Reconstrucción, César Cravioto, diciendo que la reconstrucción de casas va muy avanzada. No es cierto, aquí han venido muchas veces arquitectos, ingenieros; mis hijos dicen que ya es una burla porque nadie nos dice cuándo empezarán a rehabilitar la casa”, acusa.

Hace un año, en una reunión de Damnificados Unidos, Evangelina le expresó a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que estaba desesperada porque no tenía fecha para la reconstrucción de su casa. “Todo tiene un proceso, hay una lista, pero sí se les va a rehabilitar”, asegura que le respondió.

El día de aquel sismo se cayeron los azulejos del techo del baño y parte del plafón, y en las paredes hay grietas”. Afuera de la casa se observan grietas en un muro.

Luego, el 15 de mayo pasado, su hermana –hipertensa y con 54 años, empezó a sentirse mal. La llevó al médico y le diagnosticaron una infección en la garganta. La tos aumentó y regresaron al médico, quien consideró llevarla a un hospital, pero se negaron ante el temor de que ya no saliera con vida de ahí.

Evangelina y su mamá, decidieron cuidar a su hermana en casa y le compraron el tanque de oxígeno que indicó el médico con el dinero que mandó su cuñado que trabaja en Estados Unidos.

Con tos todo el tiempo, le costaba trabajo respirar; hicimos todo lo que pudimos, pero murió el 28 de mayo”.

 

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