CIUDAD DE MÉXICO.
Esta semana la movilidad en la Ciudad de México lució desafiante ante un virus que no da tregua y que amenaza con matar a muchas personas más: el covid-19.
Miles de capitalinos visitaron restaurantes, como en la Zona Rosa; realizaron compras en el Centro Histórico, aprovechando el Buen Fin; y saturaron diversos parques con el pretexto de hacer ejercicio.
El sistema de Transporte Colectivo Metro fue el que vio la mayor muestra de aglomeración, como en la estación Hidalgo en la que los pasajeros no respetaron la sana distancia y, aunque la mayoría portaba cubrebocas, muchos lo usaban de forma incorrecta.
Así nos agarró la llamada nueva normalidad, con escenas de prepandemia y habitantes renuentes a cuidarse.
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LECQ
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