Alejandra Barrales, precandidata única del PRD a gobernar CDMX

CIUDAD DE MÉXICO

Alejandra Barrales ganó las encuestas aplicadas por el PRD para definir su candidatura por la jefatura de Gobierno.

Gana Barrales encuestas de candidatura del PRD para CDMX

La exlíder nacional del PRD ha sido la principal promotora del espíritu aliancista de su partido, que se unió al PAN y a Movimiento Ciudadano para conformar la coalición Por la CDMX al Frente.

Dicho grupo de partidos es el vehículo que Barrales se construyó para contender por la candidatura; tejió alianzas con la mayoría de las corrientes internas, a fin de garantizar la mayor cantidad de votos en el Consejo Estatal Electivo, y cerró su precampaña con el impulso que no tuvo al inicio de la contienda interna perredista.

Nació en 1967, vivió su infancia en la colonia Tránsito, un barrio del centro de la Ciudad de México.

Estudió en escuela de monjas, su padre conducía un autobús y su madre también trabajaba para ayudar a sostener a la familia.

A los 18 años, ingresó a laborar de sobrecargo; en 1991, contendió por primera ocasión para encabezar la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación.

Tras ingresar como secretaria de prensa, logró ascender hasta dirigir dicha organización, de 1995 a 2001, época en la que entró al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Personas cercanas a ella, desde aquellos días, han relatado que ahí fue detectada por Andrés Manuel López Obrador, quien la invitó a afiliarse al PRD; se negó en primera instancia.

Finalmente, ingresó al partido a través de la Corriente de Izquierda Democrática.

En 2003, fue diputada local y vocera de la fracción parlamentaria del PRD.

En ese papel, acompañó a René Bejarano a una entrevista en Televisa, en marzo de 2004, cuando fueron exhibidos los videos que lo exhibían al recibir dinero de Carlos Ahumada.

A partir de la revelación de ese material, Barrales inició su nutrida historia de acercamientos políticos con López Obrador, Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera.

En 2006, Ebrard la nombró secretaria de Turismo; en 2009, dirigió a la fracción perredista en la Asamblea Legislativa (ALDF) y obtuvo la presidencia de la Comisión de Gobierno.

Mancera y Barrales se conocieron en esa época y su relación laboral, ella en la ALDF y él en la Procuraduría General de Justicia, devino en una relación sentimental.

Los proyectos políticos de cada uno los orillaron a terminar su relación en “los mejores términos”, tal y como lo han declarado ambos en varias ocasiones.

De la Asamblea no se fue limpia, ya que un programa de becas para estudiantes terminó por ser auditado, debido a que no hubo padrón de los supuestos 39 mil 349 beneficiarios para rastrear el flujo de recursos.

Cuando Ebrard lanzó su fundación para impulsar su campaña presidencial, Barrales estuvo en primera fila, pero su cercanía con él se fracturó cuando éste decidió apoyar a su secretario de Educación, Mario Delgado, en la carrera por el gobierno capitalino.

Ella lanzó una campaña por su cuenta y alcanzó la segunda posición en las encuestas que definieron a Mancera como candidato del PRD a la jefatura de Gobierno.

Barrales terminó con un escaño en el Senado de la República.

Ahora, en la antesala de la definición de la candidatura a la jefatura de Gobierno, Alejandra cumplió con una frase que se dijo a sí misma en los inicios de su actividad en la política.

No hay marcha atrás”.

*av