Rally letal en la novena; los Diablos noquean a los Tigres

CIUDAD DE MÉXICO.

El estadio Alfredo Harp Helú fue testigo de uno de los momentos más gloriosos del beisbol mexicano en lo que estuvo cerca de ser su último partido de la temporada de estreno. Carlos Figueroa pegó un imparable con do outs en la novena entrada, que combinado con un par errores, permitió las dos carreras con las que Diablos Rojos del México venció dramáticamente 5-4 a Tigres de Quintana Roo, con lo que forzaron un séptimo juego en la serie de postemporada.

Tigres llegó con ventaja de 4-1 al último episodio, gracias a una titánica labor de su abridor Javier Solano, quien, tras ocho herméticas ocho entradas, fue removido de manera sorpresiva por el manager Adán Muñoz, quien decidió jalar por Juan Noriega, quien no había permitido carrera en la serie, con un triunfo y un salvamento.

Juan Carlos Gamboa y Brandon Phillips recibieron sendos pasaportes. Emmanuel Ávila fue dominado con rodado, pero avanzó a los corredores a segunda y tercera.

El capitán Iván Terrazas entró a batear de emergente y se ponchó para el segundo out.

Jesús Fabela, quien había estado batallando a la ofensiva en los últimos juegos (lo que provocó que el manager, Víctor Bojórquez, lo moviera de segundo a noveno bat) se paró en la caja de bateo. En cuenta de tres y dos, el líder de hits de Diablos en la temporada regular respondió con un sencillo productor para acercar a su equipo 4-3.

Entonces apareció Figueroa con su hit al jardín derecho, Eric Aguilera, malabareó la pelota en su fildeo y Fabela se fue a home con el empate. El tiro se le pasó al catcher por lo que el veloz jardinero de Diablos recorrió todas las bases para anotar la carrera de la victoria.

Hoy a las 19:00 horas se jugará el séptimo. El ganador enfrentará a Yucatán por el título sureño.

LA LLUVIA FUE EL PRELUDIO DE LA FIESTA ESCARLATA

De la lluvia al éxtasis. La fuerte tormenta que cayó momentos antes del encuentro no fue impedimento para que el Estadio Alfredo Harp Helú presentara una buena entrada en el juego 6. El júbilo vino después. 

Al final, el público de los pingos pudo celebrar en grande la reacción de los suyos en la novena. Hoy, una nueva prueba. Pero ayer todos festejaron. Santiago Harp, hijo del dueño de los Diablos, Alfredo Harp Helú, bajó del palco para abrazar a Carlos Figueroa mientras éste daba entrevistas. “Te dije, Figui, te dije”, se le escuchó decir.

AMU

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