Jeep Gladiator Mojave, el amo de las dunas

Jeep retocó la Gladiator para convertirla en la aliada perfecta para conquistar la arena, su suspensión mejorada y chasis reforzado evitan que esta pick up se doblegue en la inclemencia del desierto

Foto: Salomón Ramírez / Fotoarte: Erick Zepeda
Foto: Salomón Ramírez / Fotoarte: Erick Zepeda

CIUDAD DE MÉXICO.

Dicen que cuando otros ape­nas van por la leche, Jeep ya viene de regreso con la crema lista y la ejecución de versio­nes como la Gladiator Mojave es una clara muestra de ello.

La marca de vehículos to­doterreno más popular del mundo parece no tener paz en su alma, pues mientras que en algunos segmentos se encuentra multiplicando su oferta con ediciones especia­les y versiones más enfocadas en un mejor desempeño, en otros se reinventa por com­pleto e incorpora productos totalmente nuevos, para lle­var a la firma a donde nunca antes había estado.

Con la versión Mojave de la pick up más persona­lizable del mundo, llega un vehículo que se especializa, como su nombre lo indica, en el desierto.

Y es que cuando se eligió este nombre para diferen­ciar a esta Gladiator del res­to, se pensó no en la versión 10.14 del sistema operativo de Apple, sino en el famoso de­sierto norteamericano ubi­cado entre California, Utah, Nevada y Arizona, nombra­do así por el pueblo indígena Mojave.

 

 

De tal suerte que esta ca­tegoría ha dotado a esta pick up de cualidades únicas, es­pecíficamente desarrolladas para mejorar su desempeño a altas velocidades sobre arena y territorios desérticos.

Cuando la vimos por pri­mera vez, en el Autoshow de Chicago del año pasado, no imaginamos que fuera una versión que modificara tan­to su comportamiento, pues estéticamente era muy simi­lar al Gladiator en su versión Rubicon.

Sin embargo, la categoría Desert Rated ha echado mano de una serie de innovaciones tecnológicas, como una nue­va suspensión, que integra to­pes delanteros de absorción hidráulicos para adaptarse de mejor forma a las condiciones arenosas sin comprometer la estabilidad de la pick up, ejes más sólidos y la más recien­te actualización del sistema 4x4 Command-Trac, para ha­cerlo el Jeep más evolucio­nado cuando de correr en la arena se trata, garantizando resistencia a los rebotes en trayectos a alta velocidad en off-road.

Y fue precisamente ahí, en el caudal de un río seco, donde pusimos a prueba sus capacidades. No podíamos creer que los refuerzos que los ingenieros que Jeep co­locaron en el chasis fueran tan útiles para mantener bajo control a este mastodonte, el cual, sin importar lo suelta que encontramos la superfi­cie del camino, siempre fue capaz de llevarnos en la tra­yectoria deseada.

 

 

La Mojave, por fuera, in­corpora sutiles toques que no la delatan como la líder de la manada, sin embargo, al­gunos detalles estéticos nos permitirán diferenciarla de cualquier otra, por ejemplo, el baño de pintura gris que recibió la carrocería (especial para esta versión) mezclada con pequeños toques en co­lor naranja, como en los gan­chos de arrastre.

Sobre el cofre han coloca­do una toma de aire central, aunque lo más interesante está debajo de la carrocería.

Para garantizar la fuerza necesaria para salir adelante de cualquier maniobra dentro y fuera del asfalto, esta Gla­diator está impulsada por el ya conocido motor V6 de 3.6 litros Pentastar, que es ca­paz de desarrollar 285 caba­llos de fuerza y empujar con 260 libras-pie de torque, gra­cias a la gestión de una trans­misión automática de ocho velocidades.

En ninguna maniobra y bajo ninguna circunstancia el motor se siente falto de poder e incluso es capaz de arrastrar 2.7 toneladas y cargar hasta 550 kilogramos.

 

 

Al interior, el confort corre a cargo de enormes asientos forrados en piel, que garan­tizan una buena sujeción y se complementan con un avanzado sistema de au­dio Alpine de 9 bocinas, que se acompaña por un sistema de infoentretenimiento cuya pantalla táctil es de 8.4 pulga­das y proyecta la cuarta gene­ración del sistema Uconnect.

Aunque la Gladiator es una pick up que ya habíamos ma­nejado en distintos caminos, la versión Mojave nos volvió a demostrar, de camino a Valle de Bravo, que tanto por den­tro como por fuera del asfal­to es un vehículo cómodo y bien preparado para enfren­tar cualquier escenario.

En la historia, esta pick up quedará registrada como la primera que se comerciali­zó bajo la nomenclatura De­sert Rated, que desarrolló una marcha y estabilidad espe­cíficas, con una suspensión calibrada para terreno are­nosos que no compromete el confort, aun en las maniobras más adversas; la tracción en estas condiciones, el incre­mento en la distancia al piso, en la longitud de los ejes, y los neumáticos de 33 pulga­das, para una mejor manio­brabilidad y refuerzos para soportar el calor extremo, la gruesa arena, grava suelta y el polvo que suelen acompañar a los inclementes entornos desérticos.

 

 

 

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