Adrenalina

El guaje, un premio dado por casualidad

A cuatro días del inicio del primer certamen, en 1993, todo estaba listo para el torneo menos el trofeo que se le daría al campeón...

Ricardo Coello/ ENVIADO | 02-03-2013
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ACAPULCO, 2 de marzo.- El trofeo que hoy por la noche levantará David Ferrer por cuarta ocasión, o Rafael Nadal por segunda, el Guaje de Plata, es el trofeo que desde la primera edición se le entrega al campeón del Abierto Mexicano de Tenis.

Lo que pocos saben es que a cuatro días del inicio del primer certamen, en 1993, los organizadores tenían todo listo, menos un trofeo para el campeón del certamen, lo que puso de cabeza a todo el comité organizador, y más de uno tuvo que correr para resolver el problema.

El entonces director de mercadotecnia del Abierto Mexicano, Alejandro Orvañanos, relató a Excélsior las peripecias para obtener el trofeo al campeón del torneo.

“Cuando llegó el tiempo de jugarse el primer torneo en 1993 Carlos Gómez y Gómez, que era el presidente de Banco Mexicano, me llamó y me dijo ‘tenemos todo listo, pero nos acabamos de dar cuenta que no tenemos trofeo, ¿qué hacemos?’, y era un jueves, le dije que me dejara pensar”, recordó Orvañanos.

“Como a la media hora le llamé y le dije ‘oye, ¿conoces a la gente de (joyería) Tane?’ y me dijo que sí, y le pedí que les avisara que me abrieran la tienda en la noche, y fuimos Solange Lucio, Manuel González Sordo y otras personas, todos accionistas de Banco Mexicano, y fuimos a Tane, les platicamos de qué se trataba y nos abrieron la tienda porque ya habían cerrado”, añadió.

Una vez que entraron, tuvieron en mente otra situación relacionada con al agotamiento físico de los jugadores.

“Necesitábamos un trofeo primero, que se pudiera cargar con las dos manos en son de triunfo, porque tenían cosas muy bellas, tenían gallos y otras cosas, y al final escogimos el guaje porque era lo más cercano a un trofeo.

“Ya después vimos la historia de que el guaje era un artículo con el que uno iba al río y le metían agua fresca y el guaje la mantiene fresca durante semanas y para nosotros representaba también una historia de México”, comentó Orvañanos, quien dijo que para el segundo año al trofeo se le agregaron los detalles de las pelotas de tenis en oro.

Cuando el comité organizador del Abierto decidió incluir a la rama femenil, el tema del trofeo ya no fue un problema.

“El trofeo que se le da a la campeona de tenis que es una pelota ya tiene otra historia, pero nada que ver con lo que nos pasó con el guaje, además hace 20 años mi responsabilidad era el marketing del torneo, y cuando surge el cuadro de mujeres ya estaba en otras áreas”, concluyó.

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