Logo de Excélsior                                                        
Trending

La leyenda del Conde Ferdinand von Zeppelin y su gigantesco dirigible

El visionario del cielo, Ferdinand von Zeppelin --quien no era piloto--, cambió para siempre la historia de la aeronáutica con su legendaria invención, el 20 de julio de 1900

Pedro Díaz | 20-07-2023
Vuelo del Zeppelin
Indudablemente, la aparición de estos gigantescos dirigibles en el cielo provocó una gran conmoción y asombro en la sociedad de aquella época. Fotografía: USCG

El gigante del cielo: el dirigible de Zeppelin

¿Alguna vez has oído hablar del Conde Ferdinand von Zeppelin? Pues, déjame contarte sobre él. Zeppelin, conocido por ser un genio de la aeronáutica, es una leyenda.

Es una figura histórica cuya influencia en el mundo de la aeronáutica sigue siendo relevante hoy en día. Su legado persiste en la invención del dirigible, una aeronave que cambió el curso de la historia de la aviación. Su historia inspira a las nuevas generaciones a soñar en grande y a esforzarse por alcanzar sus metas.

 

Youtube Imagen
Icono Play youtube

 

Pero, ¿cómo se convirtió en esta leyenda? Bueno, todo comenzó cuando era joven. Zeppelin no siempre fue un inventor genial, al principio, fue simplemente un chico con una gran imaginación. Pasaba sus días soñando despierto, mirando al cielo y preguntándose cómo sería volar.

A medida que crecía, su curiosidad por el cielo solo aumentaba. Decidió entonces estudiar ingeniería aeronáutica, y así comenzó su viaje en el mundo del aire. Trabajó día y noche en su gran sueño: un gigante volador que cambiaría la historia de la aeronáutica.

 

¿Para qué elevaron este zepelín en Buenavista?

 

Luego de años de trabajo arduo, finalmente lo logró, creando su primera aeronave, el dirigible. Este no era cualquier dirigible, era enorme, como nada que el mundo hubiera visto antes.

El día que Zeppelin mostró su invención al mundo, se convirtió en inmortal.

Su dirigible era más que un avance tecnológico, era un testimonio de la audacia humana y la innovación. Desde entonces, Zeppelin se convirtió en un nombre que todos en el mundo de la aeronáutica reconocen.

Su impacto fue tal que su invención lleva su nombre: los Zeppelin.

La historia de Zeppelin es una inspiración para todos nosotros, nos enseña a soñar en grande y a trabajar duro para hacer realidad nuestros sueños. Así que la próxima vez que mires al cielo y veas un dirigible, recuerda a Zeppelin. A él le debemos esta magnífica creación que ha cambiado la forma en que vemos y viajamos por el cielo.

El legado de Zeppelin sigue vivo, y siempre lo estará, en cada dirigible que surca el cielo. Aunque Zeppelin ya no esté con nosotros, su espíritu sigue volando alto, en cada gigante del cielo.

Y así fue, queridos lectores, como Zeppelin y su dirigible se volvieron una leyenda. 

 

Los dirigibles Zeppelin 

 

Ferdinand von Zeppelin no era un piloto, sino el inventor y promotor de los dirigibles que llevan su nombre. Fundó la compañía Delag, que se convirtió en la primera aerolínea comercial del mundo. Sus dirigibles se usaron para una serie de vuelos, tanto comerciales como militares.

Uno de los viajes más famosos de los dirigibles Zeppelin fue la travesía del LZ 127, también conocido como el Graf Zeppelin. Este aeronave fue uno de los más exitosos de su tiempo. Completó numerosos vuelos, incluyendo:

Vuelta al mundo: En 1929, el Graf Zeppelin realizó un vuelo de circunnavegación alrededor del mundo. Este vuelo fue patrocinado por el editor del periódico estadounidense William Randolph Hearst, y duró 21 días.

Europa a América del Sur: En septiembre de 1930, el Graf Zeppelin inició una serie de vuelos comerciales regulares entre Alemania y Brasil, una ruta que ninguna aeronave había hecho regularmente antes.

Polo Norte: En 1931, el Graf Zeppelin llevó a cabo una expedición científica al Ártico, convirtiéndose en el primer vehículo aéreo en llegar al Polo Norte.

Es importante mencionar también el LZ 129 Hindenburg, que se hizo famoso por su desastre en 1937. Aunque el Hindenburg realizó varios vuelos transatlánticos exitosos antes de su accidente, es más conocido por la tragedia que se produjo durante su intento de aterrizar en Lakehurst, Nueva Jersey. Este incidente, en el que murieron 36 personas, marcó el fin de la era del dirigible.

El asombro generalizado por los Zeppelin

Indudablemente, la aparición de estos gigantescos dirigibles en el cielo provocó una gran conmoción y asombro en la sociedad de aquella época. Las personas estaban acostumbradas a los barcos y trenes como los principales medios de transporte a larga distancia, por lo que la idea de una gran estructura flotante que podía volar por los cielos era algo completamente novedoso y sorprendente.

El aspecto majestuoso y grandioso de los dirigibles, que parecían flotar con gracia a pesar de su enorme tamaño, atraía a multitudes siempre que aterrizaban o despegaban. Muchos veían estas aeronaves como un testimonio del progreso y la innovación humanos, un símbolo de la era moderna que se estaba abriendo camino. Los vuelos de los Zeppelins se convirtieron en eventos sociales importantes, con gente viniendo de lejos para verlos.

 

El zepelín más grande del mundo choca durante vuelo de prueba

 

No obstante, también hubo cierta preocupación y temor. La idea de volar a altitudes tan altas era aterradora para algunos, y los riesgos asociados con los vuelos en dirigible --particularmente los riesgos de incendio dado el uso de hidrógeno inflamable-- eran bien conocidos.

Después del desastre del Hindenburg en 1937, la opinión pública se volvió en gran medida en contra de los dirigibles como medios de transporte. El incidente, que fue ampliamente publicitado y documentado, demostró de la forma más dramática posible los peligros de los viajes en dirigible y marcó el principio del fin para los grandes Zeppelins.

El accidente del Hindenburg en 1937

El 6 de mayo de 1937, el dirigible alemán LZ 129 Hindenburg, una de las maravillas aeronáuticas más imponentes de su época, se encontraba en su vuelo inaugural de la temporada, culminando su travesía transatlántica en el Naval Air Station Lakehurst en Nueva Jersey, Estados Unidos. Sin embargo, este que prometía ser un evento espectacular se transformó en una tragedia inimaginable.

El Hindenburg, que medía aproximadamente 245 metros de largo y podía transportar a más de 70 pasajeros y tripulantes, se había llenado de hidrógeno, un gas altamente inflamable. Alrededor de las 7:25 p.m., mientras el dirigible intentaba realizar un aterrizaje de alto viento, de repente estalló en llamas. En cuestión de segundos, la majestuosa aeronave se redujo a un esqueleto ardiente, cayendo rápidamente al suelo.

De las 97 personas a bordo, 35 perdieron la vida en el Hindenburg, así como un miembro del personal de tierra. El incidente fue capturado en filmación y fotografías, y su impactante imagen se convirtió en un emblema de los peligros asociados con los viajes en dirigible.

La era del dirigible como medio de transporte de pasajeros prácticamente llegó a su fin. El accidente causó una reacción en contra del uso de hidrógeno para llenar dirigibles y dejó claro que las aeronaves llenas de este gas eran inherentemente peligrosas. Aunque algunos dirigibles continuaron en uso, principalmente para publicidad y como atracciones turísticas, la edad dorada de los Zeppelins había terminado de manera abrupta y dramática.

¿Qué es un dirigible?

Un dirigible es una aeronave más ligera que el aire, con capacidad de maniobra y propulsión propia, que mantiene su forma gracias a una estructura interna. En esencia, son grandes globos aerostáticos controlables y equipados con motores. Su flotabilidad se debe a la presencia de uno o más grandes sacos o "celdas" llenos de gas más ligero que el aire, como el hidrógeno o el helio.

El término "Zeppelin" se refiere específicamente a los dirigibles rígidos producidos por la compañía alemana fundada por el conde Ferdinand von Zeppelin a principios del siglo XX. Estos Zeppelins se distinguían de otros tipos de dirigibles por su estructura interna rígida, generalmente hecha de aluminio o una aleación similar, que contenía una serie de celdas de gas independientes. Esta estructura permitía a los Zeppelins ser más grandes y capaces de llevar cargas más pesadas que otros tipos de dirigibles.

Los Zeppelins fueron utilizados para una variedad de propósitos, incluyendo transporte de pasajeros, exploración, observación militar y bombardeo durante la Primera Guerra Mundial. A pesar de su eventual declive después del desastre del Hindenburg en 1937, los Zeppelins son recordados por su papel pionero en la historia de la aviación.

Vida y obra de Von Zeppelin

Con 20 años, este ingeniero civil, combatió a capa y espada en las filas del ejército prusiano y durante la Guerra de Secesión Norteamericana (1861-1865), en el campamento de globos aerostáticos del profesor Thaddeus S. C. Lowe, Von Zeppelin realizó sus primeras ascensiones en globo para que el ejército del Norte no perdiera detalle en esa batalla.

No obstante, el inventor del dirigible fue el ingeniero francés Henri Giffard, quien en 1852 sobrevoló París y Trappes, pilotando su aerostato de una hélice e impulsado por una máquina de vapor.

Lo que quiso Von Zeppelin fue, sin embargo, mejorar la movilidad de la nave para convertirse en un medio de transporte para pasajeros. Y en 1891 se retiró con el grado de General de Caballería para dedicarse a tiempo completo a perfeccionar la máquina. Junto con su ingeniero jefe Hugo Eckener, Von Zeppelin diseñó un dirigible con una estructura rígida de aluminio. En cada sección del aparato se instaló una cámara llena de hidrógeno para su sustentación y en la parte delantera, donde iban la tripulación y los pasajeros, se instalaron los mandos de control y los motores. En 1906 se realizó el primer viaje de 24 horas en Suiza y el Zeppelin comenzó a ser un medio de transporte de moda en Alemania.  

El ingeniero fundó en 1909 la compañía aeronátutica Zeppelin y transportó, durante la primera década del siglo XX, a casi 35 mil personas en más de mil 500 vuelos.

El gobierno alemán también puso su granito de arena para mejorar los dirigibles, que incluso se usaron durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) para espiar y bombardear territorios enemigos. Sin embargo, no resultaron muy eficientes porque eran grandes, lentos y por ende, fáciles de derribar. 

Von Zeppelin falleció en 1917 y nunca pudo ser testigo de su sueño: realizar vuelos trasatlánticos, lo que pudo materializarse durante 1928 y 1937. Antes, en 1926, el italiano Umberto Nobile sobrevoló, a bordo de un dirigible, el Polo Norte.

Zeppelin tampoco fue testigo del trágico final de sus dirigibles, pues en 1937 tuvo lugar la catástrofe del Hindenburg, un enorme aparato que ardió en llamas cuando aterrizaba en Nueva Jersey y que supuso el principio del fin de este transporte, ya bastante sombreado por el avión de los hermanos Wright.

 

 

 

Accede a noticias en tiempo real

 

... Y para que estés a tono con el pulso del país, lee Excélsior Opinión

 

 

O también puedes ver Excélsior en TV 

 

 

«pdg»

 

 

 

Te recomendamos

Comparte en Redes Sociales