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Una charla con Carrère

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

Martes por la mañana, una entrevista largamente anhelada, pero gracias a la tecnología, estaba a minutos de conversar con uno de los escritores más relevantes de las últimas décadas. Y apareció: Emmanuel Carrère en la pantalla frente a mí. Tantas preguntas, tan poco tiempo. Esto apenas un poco:

Yuriria Sierra: Monsieur Carrère: ha tomado por sorpresa a todo el mundo con Yoga... ¿Qué lo llevó a escribir Yoga como si fuera una suerte de diario que decidió compartir con todo el mundo?

Emmanuel Carrère: Hace más de 30 años que practico yoga y decidí que quizá tenía algo que decir al respecto. Para nada como un maestro, sino como un aprendiz asiduo. Y empecé a escribir esto a la vez como una suerte de diario intentando aportar algunas ideas y algunos recuerdos, porque pienso que muchas personas hacen yoga sin saber necesariamente, exactamente qué es el yoga.

Es decir, hacen posturas y eso está muy bien porque es muy bueno para la salud y la calma y está perfecto. Pero, sin duda, el yoga es algo mucho más abundante y extenso y de eso tenía ganas de hablar...

YS: Me pregunté si todas las personas tenemos las herramientas para luchar contra todos los miedos, todos los abismos, sus fantasmas… Me acordé mucho, por ejemplo, de Una novela rusa y encontré una conexión entre los dos libros: es inevitable buscar alguna práctica que pueda salvarnos…

EC: Me conmueve mucho que cites ese libro, porque también es verdaderamente autobiográfico, en donde cuento un periodo de crisis. Y entonces sí: de la misma forma es un descenso a los infiernos, un clavado a todo eso que es aterrador de la existencia humana y también, afortunadamente, remonté y encontré que valía la pena narrarlo y ponerlo en perspectiva del deseo que tenemos todos de estar más alineados, de ser mejores, simplemente.

Porque el yoga sirve para eso: no solamente para tener un cuerpo más escultural y una respiración más calmada; sirve para estar más atentos a nosotros mismos y ante los demás, a ser más empáticos. Sí es una gimnasia, pero, insisto, es algo más profundo, verdaderamente un camino de vida.

YS: Hablando de lo físico: ¿sí hay algo que se detiene, algo que se calla cuando el cuerpo está practicando yoga, hay algo que puede cambiar?

EC: Claro que puede cambiar: te puede cambiar. De cualquier forma, estamos cambiando todo el tiempo: el yoga está ahí para acompañar el perpetuo movimiento de la vida, pero de una manera mucho más flexible y exhaustiva, al volver los estados menos absolutos. Es decir, que si vas muy bien no está mal sentir que en algún momento no estarás tan bien: pero de la misma forma te permite saber que cuando no estás bien, en algún momento vas a mejorar. El yoga no solamente es una forma de acompañar la vida, es una forma de vivir. Insisto, no es gimnasia, es el acompañamiento del cambio.

La entrevista completa mañana en las páginas de este diario.

 

 

 

Este espacio se toma un descanso, se vale la lectura y, tal vez, el yoga. Regresa el próximo 22 de junio.

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