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Gracias

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

“Gracias al trabajo de activistas LGBT, pero también al de aliadas y al de aliados, nuestro país es hoy mucho más justo, mucho más incluyente. Activistas LGBT pasaron pronto de lo lúdico y lo clandestino a lo político y lo público (...) El gobierno que encabeza el presidente, el gobierno de Andrés Manuel, tiene que decirlo muy claro: No hay Cuarta Transformación posible sin las personas LGBT en México. Nuestro país no va a ser más justo, seguro e incluyente si seguimos discriminando, si seguimos diciendo que estos temas no importan, si seguimos pensando en consultas para los derechos humanos. México solamente será un país más justo e incluyente si se respeta el derecho de todas las personas a opinar, de la sociedad civil a colaborar de la mano del gobierno de México; de los periodistas a realizar su trabajo sin intimidación y especialmente si se avanza en los derechos de las personas más vulnerables, de las personas indígenas, de jóvenes sin oportunidades, de personas trans, de personas con discapacidad, de adultos mayores, de personas que viven con VIH Sida y de nuestros hermanos y hermanas migrantes que pasan por territorio mexicano (...) Porque solamente la inclusión y la verdad nos harán libres, porque el respeto al derecho ajeno, el respeto a la diversidad ajena, el respeto a la autoridad es y traerá la anhelada paz. Por ello, todas las personas, todas las identidades, todas las orientaciones, todas las familias ni un paso atrás”, son las palabras de mi querido Genaro Lozano ayer en Palacio Nacional, al momento del decreto del Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia, Lesbofobia, Transfobia y Bifobia.

Han sido años de lucha, los mismos en los que Genaro ha estado presente. Lo he visto luchar y enseñarnos a muchos sobre éste y otros tantos temas que pasan por los Derechos Humanos.

Éste en particular es un asunto indispensable, sin el que no se puede construir una sociedad que aspira a reconocer todas sus partes. Ésta es una victoria para tantos, pero también una para ti, Genaro, por estos años de trabajo. Y junto a ti, también David Razú, quien como diputado perredista se convirtió en un aliado heterosexual del colectivo #LGBT y, en el gran impulsor del matrimonio igualitario en la Ciudad de México hace más de diez años, cuando México comenzó a ser un país dispuesto a hablar estos temas fuera de la sombra. 

Éste es un reconocimiento para ustedes que hoy estuvieron ahí, en ese momento histórico que comenzó con la lucha, la voz, la valentía, de tantas mujeres y hombres, travestis y transexuales, desde hace varias décadas. Una larga espera que tocando su fin traerá beneficios a todos, de la preferencia sexual que sean, tal como lo dijo Alexandra Haas, presidenta del Conapred: “Para alcanzar la paz que tanto anhelamos, debemos empezar por combatir nuestros prejuicios. Nos lastiman y dividen a las familias y a la gente. Apoyemos las acciones que pueden impulsar esta transformación social. Todos y todas podemos aportar algo”.

Un día para la historia, porque comenzar con reconocer lo que nos lastima es también parte de una integración, una vía para hacer sinergia. Me siento profundamente orgullosa de ustedes, de los tres, porque los amo, sí, y los he visto invertir todo su capital (intelectual, político, mediático, pero sobre todo humano) a lo largo de casi dos décadas en favor de ésta y otras agendas de derechos humanos en nuestro país.

Orgullosa y conmovida: porque gracias a ustedes (y a miles de activistas, de antes y de ahora) éste es hoy un México más justo, más libre, más entero. Ojalá y nos toque, a todos y todas, ver el día en que el respeto y los derechos no estén exclusivamente garantizados en la ley, sino en el corazón y la mente de todos los mexicanos. El día en que el amor propio y el amor ajeno tengan el mismo peso y el mismo respeto por el simple hecho de tratarse de ese feliz y poéticamente inexplicable fenómeno que es igual para tod@s las personas cuando nos ocurre, nos cubre, nos rompe o nos sublima. El amor (ése que no distingue de razas o de nacionalidades, pero tampoco de géneros), gracias a ustedes, hoy ha ganado una enormísima, histórica batalla.

 

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