Logo de Excélsior                                                        

Fuenteovejuna

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

Es hartazgo, sin duda. Un caso, lo ocurrido en la México-Texcoco, abrió la caja de Pandora para obligarnos a reconocer que ese otro pendiente, el de la seguridad, no está ni de lejos de estar en vías de ser tomado en serio por las autoridades.

Tras la golpiza al ladrón de una combi hubo memes, una cumbia y hasta una piñata. Un episodio que se inundó de folklore nacional. Pero los memes dejaron de dar risa, la cumbia dejó de sonar y ese episodio sigue ahí, como retrato de una sociedad agotadísima de la indiferencia de las autoridades, que sólo son capaces de ofrecer soluciones temporales y nada más para dar acuse en medios, para que veamos que en verdad trabajan para la mejora de la calidad de vida de quienes, día a día, padecen los embates de la delincuencia. Luego de lo ocurrido en la México-Texcoco, por ejemplo, se instaló un retén con elementos de la Guardia Nacional, Policía Estatal y del municipio de San Vicente Chicoloapan. ¿Y luego?

Aquel ladrón que acabó desnudo sobre el pavimento tuvo “suerte”. Días después, un presunto ladrón murió tras la golpiza que le propinaron vecinos de la colonia Renovación, de Iztapalapa, tras atraparlo en su intento de robo a una casa habitación. Lo acusaron de amarrar a una mujer y de dispararle a otra persona. Elementos de la policía llegaron, pero no fueron suficientes para contener la ira de una multitud dispuesta a defender su seguridad. Otro joven del Estado de México fue salvado por oficiales de ser linchado, tras presuntamente robar una motocicleta en calles de Cuautitlán Izcalli. Uno más fue golpeado y entregado a las autoridades por pasajeros de una unidad de transporte público en Tizayuca, quiso asaltarlos. Pasó lo mismo con un ladrón en el Mercado de Flores en Xochimilco. Y en junio, en un autobús sobre la México-Puebla, un pasajero desató una balacera al interior cuando fueron asaltados por dos sujetos. Disparos de ira y sin control, las imágenes captadas por la cámara del vehículo quitan el aliento. El “justiciero” y uno de los delincuentes murieron, el otro fue atrapado por una multitud que transformó su miedo en ira.

Nos reímos con los memes del ladrón, entendemos también la urgencia porque estos dejen de ser episodios recurrentes. Las autoridades no pueden endosar su responsabilidad a la Fuenteovejuna que se forma con el hartazgo ciudadano. No es vida subirse al transporte o caminar por la calle con miedo a ser asaltado. Tampoco es vida que explotar en golpes sea la única solución ante la inacción de los gobiernos de todos los niveles y poderes.

Hace unos días, un grupo de madres de familia protestaron afuera del Reclusorio Oriente, luego de que un juez ordenó que el presunto violador de una niña de 7 años enfrente su proceso en libertad. También ahí, la indefensión.

 

Aunque cada mes nos aseguran que los índices delictivos van a la baja, por más mínima que sea la variable, en las calles y como hemos visto en videos varios, no se siente así. No podemos permitir que la justicia en mano propia sea la alternativa ante un Estado rebasado aún incapaz de procurar a sus ciudadanos.

Comparte en Redes Sociales