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La necia realidad

Viridiana Ríos

Viridiana Ríos

 

Entre los círculos rojos se oye la frase “necia realidad” como burla a la 4T. Será “la necia realidad”, dicen, la que le impida al presidente Andrés Manuel López Obrador continuar implementando su agenda (y no la oposición partidista, que está en la lona).

Con la frase “necia realidad” se refieren a que los mercados de capitales reaccionarán negativamente ante cualquier decisión que suponga reducciones a las ganancias de privados. Y que, aunado a la precaria situación de la economía mexicana, las reacciones de los mercados serán tan fuertes que AMLO tendrá que “bajar la cabeza” y aceptar la realidad. Es decir, que en este país sólo se permiten los cambios que no afectan a los del dinero. 

“La necia realidad”, sin embargo, no es eso, sólo los mercados financieros y las calificadoras. La necia realidad es también, y por encima de todo, el combustible que tiene a López Obrador y a su agenda con un 75 por ciento de popularidad.

Van datos de “la necia realidad” que tienen a AMLO en un pedestal:

1. El crecimiento en México no se traduce en mejores empleos. De 2009 a 2018, mientras que la economía mexicana creció alrededor del 2.2% anual, los ingresos salariales reales per cápita promedio disminuyeron -0.2%. Si los salarios mexicanos fueran un país, sería de los cinco países que menos han crecido en Latinoamérica, sólo por encima de países como Puerto Rico (-1%), un país devastado económicamente y que se encuentra en constante recesión desde el 2005. De hecho, el salario real promedio de los trabajadores formales creció sólo en 0.4%, menos de lo que crecen países como
Haití (1.8%).

2. El crecimiento se concentra en las manos de unos pocos. México es notoriamente infame por la poca redistribución de su crecimiento. Incluso durante el “Milagro Mexicano”, época recordada por sus tasas de crecimiento por arriba del 6%, el ingreso de los más pobres disminuyó en comparación con el de los ricos. En 1950, el 20% más pobre se beneficiaba del 6% de la riqueza del país, para 1963 ya sólo tenían en 4% ¡Sólo dos terceras partes! En México, si los más pobres se han hecho menos pobres es sólo porque los más ricos se han hecho mucho más ricos.

3. Los trabajadores han perdido poder adquisitivo. Hace una década el 33% de los trabajadores no ganaba lo suficiente para satisfacer la canasta alimentaria, hoy es casi 39%. Al círculo rojo le encanta decir que estamos mejor que hace cincuenta años para evitar ver la última década. El poder adquisitivo del ingreso laboral antes de la crisis del 2008 era 7% superior al actual. La mayor parte de los inversionistas ya superaron la crisis. El trabajador mexicano no.

4. La pobreza de ingresos lleva 15 años sin reducciones. La pobreza en materia de ingresos es prácticamente igual que la que teníamos en 2002. Sin cambio. La incapacidad para tener acceso a la alimentación se ha reducido muy marginalmente, de 21.7% a 20.1%. La reducción ha sido tan baja que no ha alcanzado a ser mayor que el crecimiento poblacional. Por ello, hoy hay 300 mil personas más sin alimento adecuado en México que en 2008.

5. El gobierno no cobra impuestos a los que más tienen, sólo a las clases medias. Los ingresos tributarios de México son los más bajos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y son 10 puntos de PIB menores que los de países en similar nivel de desarrollo como Brasil. Hablar de un impuesto a la tenencia es tabú como lo es hablar de mejorar el valor catastral de las propiedades en vecindarios de lujo. Aun si el gobierno fuera perfectamente capaz de manejar sus recursos (sin corrupción, sin dispendio), el dinero público actual no alcanza para aumentar la inversión pública lo suficiente.

6. México es uno de los pocos países de Latinoamérica donde mayor acceso a la educación superior no se traduce en mejores empleos. Por el contrario, el sueldo de los universitarios es cada vez más bajo en términos reales. Aún más preocupante, el nivel de sueldo no está relacionado con la calidad de la educación. Ello hace pensar que existen muchas variables (conexiones, familia, palancas) que ayudan a un grupo a tener acceso a mejores trabajos que a otros.

Si por cada voz que defiende la “necia realidad” de los mercados de capital hubiera una sola que mostrara la “necia realidad” que le dio a AMLO la presidencia, México tendría una oposición más legítima. Y una democracia más funcional.

 

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