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¿Y los recursos para enfermedades catastróficas?

Ruth Rodríguez

Ruth Rodríguez

En el quirófano

Estamos a días de que se transforme el Seguro Popular en el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que dirigirá Juan Antonio Ferrer Aguilar, y aún hay muchas preguntas que las autoridades no han respondido y tienen en la incertidumbre a millones de pacientes, en su mayoría de escasos recursos.

En teoría, el Insabi aún no se ha oficializado porque apenas se reformaron en la Cámara de Diputados la Ley General de Salud y la  Ley de los Institutos Nacionales de Salud para darle vida y el tema se turnó al Senado, pero en los hechos quien ya tomó el control del organismo es Ferrer.

Incluso se sabe que Angélica Ivonne Cisneros, quien fue la responsable del Seguro Popular por casi once meses, ya hizo entrega-recepción de toda la oficina al nuevo titular del Insabi, que se encuentra trabajando en los principales objetivos prometidos por el presidente Andrés Manuel: atención médica a toda la población y medicamentos gratuitos a quienes no cuenten con seguridad social.

Lo preocupante aquí es que este instituto nace con los recursos del Fideicomiso del Sistema de Protección Social de Salud, es decir, del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, que es de 80 mil millones de pesos.

Si el dictamen que fue avalado por la mayoría de diputados pasa por igual en el Senado de la República, estaríamos hablando que de esos 80 mil, 40 mil millones de pesos serían para dar vida a este instituto, y es que los diputados incluyeron en el artículo décimo transitorio que se instruye al Fideicomiso del Sistema de Protección Social de Salud se utilicen 40 mil millones para el nuevo Instituto.

Y la pregunta es, ¿cómo le van a hacer para cubrir las 66 enfermedades que actualmente atiende este fondo, que de por sí son muy caras y ponen en riesgo el patrimonio de cualquier familia? Autoridades de salud hablan de un Fondo de Salud para el Bienestar como un Fideicomiso Público donde los padecimientos que generan gastos catastróficos sean atendidos, sin restricciones. Suena bien, pero no han explicado de dónde saldrá el dinero, si de entrada este Fondo tendrá 40 mil millones de pesos menos.


 Abatelenguas

Hablando del Seguro Popular, nos cuentan que quien fuera la última titular del mismo, Ivonne Cisneros, pasó a hacerse cargo de la Unidad de Atención a Población Vulnerable del DIF Nacional. Esperemos que con nombramientos como el de ella mejore el trabajo del DIF porque hasta el momento no se ha notado la diferencia con respecto a otras administraciones, cuando este organismo dependiente de la Secretaría de Salud era operado por la esposa en turno del presidente de la República.

 

 Bajo el microscopio

Dos temas.

1.Que Zoé Robledo, el director del IMSS, sigue siendo el consentido del sector salud, pues es el único al que el actual Presidente acompaña a eventos fuera de Palacio Nacional. Y al único al que no le hace el vacío.
Para no variar, el próximo jueves el Presidente lo acompañará en su informe de labores durante la 110ª Asamblea General Ordinaria del IMSS. Se trata del evento más importante del IMSS en el año. Más allá de la asistencia del Presidente, lo importante en esta reunión será saber cómo se encuentra el IMSS, qué medidas tomarán y si tratarán temas álgidos como el incremento de cuotas obrero patronal; los registros de puestos de trabajo ante el IMSS con salarios que no son ciertos; la evasión a la alta patronal y la corrupción al interior del Seguro.

2.Si en el Congreso de la Unión no tienen claro cuál es la postura del presidente de México sobre el uso de la mariguana que le pregunten a José Alonso Novelo, comisionado federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, y les dirá que sólo están de acuerdo con el uso terapéutico, pero nunca con el uso lúdico.

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