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La elección de los méritos SPQR

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

El poder político radicó en los senadores de la antigua Roma, conocidos también como los padres de la patria; durante la trayectoria de la República tuvieron una influencia suprapotentada, pero con el escrutinio y valoración permanente de la ciudadanía. Senatus, la asamblea de ancianos —senes— plural de senex. Los más sabios.

Los cónsules, como parte del Poder Ejecutivo, hacían el equilibrio en el ejercicio del poder, mismo que tenía vigencia solamente de un año, Bruto y Tarquinio Colatino fueron los primeros cónsules de Roma.

Las siglas SPQR, ocupadas en los estandartes de las legiones romanas y en los monumentos y edificios públicos de entonces, fusionan al “Senatus” y al “Populus”, en una interpretación de minoría de los más sabios y experimentados y en la mayoría del pueblo representado en una figura institucional. Los reconocimientos de los grandes filósofos como Séneca o Cicerón a esta figura fueron abundantes, los venerados siempre gozaban de reconocimiento social y político de enorme influencia en todo el imperio.

Sin duda, los méritos van aparejados a la historia que las personas deciden dar a su destino, la responsabilidad de la toma de decisiones diarias modifica las diversas rutas que la vida ofrece.

La gran concentración de la memoria colectiva que se ciñe en la experiencia humana debe ser el reconocimiento para aquellos que aspiran a los cargos de elección popular. Sobre todo, cuando se trata de gobernar. La coyuntura electoral de junio de 2021 se debe concentrar en la calidad personal de los aspirantes, su trayectoria, la historia de vida y el respaldo popular real.

La tecnología y la pandemia jugarán el papel principal en la postulación de aquellos que legítimamente quieran acceder a un cargo de elección popular, las campañas estarán sujetas a las redes sociales.

Como un acto de alta congruencia, se debe propiciar un nuevo orden de reconocimiento de los mejores perfiles, que gocen de popularidad por sus acciones de vida a favor de la colectividad y no los que sólo hagan campañas de humo para vender personajes fabricados en olla exprés o de acreditado oscuro pasado.

En las 15 entidades federativas que se someterá el escrutinio de la sociedad frente a los aspirantes a gobernarlas no es determinante la fuerza política de un partido, sino la organización, operatividad y presencia del candidato; la opinión pública cambió, es madura y consciente. El presidente Andrés Manuel López Obrador dejó la expectativa muy alta, los candidatos deben ser emulación real de él para lograr el éxito en las urnas.

En el escenario del éxito electoral, la trascendencia transexenal de estas gubernaturas es el nexo vinculante que conduzca a la 4T a cimentarse localmente en dos terceras partes del país, tomando en consideración la gran posibilidad de mayoría en todos los congresos locales.

 

La transformación, a dos años de su inicio, tiene aún mucho por hacer; los jóvenes son el gran factor de acción política, ellos garantizarán la catapulta vital para el gran proyecto de nación por el que millones luchamos día a día.

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