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Día Internacional de la Lucha Contra la Corrupción, en México

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

Esta celebración mundial en México es una fecha para avergonzarse. Ser el país más corrupto de América Latina, el más corrupto de la OCDE, y el número 135 de 180 países según Transparencia Internacional son cifras que ponen en riesgo no sólo al país, sino a nuestra nacionalidad.

Somos objeto de interés para hacer negocios ilícitos por la debilidad de nuestras instituciones y la ausencia de fiscalización y legislación que soporte denuncias, investigaciones y sanciones en contra de los traidores a la patria.

La lucha contra la corrupción no es exclusiva de una institución o de un personaje, tiene que ser un lenguaje en el que niños, jóvenes, adultos, profesionistas, meseros, obreros, mecánicos, militares, policías, jueces y gobernantes practiquen diariamente.

Desafortunadamente, ha habido quienes en un afán sólo protagónico han utilizado la lucha anticorrupción como una moda electoral sin absolutamente calidad moral para poder enarbolar la bandera, peor todavía a extorsionar a instituciones públicas y privadas con investigaciones “refriteadas” y cosméticas.

La lucha contra la corrupción se ha corrompido, a esos niveles hemos llegado. Se ha normalizado observar a algunos servidores públicos y particulares en una asociación delictuosa equiparando el éxito personal al enriquecimiento ilícito. El gran factor, la mezcla fatal, es la suma de la corrupción, la impunidad y la violencia, el producto siempre será la muerte.

En un principio de reparación del daño, de restituir a las víctimas el quebranto ocasionado por los hechos de corrupción, existe un déficit de más de 500 mil millones de pesos del 2012 a la fecha, ¿quién cubrirá este monto? ¿Dónde están los responsables?

Ante la reciente reforma al artículo 19 constitucional, habrá que esperar el proceso legislativo en las entidades federativas, donde se necesitan, al menos, 17 congresos para que esto sea una realidad en todo el país, posteriormente se tendrán que modificar el Código Penal Federal y los correlativos locales, además de la legislación relativa al procedimiento y el cumplimiento de sanciones penales.

Sin embargo, es una gran noticia que esté sucediendo, es algo que estábamos esperando hace 50 años, inaudito que en un país tan corrupto las sanciones no fueran graves para los que tanto han dañado a nuestra patria.

Aquellos pesimistas contra estas reformas, deberían enfocar sus esfuerzos para que estas propuestas necesarias formen parte de nuestro marco jurídico, desde aquí les hago un llamado para que no dinamiten el terreno es momento de cambio. Aún yendo en contra del espíritu del Sistema de Justicia Penal.

Que el Día Internacional de la Lucha Contra la Corrupción sea una fecha para reflexionar lo mucho que nos falta por hacer en un camino que apenas comienza, es un viaje inexplorado para México, a todos los que de una u otra forma hemos participado para hacer de México un país libre de corrupción existe todavía un largo trecho por avanzar.

La gesta anticorrupción forma parte integral de la Cuarta Transformación de nuestro país.

Cuando se duda en fortalecer los valores, ser íntegros, de hablar de moral y de fomentar la fraternidad y que el servir a los demás sea forma de vida, recuerden los miles de muertos, los miles de desaparecidos los millones de pobres y la enorme desigualdad que todavía tenemos en nuestro país. Ahí está la receta.

Los niños deben convertirse en grandes fomentadores de la nueva cultura anticorrupción, deben crecer sin esa pésima costumbre con la que nosotros crecimos de ver normal y cotidiano un hecho corrupto. Nuestros jóvenes serán los que cristalizarán todo lo que hagamos ahora.

México entero debe y tiene la obligación de recuperar el prestigio, legado de los antepasados, y el promisorio futuro de nuestros niños y jóvenes.

El cártel de corrupción es el más peligroso del país, es un régimen que se resiste a ser desplazado, tiene poder político y poder económico, unámonos para derrocarlo, ahora es cuando.

                Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.

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