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Parabiosis

Raymundo Canales de la Fuente

Raymundo Canales de la Fuente

La parabiosis es una técnica quirúrgica de 150 años de antigüedad y consiste en unir las circulaciones sanguíneas de dos animales vivos.

La palabra proviene de dos raíces griegas, “para” que significa junto y “bios” que se traduce como vida.

La intervención imita circunstancias que pueden ocurrir en la naturaleza, como la circulación sanguínea compartida por gemelos siameses o los fetos que comparten circulación sanguínea en una sola placenta.

Los experimentos hechos en animales, uniendo su circulación mediante esta técnica, han dado como resultado muchos descubrimientos en endocrinología, biología tumoral, así como en inmunología, pero la mayoría de esos descubrimientos ocurrió hace más de 35 años y extrañamente la técnica quirúrgica se abandonó después de los años 80 del siglo pasado.

No estoy seguro que haya sido por influencia de los grupos protectores de animales, pero en todo caso, se abandonó una técnica que podía brindar todavía mucho conocimiento a la medicina humana.

Por fortuna, en los últimos años, un pequeño grupo de laboratorios en el orbe ha revivido la técnica, sobre todo para estudiar fenómenos relacionados con el envejecimiento.

Han unido las circulaciones de un ratón viejo con uno joven y los hallazgos son impresionantes, porque los órganos y tejidos del ratón viejo parecen rejuvenecer. Se tornan más energéticos, vitales, la piel parece más tersa, reaccionan mejor a estímulos externos… En fin, parece una transformación muy profunda y lo más interesante aún, es que con las técnicas moleculares actuales, los científicos están identificando las sustancias responsables del fenómeno.

Los avances son tan notables que hace unos meses se puso en operación en California un protocolo experimental para probar transfusiones de personas jóvenes hacia enfermos con Alzheimer.

Por supuesto, nadie está pensando en una cura mágica para los enfermos, pero quizá pueda existir la esperanza de hacer más lento el progreso de la enfermedad, porque además de las proteínas involucradas, también hay evidencia científica de algunas células madre que los jóvenes podrían aportar a los enfermos crónicos.

Es otra rama de la medicina regenerativa y otro posible uso de las células del cordón umbilical que algunas personas están guardando el día de hoy.

Nos urge, como país, especialistas en esta rama nueva de la medicina para, inclusive, poder establecer las guías generales de elaboración de protocolos, con una orientación razonable.

Hace unos días, vimos a los académicos del Instituto Nacional de Salud Pública participar en un evento internacional alrededor del tema de la insuficiencia renal como problema nacional, y justamente se recalcó la incapacidad en el número de trasplantes renales que se realizan hoy para hacer frente a la magnitud del problema, y muy probablemente la medicina regenerativa brindará tratamientos igualmente o más eficaces, a corto plazo.

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