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México, líder en cirugía para la obesidad

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

La cirugía para resolver la gran obesidad nació hace 50 años, con técnicas quirúrgicas que eran difíciles de realizar en individuos con 100, 120 o más kilogramos; por esas dificultades, muchos grandes cirujanos rehusaban realizarlas, en tanto que otros persistieron y pronto tuvieron dominio de las técnicas, con resultados cada vez mejores.

A esto ayudó la aparición de la llamada laparoscopía, que no requiere abrir el abdomen, y el uso de grapadoras quirúrgicas, más rápidas y seguras que las suturas con hilo; los contactos entre cirujanos mexicanos y colegas de otros países aumentaron la experiencia y en 1992 se fundó la Sociedad Mexicana de Cirugía de la Obesidad, hoy Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (CMCOEM), además, los cirujanos mexicanos que han participado en múltiples reuniones y congresos fueron cofundadores de la Federación Internacional de Cirugía para la Obesidad (IFSO).

La fama de los cirujanos mexicanos fue creciendo y esto llevó a muchos individuos obesos provenientes de Estados Unidos, Canadá, Centroamérica e incluso Europa a buscar la atención de los cirujanos mexicanos, que tienen entrenamiento formal, están certificados por las autoridades del Colegio y de la Secretaría de Salud, y trabajan en hospitales que cuentan, asimismo, con la Certificación de la Cofepris.

Conscientes de su responsabilidad, los grupos de cirugía para la obesidad han diseñado un protocolo preciso que debe cumplir cada individuo que desea operarse, desde antes de llegar a México, durante su estancia y después, al regresar a su país.

Como se comprobó en el reciente Congreso realizado en Tijuana, el llamado turismo médico en cirugía de la obesidad ha roto todos los récords de eficiencia, porque hay cirujanos que, con su grupo, realizan más de 300 operaciones al mes, con excelentes resultados; estos cirujanos están en la frontera con Estados Unidos, especialmente en Tijuana, donde hay más de 50 cirujanos, en las costas del Pacífico y en Cancún, y el número de pacientes, que llegan solos o con sus familiares, aumenta día con día, lo que, se estima, representa una derrama económica de decenas de miles de millones de dólares.

La importancia de este tema es tal que las autoridades ven con muy buenos ojos no sólo la mejoría de miles de individuos con obesidad, mexicanos y extranjeros, sino también el beneficio económico que este turismo médico supone.

Es bueno saber que México es líder de esta especialidad y que la actividad de los buenos cirujanos tiene, además, beneficios financieros para el país.

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