Logo de Excélsior                                                        

Malgré tout y el fin de año

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

 

Mi querido viejo, es posible que recuerdes la bellísima estatua de una mujer que se encuentra en la Alameda de la Ciudad de México, obra realizada por Jesús F. Contreras, brillante escultor que hizo la estatua de Cuauhtémoc en esta ciudad,  la de don Ignacio Zaragoza en Puebla, y muchas otras en todo el país. Cuando Contreras fue a París para la Exposición Mundial, enfermó y le amputaron un brazo. Manco como estaba,  esculpió la obra Malgré tout (a pesar de todo) como demostración de que, aún en la adversidad, el hombre puede salir adelante. Esa escultura recibió el Gran Premio de Escultura, la Cruz de la Legión de Honor de la República Francesa y la felicitación de Jules Claretie, presidente de la Academia Francesa. Más adelante, don Porfirio Díaz le otorgo una pensión vitalicia por su arte y su resiliencia.

Cuando reflexionas lo que significa para un artista de la talla de Jesús F. Contreras la pérdida de un brazo, puedes pensar en que abandonará toda esperanza, que nunca más tocará un cincel y se olvidará de la escultura, pero no sólo logró otra escultura, sino que su mensaje es hermoso: se trata de una mujer desnuda, encadenada y aprisionada con grilletes, pero que tiene el rostro levantado hacia el frente, en un gesto de anhelo porque, “a pesar de todo”, hay algo adelante. Vale la pena que busques en el internet Malgré tout y disfrutes de tan hermosa escultura. 

¿Por qué te digo esto?, porque Malgré tout estamos aquí, “a pesar de todo” la vida sigue, “a pesar de todo” hemos soportado un año increíble, inimaginable hace doce meses, un año que ha traído enfermedad y muerte, miseria, hambre, a millones de seres en todo el mundo y, “a pesar de todo”, seguimos adelante.  

Y por eso te escribo, querido viejo, porque tú y yo somos sobrevivientes. Hasta ahora, tú y yo, como millones de mexicanos  más, hemos vivido la zozobra de un misterioso germen que, como enemigo extraterrestre, se apodero del planeta y cambió todo. Tú y yo, como millones de mexicanos más, hemos vivido la tristeza al perder un familiar, un amigo, un compañero, y nos damos cuenta de la magnitud del problema cuando los funcionarios hablan de miles y millones de muertos como si fueran sólo números. Tú y yo nos rebelamos ante esa indiferencia y falta de empatía de las autoridades, del Presidente para abajo, y rechazamos que se hable con desprecio de miles de seres humanos que tenían vida, esperanzas, anhelos, sueños, proyectos que no se pudieron realizar, y que con su ausencia han causado dolor, desolación, miseria y hambre a sus deudos.

Por eso te propongo, querido viejo, que Malgré tout sigamos adelante, que, “a pesar de todo”, busquemos el lado luminoso de la vida, que nos pongamos en contacto con familiares, amigos, compañeros y vecinos solamente para decirles que estamos juntos, que en la adversidad podemos ser fuertes, que nos debemos proteger unos a otros, que el cubrebocas es indispensable —aunque el chamán de las mañaneras no lo entienda— que la sana distancia puede ser definitiva y la limpieza y pulcritud son la regla en todos nuestros movimientos. “A pesar de todo” saldremos adelante, estás vivo, cuídate, estás vivo, piensa en positivo, estás vivo, la vida seguirá y tú con ella, estás vivo, sonríe y dale gracias a la vida por cada mañana.

El ejemplo de don Jesús F. Contreras, el escultor manco que, con tesón, con arte y con pasión logró una bellísima escultura, puede ser el impulso para que cada uno de nosotros, “a pesar de todo”, sigamos adelante y que el fin del año nos encuentre con una sonrisa en los labios.

 

Comparte en Redes Sociales