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Los dientes de leche no necesitan tratamiento

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

MITO

Los dientes de leche no necesitan tratamiento.

Los mitos alrededor de la dentición son inagotables y a veces mueven a risa, veamos: en su Florilegio Medicinal de todas las enfermedades publicado por el hermano jesuita Juan de Esteyneffer en la Nueva España, en 1712, se lee lo siguiente: “para facilitar que salgan los dientes y sean hermosos, untarles las encías con enjundia de gallina o mantequilla muy bien cocida, y esto desde el quinto mes, o que se restrieguen las encías con un colmillo de lobo”. Asimismo, en ese tiempo se señalaban los tratamientos para aliviar el dolor producido por la erupción de los dientes: “Collares hechos a base de raíces de beleño, calabaza silvestre y otros vegetales”, y cuando ni así mejoraban las molestias, entonces se tomaban medidas más drásticas como “implantación de sanguijuelas detrás del maxilar inferior: frotamiento de las encías con sesos de yegua y la colocación alrededor del cuello de un diente de perro o lobo”.

Vivimos en el siglo XXI, pero aún hoy muchos papás y mamás aceptan, sin chistar, mitos que hacen daño, y creen que como los dientes de leche van a ser sustituidos por los dientes definitivos, si hay algún problema: alienación, caries, infecciones, etcétera, el asunto no es importante porque ya cambiarán en su momento por los dientes que llevará el niño toda su vida.

 

CONSECUENCIA

Junto con el gran cuidado que las mamás tienen por la apariencia dental de sus hijos, prevalece la indolencia cuando tienen algún problema dental, por lo que el futuro de su dentadura puede estar amenazado; si cuando se sufre una caries en un diente de leche no se hace nada por corregirlo, más adelante puede haber daño en la pieza definitiva, manchas o caries. Por otra parte, si el diente de leche tiene un foco de infección de manera continuada en la boca, pueden surgir una serie de problemas para la masticación adecuada o bien, el bebé se rehúsa a comer porque tiene dolor o molestias.

 

REALIDAD

La realidad es muy sencilla y hay que reconocerla abiertamente: toda alteración en el desarrollo normal de la dentadura requiere atención, y es inadecuado que la atención que se tiene a los problemas de la dentición definitiva no sea semejante en el caso de la dentición temporal.

Algunas mamás se preocupan mucho por la apariencia de la dentadura del niño, lo que es bueno, pero hay que recordar que la boca no es una cuestión de estética, sino de salud y hay que hacer todo lo posible por salvaguardar la salud bucodental.

Desde el punto de vista estadístico, más del 19% de los niños de 2-19 años tienen caries sin tratar; un programa completo de prevención dental para niños debería incluir tratamientos con flúor, el cepillado tres veces al día, la elección inteligente de alimentos y la atención odontológica regular.

No olvidemos que la salud es integral, y que debemos promoverla todos los días, bebés, niños, adultos y viejos; no es asunto del doctor, sino una responsabilidad personal y familiar.

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