Imagine

Hoy escribo estas líneas al ver lo que ha pasado en nuestro país en tan sólo dos años: los proyectos y los sueños se esfumaron, la esperanza de que se consolidara la democracia, se respetaran las instituciones y la Constitución y que el país siguiera hacia adelante se esfumó; estamos en presencia de un Estado fallido, con cifras de delincuencia que superan a todos los registros anteriores, lo que hace invivible la existencia de los mexicanos, que pueden perder sus bienes o la vida en una calle, una carretera o en su casa; al mismo tiempo vemos que eso que se llama democracia y respeto a la Constitución no existe, sino una serie de decisiones arbitrarias y violatorias de los derechos más elementales, y con la aparición de la pandemia de covid-19, la salud de los mexicanos ha sufrido como nunca por los gravísimos errores, omisiones e indolencia de los encargados de la Salud.

Y con lo acontecido esta semana, cuando los legisladores mostraron una vez más la total abyección y sometimiento a las órdenes del Presidente, sabiendo que la crisis económica, sanitaria, social y política se profundizará aún más, cansado de denunciar con pelos y detalles las pifias, los errores y los delitos de esta administración, sin claudicar en mi derecho de escribir con libertad, vuelvo la vista hacia John Lennon, y por un momento quiero imaginar.

Sé que millones de mexicanos están como yo sorprendidos, hartos o encabronados por lo que ocurre; y piensan que no hay salida, que ya vivimos en una dictadura, que nuestro destino es el de Cuba o Venezuela, con un autoritarismo sin freno y sin límites, pero tengo en mente a Lennon: “Tú puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único, y espero que un día te nos unirás y el mundo será uno”, y vuelve el optimismo, porque sé que tenemos principios y valores que aprendimos en casa y en la escuela, e imagino , como Lennon, que podremos hacer valer nuestra fuerza como ciudadanos para que México sea lo que queremos.

Imagino que puede haber un cambio, que los estudiantes estudien, los profesores enseñen, los maestros eduquen, los empleados trabajen, los coordinadores coordinen, los inversionistas inviertan, los investigadores investiguen, los artistas expresen su arte, los creadores creen, los campesinos cosechen, los policías vigilen, los soldados protejan, los funcionarios funcionen, los jueces juzguen, los legisladores legislen y el Presidente cumpla.

Imagino que se puedan desvanecer las discordias y los malos entendidos, los enconos y las traiciones entre los ciudadanos en aras de un país digno y armónico.

Imagino, como Lennon, que lo podemos lograr, y tras imaginar, juntos encontremos la estrategia para evitar que la nación se desmorone, y superar la crisis económica, la inseguridad, la insalubridad y la miseria moral que estamos viviendo.

Y tú, estimado lector, ¿imaginas?; si es así, ¡enhorabuena!