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El Fósil del Día

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

No, el título de esta columna no tiene que ver con el mote con el que AMLO fue conocido por sus compañeros en la Universidad, Fósil del Día (Fossil of the Day), es un “premio” que otorga la CAN, Climate Action Network, la red climática más grande del mundo, con más de mil 500 organizaciones de la sociedad civil de 130 países, que se encarga de analizar día a día las políticas climáticas de las naciones; Manuel López Obrador recibió grandes críticas al ser nombrado en la lista del Fósil del Día; en el marco de la COP26, el primer lugar Fósil del Día lo obtuvieron el Reino Unido y Arabia Saudita; en segundo lugar quedó México, y, en tercero y último, República Checa. Este “premio” ha sido entregado desde la edición de la Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático en Copenhague 2009.

Esto significa sólo una cosa, aunque lo niegue el Presidente y sus seguidores, por su culpa, nuestro país sigue anclado en el pasado, ya que él niega la ciencia, la investigación y los peligros de usar energías sucias y contaminantes, e ignora que la salud y la vida de los mexicanos está afectada por esa cerrazón insensata.

Porque, además, como se ve cada día con más claridad, Andrés Manuel es el Fósil del Sexenio, porque todas sus decisiones han sido erróneas, su visión del mundo es antediluviana, no respeta la democracia, no sabe ni entiende de Economía, Salud, Educación, Cambio Climático, ni muchos etcéteras más.

En estos tres años han muerto más de 100 mil mexicanos por la violencia que Andrés Manuel cree que se cura con abrazos, y porque su negativa a luchar contra los delincuentes, ampliamente documentada, regresa al país a los momentos más oscuros de la Revolución. En estos tres años, más de medio millón de mexicanos han perdido la vida por covid, enfermedades crónicas y falta de atención y carencia de vacunas; las cifras están ahí y lo dice la OCDE: el coronavirus contribuyó a un aumento de 16% en el número esperado de decesos, y ahora, después de tres años, el Presidente reconoce el desabasto de medicamentos y le pide al sedicente secretario de Salud que actúe ¡tres años después!

En estos tres años, El Fósil de la Presidencia ha eliminado los fideicomisos que permitían a científicos, investigadores, artistas, creadores y deportistas seguir adelante para el progreso de México. En estos tres años, la indiferencia y rechazo hacia las mujeres y sus problemas ha sido la marca de la casa, y las miles de mujeres afectadas demandan por todos los medios ser escuchadas, sin éxito. En estos tres años ha aumentado la pobreza en más de 5 millones de mexicanos, y el pronóstico para los próximos años es aún más sombrío.

Pero el Fósil de la Presidencia no tuvo empacho en acudir a la Organización de las Naciones Unidad para regañarlos, exigirles que actúen, presumir su programa Sembrando Vida, que ha deforestado millones de hectáreas de bosques, y proponer que los ricos donen su dinero para los pobres; creyó que estaba en la alcaldía de Tinguindapio, y lo triste es que sus colaboradores, incluyendo el representante permanente de México, no fueron capaces de decirle que ésa no era la ventanilla adecuada, y tuvieron que ser los miembros de Rusia y China quienes lo pusieran en su lugar.

El problema aumenta porque los miembros de Morena son también tristes fósiles, incapaces de dialogar, incapaces de entender qué es la democracia, tienen impunidad de rebaño y obedecen dóciles al Fósil Mayor.

Los próximos meses serán cruciales; quienes amamos a México debemos unir fuerzas para contrarrestar el pensamiento cerril de quien odia todo lo que no entiende.

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