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Cobardía, irresponsabilidad, ignorancia y culpabilidad

Rafael Álvarez Cordero

Rafael Álvarez Cordero

Viejo, mi querido viejo

La cobardía es la madre de la crueldad.

Michel de Montaigne

 

Cobardía.- Nunca sabremos qué ocurrió en Palacio la noche del lunes, ¿le avisaron a Andrés Manuel?, ¿se dio por enterado o quiso seguir durmiendo, a pesar de la magnitud de lo ocurrido?; el hecho es que no fue de inmediato al lugar de la tragedia como otros presidentes, y a la mañana siguiente prefirió estar cómodamente en su podio diciendo las mentiras de siempre; cobarde fue y cobarde ha sido, nunca visitó a los enfermos por covid, nunca ha convivido con los damnificados, y a los tabasqueños que perdieron todo por las inundaciones los visitó ¡desde un avión!; no recibe ni visita a las víctimas de los miles de delitos, eso es cobardía.

Irresponsabilidad.- Nunca asume la responsabilidad de los desastres que ha causado su administración, y ahora, en la caída de la Línea 12 del Metro, no hay responsables, a pesar de que se sabe que sus más cercanos funcionarios fueron los que construyeron esa línea, que tuvo conflictos desde su creación; la Línea 12, realizada por quienes sueñan con la Presidencia en el 2024, vive hoy una tragedia, pero no hay responsables, ni los habrá.

Ignorancia.- La administración actual, desde la Presidencia para abajo está plagada de ignorantes, todos los errores y fracasos de estos dos años y medio son consecuencia de esa obsesión por ignorar la ciencia y la razón; todas las áreas de la administración están llenas de ignorantes, porque los expertos fueron cesados o corridos y se privilegió el compadrazgo y el amiguismo por encima de la ciencia.

Y así ocurrió en Economía, por lo que el secretario Urzúa decidió renunciar, y así ocurre en Pemex, en donde un agricultor maneja la cartera más grande el país; en Energía, donde la titular causa risa en cada declaración; en Educación, con una mujer que no sabe escribir una carta y quiere reescribir los libros de primaria; otro ejemplo está en Salud, en donde el secretario es un dechado de ignorancia y memez, y destruyó con sus secuaces un sistema de salud que era ejemplo para el mundo, y así podemos seguir con todos los miembros de la llamada 4T.

¿Qué pasó en el Metro?, la directora es una ignorante, no hubo responsable del Metro hasta hace unas semanas, se desecharon las múltiples llamadas de atención y alertas dadas por los trabajadores y los ciudadanos, pero los encargados no saben que no saben; tenemos a un ignorante rodeado de ignorantes.

Culpabilidad.- Por todo lo anterior, aceptando que no soy juez ni conozco de leyes, como ciudadano libre puedo afirmar que el jefe de este gobierno es el culpable de todo lo que está ocurriendo en el país (¿austericidio culposo?), evidenciado ahora por este mortal accidente que nunca debió ocurrir.

La culpabilidad está ahí, él eligió a sus colaboradores, él fue quien puso al mando de organismos importantes a personas incapaces; él fue quien decidió, por sus pistolas, cancelar un aeropuerto, crear otro sin bases, construir un tren que destruye la riqueza de Yucatán, hacer una refinería que no servirá; él es el culpable de que la delincuencia haya sentado sus reales en el país, de que no tengan medicamentos los enfermos de covid, de cáncer, de VIH, de que México viole las leyes internacionales y desprecie el cambio climático, él y no otra persona es el culpable. Pensemos en esto en unas semanas más, porque la indignación de los ciudadanos tiene que manifestarse en un repudio a los programas, proyectos y candidatos de Morena; ya lo dijo el gran escritor Armando Fuentes Aguirre Catón: “Un voto por Morena es un voto contra México”, no podemos ni debemos ser cómplices de esta destrucción de México.

Usted, estimado lector, tiene un papel fundamental en las elecciones del 6 de junio, su voto es decisivo para que México recupere el rumbo y deje de estar en manos de cobardes, irresponsables, ignorantes y culpables.

 

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