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Persectivas V. Desear

Paola Domínguez Boullosa

Paola Domínguez Boullosa

La coach

 

Futurizar no es hacerse ilusiones
                vanas, es trazar y planear la mejor
                ruta de nuestro destino.

 

Hay frases que escuchamos desde niños y que subsisten en nuestra mente para siempre, esta es una de ellas. Mis padres han tenido el talento de compartirnos, a mi hermano y a mí, frases cortas o celebres, dichos populares, refranes y oraciones de la filosofía popular que han pasado de generación en generación. Enseñanzas todas ellas llenas de significado, de aprendizajes, experiencias y oportunidades… y no cabe duda que han marcado mi vida por su sencillez y profunda sabiduría. En nuestra casa se fomentó siempre la comunicación, se hablaba de la vida, de los deseos, de las ilusiones, del futuro, de la responsabilidad, de la curiosidad y de la enseñanza, se hacían preguntas y se disipaban dudas.

Deseo se define, según la RAE, como un movimiento afectivo hacia algo que se apetece; acción y efecto de desear; (…) y también, como impulso, o anhelo con vehemencia. Desear, según la misma fuente, significa aspirar con vehemencia al conocimiento, posesión o disfrute de algo y, también, anhelar que acontezca o deje de acontecer algún suceso.

El deseo es la primera de esas visiones que nos encauzan a generar nuestra propia perspectiva de vida. Es esa imagen o esa representación que queremos traer a nuestra realidad y vivirla. La perspectiva será entonces ese conjunto de principios, valores, hábitos, conocimientos, experiencias y aprendizajes que nos permitan hacer de esos deseos la realidad que queremos vivir.

Que la realidad no le confunda, que su motivación no se paralice ante los primeros intentos y que su falta de conocimiento no le haga nunca desistir. Los deseos sí pueden hacerse realidad si hacemos de ellos una meta y un trabajo continuo. Y sí, definitivamente, deben tener un alto grado de viabilidad en la realidad. Desear lo imposible claramente no nos llevaría al éxito, pero fuera de ese requisito, los deseos sí pueden hacerse realidad. Sencillo…

Los deseos nos hablan sobre lo que sentimos y nos dirigen hacia lo que necesitamos lograr, aquello que debemos resolver, aprender, expresar o solidificar en nuestra vida. Los deseos son el punto de inspiración de nuestras ambiciones y sólo por eso merecen un lugar prioritario en nuestra vida. Los deseos nos permiten hacernos conscientes de nuestra realidad, de lo que necesitamos, pero, sobre todo, los deseos nos marcan el camino a seguir, ese camino que anhelamos, ese camino que sentimos, pensamos y razonamos como nuestro.

Por eso hoy le invito a seguir deseando, a que nada le impida seguir disfrutando de esos espacios de visualización que le permiten acercarse más a usted y a lo que siente, porque usted es lo más importante que tiene en la vida y su mejor aliado, y necesita de ese tiempo de introspección y análisis profundo.

La realidad puede ser difícil e inexplicable, puede ser agresiva y necia, pero sus deseos pueden modificarla. Los cambios en nuestra realidad personal necesitan de ese continuo brote de deseos que nos obligue a seguir adelante, que nos inspire y nos dé nuevas soluciones a nuestra realidad. Los deseos, recuérdelo, son la antesala de las oportunidades, de los nuevos comienzos, de las reinvenciones.

La realidad no cambia para bien si no hacemos algo al respecto, si nos negamos a visualizar otro horizonte y trabajar en él, si no tenemos la fortaleza suficiente para crear una perspectiva de vida saludable donde se mimetice la sensibilidad y la tenacidad.

La realidad que queremos vivir necesita mucho más que vida, necesita  significado. Necesita, sí, del deseo que sea capaz de trazar y planear la mejor ruta de nuestro destino.

Recuerde que la perspectiva es la visión personal que tenemos de la vida y que es, también, la representación de nuestra realidad, el impulso de esa realidad, lo que le da vida, son los deseos siempre ahí para que todo pueda transformarse de manera equilibrada. Desee, hágalo siempre, dese ese espacio de introspección, de análisis, de reflexión y de toma de decisiones, porque es absolutamente cierto que, si puede proyectarlo en su mente, puede proyectarlo en su realidad… en su vida. Como siempre, usted elige…

¡Felices deseos, felices perspectivas! 

 

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