Despertares 5. Renacer

En esta vida hay que morir varias veces para después renacer.

Y las crisis, aunque atemorizan,
                nos sirven para cancelar
                una época e inaugurar otra.

Eugenio Trías

Una más de las definiciones del verbo despertar de la Real Academia de la Lengua Española señala: Dicho de una persona que era ruda, abobada o simple: hacerse más advertida, avisada y entendida. Y eso es exactamente lo que sucede cuando nos damos cuenta de que nuestro pensamiento y nuestras emociones necesitan un cambio, un renacer a algo novedoso que nos despierte del letargo, del continuo automatismo en el que hemos estado viviendo y, peor aún… pensando y sintiendo. 

Porque la vida, cuando comienza a ir en automático, no se apacigua, por el contrario, se acelera, y se vuelve así… ruda, abobada y simple, absolutamente vana, insolente, irónica, fuera del  sentido común, amedrentada, arrítmica, difusa… pero, sobre todo, molesta e incómoda. Y la vida no merece vivirse así, sin embargo, no todos tienen las agallas para detenerse a mirar hacia adentro y replantear su actitud ante ella y, sobre todo, su manera de gestionarla. La gran mayoría, frente a este escenario, prefiere seguir elevando su ego, acentuando su necedad y agravando sus conductas, sus decisiones y sus elecciones.

Afortunadamente, habrá los que eligen renacer, mirar hacia adentro y redireccionar su vida, sus enfoques, sus necesidades y sus deseos, pero, sobre todo, una nueva manera de pensar, de razonar, de sentir y de vivir y vivirse.

El verdadero renacer no es para todos, es sólo para aquellos que se permiten analizar su realidad y su incomodidad ante la vida, para los que están aburridos de lo mismo, y con los mismos resultados, para los que saben que merecen algo más y mejor para ellos mismos y para su vida, para los que han aprendido las lecciones, analizado las experiencias, asumido los errores… para los que han trabajado en los cambios, en las transformaciones, para los que creen, para los que aún confían en que existe algo mucho más allá y para todos aquellos que no quieren conformarse con lo que ven, con lo que sienten o con lo que piensan.

Por eso hoy le invito a analizar su vida una vez más, sus circunstancias, su realidad, sus experiencias y su manera de gestionar su vida y todo lo que hay en ella y preguntarse qué tan satisfecho está…

Porque es momento de replantear, una vez más, nuestro camino, la realidad ya ha cambiado lo suficiente para todos y es necesario seguir transformándonos e implementando nuevas adaptaciones, no al entorno ni a nuestros principios y valores, sino a nosotros mismos y a esa plasticidad adaptativa con la que debemos aprender a vivir, así podremos asegurar que, sin importar lo que pase, seguiremos adelante.

Créame…  es cierto… lo que dice el gran filósofo español Eugenio Trías… en esta vida hay que morir varias veces para después renacer… Y, efectivamente, no importa la naturaleza de una crisis, hay que procurar que todas ellas sirvan para darnos una nueva oportunidad de vivir mejor. Ésa es la oportunidad, resurgir una y otra vez, avanzar, evolucionar, adaptarnos y seguir adelante, pase lo que pase.

Como siempre le digo… la valentía no está sólo en la permanencia, sino en el cambio progresivo, en la transformación. No permita que su vida se convierta en una banalidad, que su necedad le impida ver los nuevos horizontes y mucho menos que el miedo y su ego le encapsulen en el estatismo.

Como siempre, usted elige…

¡Felices despertares, felices vidas!