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Amor propio VI. El trabajo

Paola Domínguez Boullosa

Paola Domínguez Boullosa

La coach

 

El trabajo ayuda siempre, puesto que trabajar no es realizar lo que uno imaginaba,            sino descubrir lo que uno tiene dentro.

                Boris Pasternak

 

Según el siquiatra Enrique Rojas, una clave más para determinar un buen nivel de amor propio o autoestima es el trabajo. El trabajo como fuente de satisfacción personal que nos permita dedicarnos a él con compromiso y, a la vez, retroalimentarnos positivamente de esa dedicación. 

El 85 por ciento de las personas que tienen un empleo en México se sienten satisfechas con su trabajo, esto de acuerdo con datos publicados por el Fondo Económico Mundial en lo que va del año. Según el informe, elaborado por la agencia Randstad, sobre satisfacción laboral aplicada a 34 países, México ocupa el segundo lugar. Sorprendente porque al mismo tiempo más del 66 por ciento cambiaría de trabajo.

Elaborar este tipo de mediciones en un año tan atípico como éste no es sencillo y, por supuesto, las respuestas no podían ser de otra forma. Tener trabajo en los tiempos que vivimos es ya casi un privilegio que no puede ni debe ponerse en riesgo, aunque la ilusión y el deseo amenacen de vez en cuando.

Trabajo se define, según la Real Academia de la Lengua Española, como acción y efecto de trabajar, obra, cosa que es resultado de la actividad humana; y también esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza; […] y se señala como sinónimo de dificultad, impedimento o perjuicio, molestia, tormento o suceso infeliz. Trabajar, según la misma fuente, se define como: Ocuparse en cualquier actividad física o intelectual […] Intentar conseguir algo generalmente con esfuerzo, […] elaborar o dar forma a la materia; ejercitar, modificar y también dañar… Es decir, trabajo y trabajar llevan consigo la acción y la transformación de algo por medio del esfuerzo. Y como dato curioso, trabajar viene del latín vulgar que significa “torturar” y del latín tardío tripalium: “instrumento de tortura compuesto por tres maderos”.

Quizá no sea tan sorprendente la definición como todo lo que esta palabra conlleva de relevancia en nuestra vida, porque es innegable que el trabajo, sea como fuere, es, desde mi punto de vista, una bendición, una liberación y un medio de dignificación; expresión propia y conocimiento infinito, eso sin desmerecer los beneficios que nos ofrecen, como la subsistencia, la libertad, el autoconocimiento, crecimiento y evolución.

El trabajo trae beneficios en todos los aspectos de nuestra vida social, económica y sicológica. Tanto es así que es elevada al rango de derecho humano como elemento fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas. Lo cierto es que en esta materia aún queda mucho por hacer, por lo menos en nuestro país, donde se necesita mayor calidad en la educación, mayor seguridad en la misma, mayor acceso a puestos de trabajo bien remunerados, asistencia social de calidad, mayores recursos para investigación y un manejo impoluto de la igualdad de género y oportunidades.

Por eso hoy le invito a analizar y reflexionar sobre su trabajo, sobre cómo se siente en él y en lo que hace diariamente. Le invito, también, a estudiar con detenimiento qué puede hacer para mejorar su entorno laboral para usted y los demás, porque todos podemos sumar a la implementación de políticas de calidad que nos dignifiquen.

Personalmente, la importancia que tiene el trabajo en relación con nuestro amor propio es innegable, porque lo que somos capaces de crear nos determina como seres humanos y todos tenemos algún talento único que nos identifica y nos diferencia. No importa a que nos dediquemos, todos tenemos cualidades para expandirnos y generar un legado en algo o en alguien, y ese simple hecho es un descubrimiento y una motivación diaria que nos empodera y nos permite valorarnos más.

Y le aseguro que, no importa lo que le hayan hecho creer, crea o sienta… la única competencia real que existe es usted mismo, ese es su único reto diario… superarse. Como siempre, usted elige.

¡Felices trabajos, felices vidas!

 

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