Riesgos de someternos a la compra de medicamentos en el extranjero

Opinión del experto nacional
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Por Juan de Villafranca

La compra de medicamentos en el extranjero por asignaciones directas conlleva riesgos muy altos que pueden impactar de manera muy negativa en nuestro país, en particular, a la salud de la gente y a sus bolsillos.

Pensemos en los pacientes con enfermedades de alta prevalencia, como hipertensión, diabetes, enfermedades renales y del sistema endócrino, así como tratamientos de alta especialidad, como son para cáncer, VIH y neuronales. Muchos de estos pacientes dependen de los medicamentos que provee el sistema de salud pública.

Los riesgos que se visualizan son en dos ámbitos, el primero y el más delicado es la salud y, el segundo, en lo económico.

Respecto a la salud, el principal riesgo es para los pacientes, que no les lleguen a tiempo los medicamentos que requieren o no cumplan con los estándares de calidad y, por lo tanto, no les sirvan. Esto se traduciría en algo muy grave y lamentable, que, incluso, provocaría muertes o deterioro de la salud.

En México, la Cofepris es la única responsable de autorizar, verificar y vigilar que los medicamentos que consume la población mexicana se produzcan en plantas farmacéuticas que cumplen con las buenas prácticas de fabricación y que se lleve a cabo un monitoreo para detectar, identificar y prevenir los posibles riesgos derivados del uso de los medicamentos. Es homóloga de agencias como la FDA en EU. La Organización Mundial de la Salud (OMS) se encarga de ayudar a los países a abordar cuestiones de salud pública, mas no es una autoridad regulatoria; eso es responsabilidad y competencia de cada país.

También supervisa que las pruebas de intercambiabilidad o estudios clínicos se realicen en pacientes mexicanos, garantizando que el medicamento logre el efecto deseado. La genética de la población mexicana no es la misma que la de otros países, hay estudios que demuestran que la concentración en sangre de algunos fármacos es mayor en la población mexicana, a pesar de haber ingerido la misma dosis.

En lo económico, los riesgos son el desmantelamiento de una industria fuerte y competitiva, que arrasará sobre una cadena de valor única en México, precios más altos de medicamentos, desempleo y reducción de ingresos fiscales, como IVA o ISR.

Es un sector que representa el 6% del PIB manufacturero, y son 600 mil familias que dependen de esta industria.

Las compras en el extranjero disminuirían el PIB nacional en 18 mil millones de pesos y habría una caída de ocho mil millones de pesos en la recaudación.

En México se fabrican productos bioequivalentes y biocomparables, hasta 70% más económicos que los de patente.

Los medicamentos en el mundo no están en anaqueles, hay un proceso que lleva meses a partir de la orden de compra para que se fabriquen y se tengan en las presentaciones con las leyendas en español, pensar que están disponibles en bodegas puede provocar un desabasto mayor al que se vive en el país.

Perder la soberanía en materia de salud pone en una situación de vulnerabilidad a la población mexicana, somos uno de los pocos países que cuentan con una industria que puede cubrir la mayor parte de su demanda interna.

Someterse al mercado internacional de medicamentos traerá consecuencias irreversibles para la salud física y económica de los mexicanos. Por donde se vea, es una decisión de altos riesgos.

                Twitter: @devillafranca

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