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Foro Generación Igualdad y el camino hacia la justicia

Opinión del experto nacional

Opinión del experto nacional

Nabeeha Kazi Hutchins

Presidenta y directora Ejecutiva de PAI          

Twitter:  @nabeehakazi

 

No hay camino más importante que el de lograr la igualdad de género y garantizar los derechos de la mujer. No hay momento más importante para hacerlo que ahora.

La pandemia de covid-19 ha expuesto a la luz el impacto y las cargas desproporcionadas que las crisis tienen sobre las mujeres y las jóvenes. También ilumina el trabajo urgente que se requiere para cambiar las ataduras y garantizar los derechos, la seguridad, la dignidad y la prosperidad de las mujeres en México y en todo el mundo.

El gobierno de México, en colaboración con ONU Mujeres, el gobierno de Francia y las organizaciones de la sociedad civil y las que apoyan a la juventud, son los anfitriones del Foro Generación Igualdad.  Este evento histórico comienza su viaje en la Ciudad de México del 29 al 31 de marzo de 2021 y culminará en París, Francia, en junio de 2021. El foro catalizará acciones urgentes para el logro de la igualdad de género y los derechos de las mujeres, y garantizará compromisos multisectoriales, inversiones y acciones sostenidas para escalar el progreso.

Inmediatamente después de la 65a Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) de la ONU, que culminó esta semana, de conmemorar los 25 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, y el liderazgo de México como el primer país de América Latina en adoptar una política exterior feminista, el Foro Generación Igualdad presentará acciones audaces y concretas para asegurar que las aspiraciones, la voz y el valor de las mujeres no sean negadas. Y, aunque México, ciertamente, tiene un papel de liderazgo en la convocatoria de esta conversación global, México y los países de todo el mundo tendrán que rendir cuentas, porque lograr la igualdad de género requiere primero, reconocer dónde fundamentalmente nos estamos quedando cortos.

A nivel mundial, una de cada tres mujeres es víctima de violencia física o sexual, y las mujeres más jóvenes corren mayor riesgo. Las emergencias, como covid-19, sólo agravan el daño. Casi 12 millones de mujeres en los países más pobres perdieron el acceso a los anticonceptivos durante la pandemia. Esto provocó 1,4 millones de embarazos no planificados, ya que se redujo el acceso y la financiación de servicios integrales y esenciales de salud sexual y reproductiva. La pandemia empujará a 47 millones de mujeres y niñas a la pobreza extrema. Y hay millones de mujeres que siguen siendo víctimas de la discriminación económica y social que resulta en un reducido acceso a oportunidades y servicios vitales para la equidad y la justicia.

Si bien el panorama mundial es preocupante, nuestras propias realidades nacionales también lo son.

En México, la crisis de los feminicidios es la manifestación más devastadora de violencia y discriminación contra las mujeres, y van en aumento. Después de Brasil, México es el segundo país de América Latina con más crímenes de mujeres por razones de género, con 7por cada 10 mujeres impactadas por violencia, en el dominio privado y público. El bienestar económico de las mujeres en México también se ve desafiado ya que las mujeres continúan en desventaja para lograr la igualdad de ingresos y sufren un aumento en la taza de pobreza extrema.

Además, demasiadas mujeres, especialmente aquellas que viven en condiciones de vulnerabilidad, carecen de acceso a algo que es fundamental para la igualdad y el progreso de las mujeres: la salud y los derechos sexuales y reproductivos. En México, como en otros países alrededor del mundo, covid-19 ha complicado el acceso a servicios de salud, en particular acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, tanto para mujeres como para jóvenes. El aumento de violencia de género y la reducción de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, cuando ya existían grandes brechas y desafíos, crea vulnerabilidades preocupantes para mujeres y aumenta la incapacidad para que cada mujer realice sus plenos derechos y aspiraciones.

En nuestra trayectoria de 56 años trabajando con más de 80 socios de la sociedad civil en México y otros 25 países alrededor del mundo, PAI ha defendido el derecho universal a la salud sexual y reproductiva para todos. Hemos visto una y otra vez que, cuando algo tan fundamental como los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres se descartan y no se protegen, la violencia y discriminación de las mujeres en las comunidades es alta. Garantizar la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres es fundamental, no sólo para cerrar la brecha de equidad en materia de salud y logros, sino también para lograr la igualdad de género.

México tiene una tremenda oportunidad de ser el ejemplo y actuar concretamente sobre una agenda audaz para una generación de mujeres que defienden la equidad reproductiva y la justicia, la seguridad y la protección, y el derecho a prosperar. Con los poderosos movimientos dirigidos por la sociedad civil, la fuerza del liderazgo y la representación femenina y la innegable y vibrante voz de nuestras madres, hermanas, hijas y comadres, México puede lograr lo que se desea. La pregunta es ¿los detractores podrán hacerse a un lado?

El Foro Generación Igualdad va más allá de ser una convocatoria para este momento. Es un movimiento de optimismo, unidad, fuerza y responsabilidad a largo plazo. Es un recordatorio de que cuando las mujeres se unen, levantan sus voces y se mantienen unidas, el progreso es seguro. Después de todo, esta generación no se quedará tranquila ni caminará calladamente cuando está del lado correcto de la humanidad.

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