Logo de Excélsior                                                        

Combatir al narcotráfico por la ruta del dinero

Opinión del experto nacional

Opinión del experto nacional

Por Alejandro Armenta Mier

El combate al crimen organizado es una de las prioridades del nuevo régimen y desde el Senado de la República la fracción de Morena ha contribuido en ello, a partir de cortar la ruta del dinero. Un primer paso ha sido la reforma en materia de combate a las empresas denominadas fantasma.

El presidente Andrés Manuel López Obrador lo ha considerado tema de seguridad nacional, porque a nivel internacional los delitos de carácter económico son tipificados como peligrosos y una forma de combatir de manera frontal al narcotráfico, al terrorismo y otros delitos es mediante su vertiente financiera.

Uno de los males y que más daño ha causado al país en las últimas décadas ha sido la corrupción. Un fenómeno que se sostuvo, se extendió y se arraigó en la vida institucional de México, con graves consecuencias para la economía del país. Un cáncer que fue minando, poco a poco, el funcionamiento de las instituciones y acentuando la desigualdad social.

Es indudable que la delincuencia organizada aprovechó la impunidad con que operaba el entramado social y gubernamental. La corrupción se desplegaba a través de compañías ficticias, constituidas exclusivamente para simular operaciones, convirtiéndose en eficaces vehículos para evadir obligaciones fiscales, pero también para contribuir a lavar dinero destinado a diversas actividades ilícitas.

Por ello, desde el Senado de la República y con la coordinación de Ricardo Monreal al frente de la bancada de Morena, impulsamos una reforma integral en materia de empresas denominadas fantasma, que planteó una serie de adecuaciones legales indispensables para desarrollar mecanismos eficientes que cierren los canales a través de los cuales han fluido los recursos económicos que permitieron fortalecer a los grupos delincuenciales.

El diagnóstico es alarmante: de 2014 a junio de 2019 se identificaron cerca de 9 mil empresas que facturaban operaciones simuladas, realizando más de 8 millones de facturas falsas con un monto de 1.6 billones de pesos. Las operaciones de defraudación fiscal, entre 2014 y 2018, a través de empresas fantasma, fueron por más de 2 billones de pesos. Y suponiendo que toda factura se dedujo, la evasión sería de 354 mil 512 millones de pesos, lo que representa 1.4 por ciento del PIB.

El impacto de la reforma. De combatir eficazmente estos esquemas de defraudación se lograría un incremento gradual del PIB del 1.4 por ciento, habría reflejo en la seguridad del país al integrar de manera adecuada las carpetas de investigación que permitan castigar severamente a los criminales que han aprovechado estos esquemas por décadas para fortalecer sus actividades ilícitas.

El contenido de la reforma permitirá utilizar la figura de extinción de dominio para este tipo de delitos fiscales, herramienta clave para la recuperación de las contribuciones evadidas y, a través de la figura de delincuencia organizada, las penas de prisión resultarán más elevadas para dichos líderes del crimen organizado. De esta forma, logramos una mayor responsabilidad penal en contra de los delincuentes peligrosos.

Otro de los alcances de la reforma es que se garantiza un conocimiento profundo y preciso de las estructuras criminales. El objetivo es atacar a estos delincuentes a través del régimen de excepción de delincuencia organizada, el cual permite el uso de testigos colaboradores, usuarios simulados y vigilancia electrónica, esenciales para investigaciones de alto nivel. La ley federal contra la delincuencia organizada es la vía requerida para reducir la impunidad.

Con estas acciones, una vez más, dejamos claro que el combate a la corrupción en la Cuarta Transformación es frontal, contundente y real, que supera el espacio de los discursos y actúa de manera decidida para reducir las zonas de tolerancia que existían en el país.

Twitter: @armentaconmigo

Comparte en Redes Sociales