2121, Año de Agustín de Iturbide

Opinión del experto nacional
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Por Fernando Aguirre

 

Este lunes 27 se cumplen 200 años de la Consumación de la Independencia de nuestro país. Aunque es una fecha trascendental y decisiva, porque a partir de ahí se habla de una emancipación definitiva de la corona española, la hazaña que empezó Miguel Hidalgo y Costilla, pero que culminó once años después Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu, con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, ha sido menos simbólica en la historia oficial, no es celebrada con bombo y platillo, tampoco tiene su día de asueto y por supuesto, el desconocimiento entre los mexicanos es evidente.

Para entender la Guerra de Independencia desde 1810 hasta 1821 no basta con conocer la historia “oficial”, en la que sólo se presenta a profundidad los primeros años de la lucha. Es necesario revalorar la importancia que tuvo la figura de Agustín de Iturbide para el desenlace de esta guerra, despojémonos de si fue liberal o conservador, insurgente o realista. Cualquiera que haya sido su bandera, nos guste o no, repercutió en que se concretara la independencia de nuestro país.

Es indiscutible la tesis que sustenta Pedro J. Fernández, en su libro Iturbide: El otro padre de la Patria, en la cual refiere que al Dragón de Hierro, como se le conoce a Iturbide, se le ha borrado sistemáticamente de la historia oficial, pero fue él quien aprovechó los tiempos político-sociales para conseguir la Consumación de la Independencia cuando negoció con la insurgencia, prácticamente derrotada, de Vicente Guerrero.

“Iturbide nunca engañó a los mexicanos sobre sus planes imperiales, que es principalmente lo que se le crítica a este personaje. Los mexicanos deberían leer el Plan de Iguala para conocer los términos en los que se negoció la Independencia y con ellos entender al personaje”, refiere Fernández.

Las inconsistencias de la historia oficial nos llevan, por ejemplo, a considerar que la Consumación de la Independencia fue con la entrada triunfal del Ejército Trigarante el 27 y no el 28 de septiembre, día en que se firmó el Acta de Independencia de México.

El 27 de septiembre coincide con el cumpleaños de Iturbide. Caso similar a Porfirio Díaz, a quien se le achaca celebrar su natalicio con el Grito de Dolores el 15 de septiembre, a las 23 horas.

¿Estamos celebrando un culto a la personalidad?

Aquel que consumó la Independencia, pasará otro centenario en las sombras. Esperemos que haya la voluntad política, porque no basta el clamor social, para que un estudio escrupuloso sobre el personaje permita valorarlo en su justa dimensión. Quizás sólo así para el 2121 en el Tricentenario de la Consumación de la Independencia se celebre un Año de Agustín de Iturbide.

ANECDOTARIUM

El recuento bibliográfico, periodístico y cinematográfico de los festejos del Centenario de la Independencia detalla todo un mes patrio lleno de celebraciones, exposiciones, distinguidas visitas internacionales, inauguraciones de monumentos, entrega de obras a lo largo y ancho del país, así como la devolución a México de objetos simbólicos de los próceres de la independencia, entre otros. Comparado con los festejos patrios del Bicentenario, desde el 2010 al 2021, dan la sensación de que nada se planificó, hubo desorganización y, en general, se quedaron cortos. Fuera de la Estela de Luz, que es un monumento a la nada, no se deja siquiera un legado artístico o arquitectónico importante que dé recuento de estos festejos a las futuras generaciones.

 

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