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Van, aunque me critiquen

Miguel Ángel Godínez García

Miguel Ángel Godínez García

Alto mando

Finalmente, el Presidente firma el documento que estuvo guardado en el cajón de su desdén, le da a las FA facultad de salir a las calles a poner el orden que nunca logró Alfonso Durazo. Aunque todos coincidan en que con ello se militariza al país, el Ejército, que también ha sido parte de la hoy GN, siempre ha estado en las calles.

La formalidad de esta actuación dice y dice mucho. La estrategia del Gabinete de Seguridad, comandado por Durazo, ha sido un fracaso. En uno de los problemas más álgidos de nuestro país, el Presidente ha permitido que se fracase sin corregir errores, sin aceptar lo evidente y sin reconocer sus resultados. Una y otra vez se ha escrito en este espacio sobre el mal uso de instituciones encargadas del orden público, el desmantelamiento de las fuerzas de inteligencia y de la PF, la improvisada conformación de la GN, a pesar de estar comandada por la experiencia de un Gral. como Rodríguez Bucio, sin facultades y con una mescolanza de elementos que entre ellos no comparten ni la disciplina ni la experiencia, mucho menos el respeto al grado para convertirse en subordinados.

Política equivocada que ha dado como resultado un fortalecimiento del crimen organizado, cuando sabemos que la GN debió estar bajo el mando del secretario de la Defensa y lejos de Durazo. Una vez más el Ejército tendrá que poner el pecho, no la cara, para tratar de restablecer el orden en cada comunidad.

Escribía en mi columna del 7 de mayo del 2019 sobre las razones que enorgullecen a un soldado para pertenecer al Ejército mexicano, a un cadete para convertirse en un oficial de alto rango y a un general para portar sus insignias logradas con el esfuerzo diario. Hacía énfasis en el sentir de ellos al convertirse en policías para lo que no estudiaron.

Hoy regresamos al principio de esa columna, pero se regresa con la autoridad constitucional para hacerlo, cuando todos sabemos que el Gral. Cresencio Sandoval debiera volver con la autorización para actuar, para defenderse y defendernos. Me pregunto, ¿qué implica esta nueva política constitucional? ¿Qué les está pidiendo su comandante supremo con esta decisión? Pero, sobre todo, ¿qué les está permitiendo utilizar para actuar y lograr su cometido?

Hoy presenciamos el mensaje del CJNG presente en la Huacana, hace gala de contar con dinero suficiente para lograr establecer un sitio en donde sólo gobiernen ellos, en donde sobrevolarlo o recorrerlo requiere de su permiso, de lo contrario no se hacen responsables por su seguridad. Un nuevo ejército como el zapatista, pero con mejores armas y más recursos para imponerse. ¿Frente a estos hechos qué tendrá permitido nuestro Ejército para actuar?

Estos hechos son los que debieran estar en la opinión pública, estos desafíos debieran alertar a los legisladores en lugar de rasgarse las vestiduras por la militarización del país. El mensaje del CJNG es una declaración de guerra como lo fue en el 94 el mensaje del comandante Marcos. Difícil y complicado se le presenta el panorama a la 4T, yo diría alarmante porque no vemos en los hechos la determinación que debe tener un jefe de Estado ante la insolencia de los cárteles de la droga hablando de negocios rentables para progresar gracias al narcotráfico y la ingobernabilidad. El Presidente advierte que, aunque lo critiquen, hará uso del Ejército para restablecer el orden, sin embargo, sabe que facultarlos para actuar con todo significaría convertirse en lo que más le ha redituado en su eterna campaña, Calderón.

 


 

DE IMAGINARIA

Pedir una disculpa con ironías es ofender dos veces. Habiendo médicos en la historia de México como Salvador Zubirán, Ignacio Chávez por nombrar algunos, al Presidente sólo se le ocurre mencionar al Ché Guevara, quien, en lugar de salvar vidas fusiló a cientos de cubanos.

 

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