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Orgulloso del Ejército Mexicano

Miguel Ángel Godínez García

Miguel Ángel Godínez García

Alto mando

Soy soldado porque en mi pecho se anida el amor a la patria, la veneración a sus héroes y el respeto a la ley. Soy soldado porque la disciplina es mi norma; el valor, mi gran anhelo; el honor, mi firme causa, y el deseo de servirle a mi país, la meta de mi vida. Soy soldado porque me siento orgulloso del uniforme que porto, las insignias que me honran y de la bandera que guardo con mucho orgullo.

Soy hijo de un militar, de un miembro de nuestro glorioso Ejército, que llegó al grado más alto: general de División y que ocupó los cargos más importantes dentro del instituto armado, incluso, enfrentó una guerra contra el EZLN.

A mi padre, que sacrificó toda su vida por su Ejército, lo vi con qué amor portaba su uniforme, sus águilas, sus estrellas, sus condecoraciones; su escudo de la Escuela Superior de Guerra, su lealtad al país, a su comandante supremo, a su bandera, a sus subordinados.

Vi a un general con lágrimas al entonar el Himno del Heroico Colegio Militar.

Por todo esto, puedo asegurar al Presidente que los militares no son policías. Se enlistaron para servir a su patria y para hacer carrera en las FA; su sueño: portar el águila y sus tres estrellas.

Estoy seguro de que el secretario de la Defensa, Luis Cresencio, y la plana mayor de la SDN, se dieron de alta por estas razones, no para ser policías o guardias nacionales, aunque, siempre leales, cumplen órdenes y las cumplen bien.

Gracias al secretario de la Defensa, AMLO cambió su percepción sobre las Fuerzas Armadas.

Por motivos de la GN existe descontento en las FA y entre militares en retiro. Lo que necesitan son palabras de apoyo de su comandante supremo.

Luis Cresencio tiene varios retos: la GN, el aeropuerto de Santa Lucía, la seguridad nacional, pero en su agenda debe ser prioridad que el Presidente se adentre más en los sentimientos de los soldados.

Sólo vea, Presidente, la histórica y peligrosa rebelión de la PF, hoy GN. Algo nunca visto en el país; un golpe de Estado de la nueva corporación.

Más de mil elementos tomaron por asalto las instalaciones de Contel, en Iztapalapa, con reclamos y consignas. Fue deplorable y preocupante por parte de la fuerza pública que busca acabar con la inseguridad.

Es importante que el Presidente vea con mucha atención este grave problema, el cual ya se veía venir. Desde que tomó posesión no los ha bajado de corruptos e ineptos.

Las condiciones de los operativos, el radical cambio en su disciplina, las declaraciones de Garduño: “policías fifís”, y un Alfonso Durazo ausente, ya que nunca se acercó ni identificó con sus policías, hicieron explotar la bomba.

Y en esta peligrosa protesta Durazo volvió a esconderse, enviando a Patricia Trujillo a dar la cara, pero terminó tirada en el suelo por los manifestantes. Fue secuestrada por minutos, tratando de llegar a un acuerdo.

Tengan razón o no estos policías, ya no se les puede tener en la GN. Tienen que irse. ¿A dónde? No se sabe, pero probablemente lo harán a los grupos delincuenciales.

Le puedo asegurar al Presidente que esto no sucederá con los militares; su disciplina y lealtad están a prueba de todo. Aunque, como dice AMLO, no hay que soltar al tigre.

 

DE IMAGINARIA. Lo he dicho siempre, la GN debe pertenecer a la SDN. No funcionará el mando mixto. Los Grales. Cresencio y Rodríguez Bucio no deben dejar que militares y marinos se contaminen. Buen reto enfrenta el Gral. Rodríguez Bucio.

¿El Presidente dará de baja a toda la PF?

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