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No pudo ser más duro el golpe

Miguel Ángel Godínez García

Miguel Ángel Godínez García

Alto mando

No se habla de otra cosa ni entre la gente ni en los medios, mucho menos al interior del Ejército mexicano. El mando de más alto rango de la Secretaría de la Defensa en el sexenio de Peña Nieto, se encuentra preso en los EU por narcotráfico. El golpe más duro que ha recibido, quién sabe de quién, la institución con mayor credibilidad y aprecio para los mexicanos.

Lamentable que el Gral. Salvador Cienfuegos esté pasando por el deshonor más grande que puede sufrir un militar con más de 50 años de servicio, hombre de principios con una trayectoria intachable con la que se ganó la admiración y el respeto de quienes han trabajado a su lado. Pero más allá de la tragedia para su familia, la misma o peor ha sido también para México. No sólo porque por primera vez fuera de nuestras fronteras se detiene a un hombre que portó el más alto cargo militar, un líder en la formación de futuros generales, sino, además porque junto con él se pone en duda la integridad del Ejército de nuestra nación.

Una detención que ha lanzado más voces en su defensa que en su contra. Un hecho que ha generado la indignación sobre todo por el nivel de intervención que EU tiene al interior de México y al margen de las unidades de inteligencia propias. El Presidente fue informado en persona por Martha Bárcena 15 días antes de la detención sobre “rumores” de que el Gral. estaba siendo investigado, está en duda si ambos conocían lo que iba a suceder, pues una de sus funciones en EU es estar al tanto de investigaciones de tal importancia. Los militares aún en condición de retiro dan parte a la Sedena para salir temporalmente del país, asimismo ésta lo hace a la agregaduría del destino del militar, de esa forma la embajadora pudo saber fecha y lugar en donde el Gral. Cienfuegos entraría a territorio estadunidense. La expresión de “no se vale” que hizo López Obrador sobre que la DEA participe en nuestro país vinculando a instituciones mexicanas y obtener información, para luego decidir de manera unilateral y al margen de nuestra autoridad merece, más que un “no se vale”, una pronunciación en contra de estos hechos y de la exigencia de las pruebas en su contra.

México ha sido agraviado porque históricamente el gobierno siempre ha tenido una relación binacional de colaboración en el combate al narcotráfico. Inverosímil la acusación al general, resulta una gran afrenta para el Ejército por lo que implica un señalamiento de esta magnitud. La cadena de mando del nivel de un secretario es tan extensa, que resulta imposible evitar involucrar a personal militar también de alto rango en las operaciones que se le imputan. Los delitos que se le persiguen de fabricación y distribución de toda clase de drogas implicarían que Marina y Fuerza Aérea conocieran muy de cerca las acciones del exsecretario de la Defensa, impensable que hubiera podido actuar al margen de ellas. Más aún si recordamos que la Marina estaba encargada de operativos contra el narcotráfico y, que además entre Soberón y Cienfuegos hubiera distanciamiento por el protagonismo del primero en dichas operaciones. Los hijos somos testigos de lo que significa lograr una exitosa carrera militar, para ellos significa sacrificar a la familia para cumplira la nación. Suena absurdo que Cienfuegos arriesgara ésta involucrándose en acciones de primer nivel dentro del narcotráfico.

 

DE IMAGINARIA

Queda al descubierto la posibilidad de que la DEA desempeñe con toda libertad espionaje a funcionarios del gobierno de México, secretarios de Estado e incluso, al mismo Presidente. En espera de conocer el sentir de la Sedena sobre el ánimo de las FA y de la posibilidad de coadyuvar a la investigación para resarcir el honor de la institución en la que hoy se ha puesto toda la confianza en diversas y sensibles tareas.

 

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