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Militarización frente al coronavirus

Miguel Ángel Godínez García

Miguel Ángel Godínez García

Alto mando

 

La política del gobierno federal es cada vez más errática e insensible. Contrario a lo que se supondría por el choque con el movimiento feminista, ahora lo hace de la misma forma frente a una pandemia que paraliza a los países. No sólo la desprecia o desestima, como lo hizo con las mujeres, la desafía y la reta frente al estupor del mundo.

Desafortunadas publicaciones encabezan la portada de los diarios más leídos en diferentes países, en donde la noticia es tan impactante que califica a México como el país donde el virus es más peligroso. La militarización en nuestro país por la que tantos sectores temían, hoy es un hecho por la cantidad de tareas que el Presidente les asigna, y no está equivocado, pese a su desprecio en campaña por el Ejército y su absurdo deseo de desaparecerlo, ha tenido que reconocer con hechos la incondicionalidad del soldado aun en sus más descabelladas promesas.

Las FA son, sin duda, su mayor fortaleza ante un inexperto y debilitado gabinete. Muestra de ello es la intervención inmediata de la Sedena y la Marina en la aplicación del Plan DN-III por el COVID-19, estarán al frente de 10 hospitales sumados a los hospitales navales y militares, junto con pelotones de sanidad a lo largo de todo el país. Serán ellos, también, quienes estén al resguardo de las bodegas de insumos médicos para hacer frente a la pandemia. Será necesario facultar a los soldados para defenderlas como defiende un soldado su misión y no como hace unos días, que por no poderse defender, volvieron a ser rescatados criminales del CJNG al estilo de La Huacana.

Sin duda, la confianza del Presidente en su amigo Audomaro para elegir a los titulares de estas secretarías, como lo marca la tradición militar, legitimó la fortaleza en el mando del Gral. Sandoval y el almirante Ojeda. Fortaleza que le ha dado al Presidente la incondicionalidad de la que hoy abusa, y la de mayor reto histórico para las FA.

Durazo, cada vez más ausente de los graves problemas, la reunión de seguridad ya no contempla la asistencia de la titular de Gobernación, si hablamos de gobernabilidad del país. Cuando más se necesita un ámbito de confianza y seguridad, el mensaje del Presidente logra todo lo contrario.

Las consecuencias económicas de una parálisis mundial y nacional por el virus prevén un escenario económico e incremento en delitos sin precedente, lejos de pensar en ello, Obrador se esfuerza en ponerle a México piedras que no había como resultado de su megalomanía, echando abajo un proyecto de 1,400 mdd mediante una consulta ciudadana. El Presidente no aprende, ni le interesa aprender. Ha caído en un estado megalómano preocupante en donde los estragos de la realidad le darán un golpe a él y a todos los mexicanos, porque el panorama no puede ser peor en un país en donde el desmantelamiento de un sistema de salud eficiente y perfectible tiene hoy que gestionar una contingencia y en donde su incapaz titular cede a su subsecretario la tarea de lidiar con un doble mensaje que agrade más al mandatario que a darnos seguridad.

 

  •  DE IMAGINARIA

Aunque pareciera que el virus opacó al movimiento feminista, hay quienes como el exgobernador chiapaneco, ahora senador del PVEM y líder de su bancada, Manuel Velasco, mantiene en su agenda el tema y tiene como pendiente la pena de muerte para este delito. Propone iniciativa de ley para que se cuente con el 30% de patrullas exclusivas para atender violencia de género. Velasco Coello se ha vuelto inseparable de Julio Scherer, asesor de toda la confianza del Presidente, que por encargo del mismo, analizan juntos importantes reformas al poder judicial, reuniéndose para esto con Arturo Saldívar.

 

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