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El silencio de un militar es un valor

Miguel Ángel Godínez García

Miguel Ángel Godínez García

Alto mando

La respuesta del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, a la embajadora Socorro Flores sobre la violación al Derecho de Presunción de Inocencia fue letal para quienes encuentran en los procesados leña para su molino y deja ver la política que caracteriza a este gobierno.

En palabras del fiscal, existen quienes desde el mismo gobierno violan esta presunción, generando una grave crisis en el aspecto procesal, que se convierte en acusaciones a la Fiscalía por la falta al debido proceso. Prácticamente, las palabras de Gertz Manero señalan abiertamente al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, y, por supuesto, al titular de la UIF, Santiago Nieto. El primero por encontrar en el caso García Luna un bálsamo a su fracaso como secretario de Seguridad, quien cambió su discurso de justificaciones por el linchamiento anticipado a la aberración de que desde el gobierno se fraguaran beneficios para un cártel y el segundo, porque pareciera que primero busca culpar al personaje y luego encontrarle posibles delitos. Aunque sus palabras se refirieron a áreas del gobierno, es claro que desde Palacio Nacional también se viola este derecho, sólo basta con recordar la advertencia que el Presidente hizo de despedir a quienes hubieran trabajado como subordinados de García Luna, sin recapacitar que dentro de su administración se encuentran en funciones algunos de ellos, olvidándose de la capacidad, experiencia y buen desempeño que pudieron haber tenido precisamente bajo el hoy apestado mando.

Tal es el caso del Gral. Rodríguez Bucio, quien ha merecido señalamientos y especulaciones de su actuación como integrante del equipo de García Luna, sin ninguna prueba que no sean especulaciones. Es indignante ver cómo se puede poner en juego el prestigio de una carrera militar intachable, tan es así, que López Obrador encontró en el general Bucio a la persona indicada para estar al mando de la policía a la que le apuesta el éxito de su gobierno, tomando en cuenta que la inseguridad es el problema más importante a resolver. Cada militar lleva en su expediente las tareas que su mando, ya sea civil o militar le asigna, y se ha vuelto una conducta común que a los militares se les imputen presuntos delitos olvidando que el papel de los militares es obedecer, cumplir y no opinar, y que nunca, desde la institución de gobiernos civiles, ni siquiera el secretario de la Defensa, ha estado al mando de las decisiones que pudieran poner en juego la seguridad y la soberanía del país.

Determinar que por el simple hecho de haber colaborado en una administración, sea cual sea la tarea, sobre todo tratándose de personal militar, se deba compartir la responsabilidad de las decisiones o de los delitos que presuntamente cometieron sus superiores, en la mayoría de los casos mandos civiles, es totalmente injusto y atenta contra la motivación y el ánimo de colaboración de las FA en la vida de nuestro país.

El silencio del general no es más que la disciplina y el derecho que nunca tiene un militar de expresarse, de hablar, de defenderse. Rodríguez Bucio contestó desde el primer cuestionamiento que le hicieron lo que tenía que contestar, el Presidente opinó sobre él lo que tenía que opinar, y si mal no recuerdo, poco o casi nada se ha visto en público al general, sus funciones como responsable de la GN así lo determinan, pues su tarea es lograr integrar una institución por demás complicada y ofrecer los resultados que de esta tarea debe entregar, para hablar, justificar y defenderse están los hechos y éstos ya forman parte de su hoja de actuación.

Hoy más que nunca la confianza de esta administración está puesta en las FA, muestra de ello es la participación del general Sandoval en la Reunión de Embajadores y Cónsules en donde ratificó la participación del Ejército y FA en los proyectos prioritarios del gobierno y en las operaciones para pacificar al país.

 

  DE IMAGINARIA

El Ejército y las FA no sólo tendrán que ocuparse de la construcción de un aeropuerto con las responsabilidades que esto implica, sino también se le asignan  la construcción y la seguridad de 2 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar, tarea por demás muy complicada por los propósitos que conlleva brindar este servicio en poblaciones alejadas y con difícil acceso, para que los programas de combate a la pobreza sean una realidad en la 4T.

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