Aumenta el volumen de Estados Unidos para México

Sin duda alguna, el diálogo entre México y Estados Unidos ha tenido un giro espectacular y muy positivo en términos de colaboración para enfrentar los dos grandes problemas que aquejan a ambos países, el combate al narcotráfico y el incremento en la violencia de México y América Latina que provoca migraciones masivas y el caótico desplazamiento rumbo a la frontera norte. Biden aumenta el volumen a sus determinaciones con relación al narcotráfico a tan sólo dos días de que se formalizara el inicio del llamado Entendimiento Bicentenario, un nuevo acuerdo bilateral de colaboración en materia de seguridad para ambas regiones. El embajador Ken Salazar y el canciller Ebrard celebraron una reunión en donde dieron a conocer el nuevo acuerdo, que a diferencia de la Iniciativa Mérida, contempla la atención a causas de fondo y no sólo a combatir criminales. Como resultado de la reunión que sostuvieron ambos funcionarios para ultimar detalles en el nuevo marco de colaboración, se explican las contundentes medidas que el presidente Biden tomó el pasado miércoles con la conformación de un Consejo contra el Crimen Organizado Transnacional. 

Para el gobierno estadunidense, frenar la cadena de suministro y las redes financieras de narcotraficantes que operan del otro lado de la frontera es fundamental para dar el golpe que se requiere a estos grupos criminales. Es notorio, a diferencia de Trump, que su política hacia México ha sido suave en la forma, pero dura en el fondo, el número inusual de visitas de altos funcionarios en materia de seguridad, tanto en México como en Washington, así como las visitas de Estado, que muy a disgusto ha tenido que hacer el presidente López Obrador, han ido abonando sin lugar a duda de manera inteligente el camino que establezca los acuerdos de participación de las agencias antidrogas, que se vieron interrumpidos debido a la detención del general Cienfuegos acusado de narcotráfico. Como respuesta a toda esta estrategia llegó el momento de imponer sanciones y ofrecer recompensas, 5 mdd por las cabezas de líderes del cártel de Sinaloa: Ovidio, Iván, Jesús Alfredo y Joaquín Guzmán, todos ellos hijos de Guzmán Loera, quien cumple cadena perpetua en EU, señalados, junto con El Mencho, los Beltrán Leyva y Los Zetas, como la mayor amenaza para su seguridad nacional y para los que ofrece de igual manera fuertes recompensas. Debido a lo anterior, por primera vez López Obrador acepta que estuvo mal planeado y mal ejecutado el operativo en Culiacán que ocasionó la liberación de Ovidio, a quien hoy le pone precio el Departamento de Estado de Biden. A la pregunta expresa sobre el tema de Ovidio, parece no recordar la terrible inexperiencia de su área de comunicación, que a toda luz le permitió, junto con su SSPC, mentirle al pueblo de México. A dos años de lo ocurrido se completa la información de lo ocurrido, sin que para el responsable de la imprudente y mal ejecutada operación tuviera consecuencias, por el contrario, sus innumerables errores a lo largo de su nefasta gestión fueron premiados con una gubernatura. Parte del acuerdo binacional es el compromiso de México de proporcionar información con laque cuentan el CNI y las Fuerzas Armadas sobre la ubicación de estos capos.

 
DE IMAGINARIA 

Las ejecuciones al hilo, a plena luz del día en la capital del país, sin lograr detenidos a pesar de contar con tecnología del C5, obligan a la jefa de Gobierno a solicitar apoyo de la GN. La respuesta inmediata son 4 mil elementos de apoyo, a diferencia de muchos otros estados que se encuentran en condiciones más difíciles, confirma el interés del Presidente por recuperar lo que Sheinbaum perdió en las pasadas elecciones. Su llamada de auxilio deja mal parado al SSC Omar Harfuch que hace tan sólo uno días declaraba una baja en el índice de homicidios de la CDMX.