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La marcha del desgaste

Max Cortázar

Max Cortázar

Por un lado, la manifestación exhibió la falta de respaldo popular hacia el señor Barbosa. La crónicas periodísticas dan cuenta de movilizaciones de personas por parte de Morena, y aun con esa operación de partido que dista mucho de la concepción de los “ciudadanos libres” a los que apelaban de manera recurrente en los distintos discursos del templete, consiguieron reunir a lo más tres mil personas, según refieren las mismas fuentes de comunicación, dejando una plaza  pública con amplios espacios vacíos, como en parte dejó registro el propio video del excandidato a gobernador subido a sus cuentas de redes sociales. Por el otro, la marcha también comprobó el desgaste que Miguel Barbosa tiene al interior de Morena. Ninguna de las figuras políticas nacionales de ese partido, que fueron referente en la elección federal u otras competencias relevantes a nivel estatal, acompañó al candidato perdedor a su concentración. A la convocatoria se ausentaron los voceros más reconocidos del movimiento, los que apuntan a tener cargos de primer o segundo nivel en el gabinete federal o en las cámaras del Congreso de la Unión, así como los gobernadores electos emanados de Morena. Al señor Barbosa lo dejaron solo todos esos referentes nacionales de la cuarta transformación, quedando marginado a la convivencia con Yeidckol Polevnsky y Gerardo Fernández Noroña.

Cuando se observa la calidad del mensaje emitido en la marcha, se entiende el por qué. En las arengas sobraron los insultos, los descalificativos, las acusaciones sin sustento, como también destacó la falta de una narrativa convincente que fue sustituida por una serie de anécdotas inconexas y mal contadas. Toda la línea discursiva estuvo rebasada de generalidades, sin la exposición de algún argumento adicional a los pretextos que el señor Barbosa ha expuesto días atrás —ya descalificados por el INE y la Fepade— o la más mínima presentación de evidencia de sus acusaciones porque, como lo saben bien quienes estuvieron arriba y abajo de ese templete, los poblanos le dieron la espalda a las prácticas deshonestas de Miguel Barbosa, las cuales, por cierto, traicionan cada uno de los supuestos principios de honorabilidad definidos por Morena en sus documentos de partido.

Quizá por eso a la presidenta nacional de Morena se le percibió tensa a lo largo de la marcha. Las redes sociales dieron cuenta de cómo primero arrebataba celulares a sus propios simpatizantes durante el recorrido para que no se tomaran la foto con Miguel Barbosa; después movía a algunos de los candidatos poblanos ganadores en el momento que emitían sus palabras desde el templete, a fin de que no le estorbaran en la foto de prensa para, finalmente, cerrar ella el mitin con su discurso, cuando ese lugar de “honor” le corresponde por naturaleza obvia al candidato perdedor, que hace su pelea para echar abajo la voluntad popular, mediante el recurso de la nulidad de la elección.

Lo más llamativo del discurso de Yeidckol Polevnsky fue su serie de amenazas a los poblanos. Fue a la capital del estado a advertir a los próximos gobernantes que “estarán detrás de ellos”, cuando eso es justamente lo que hace un partido que pierde una elección y tiene representación como bancada en un cuerpo legislativo. Esa práctica de rendición de cuentas, a la que se le conoce como “gobierno dividido”, se ejerce por lo menos desde 1997 a nivel federal.

También la lideresa de Morena amenazó a sus propios diputados locales electos de no dejarse “comprar” y enfatizó que sus militantes “no tienen precio”, quizá en remembranza de Luis Miguel Barbosa y su paso por el Senado, a quien le hace falta aclarar a qué negociaciones o acuerdos llegó para poder acrecentar de manera inexplicable su patrimonio y realizar compras de lujo en el extranjero, a partir de los moches y tráfico de influencias ejercidos durante su labor legislativa, como dieron a conocer distintos medios nacionales en las campañas constitucionales.

La sociedad poblana espera que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no se deje intimidar por el discurso de chantaje político impulsado por la dirigencia de Morena. La ley debe estar por encima de cualquier arrebato de corte autoritario, así como velar por el cumplimiento de la voluntad popular. Estamos seguros que la resolución refrendará la victoria al Partido Acción Nacional y sus aliados electorales.

 

Militante del PAN

max.cortazar@gmail.com

 

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