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Las lenguas, como los gases, se expanden (I)

María del Pilar Montes de Oca Sicilia

María del Pilar Montes de Oca Sicilia

Sí, las lenguas se expanden, no todas, ni muchas, pero algunas se expanden.

Hay muchos ejemplos de expansión de lenguas, desde la difusión del sumerio, acadio y arameo en Mesopotamia, pasando por la del griego, el latín y el árabe en los imperios asociados con ellas, hasta llegar al español en América o el swahili en África.

Como expansión se entiende el aumento en el tiempo de la proporción de una red de comunicación que adopta una lengua para una función comunicativa y ocurre cuando se da un cambio social o cultural en que cierta lengua se desplaza a través de nuevos medios, canales y vías de comunicación —físicos o electrónicos— y llega a más hablantes hasta convertirse en su lengua materna.

Entender por qué una lengua se difunde o se contrae es un asunto complicado. No hay una fórmula que explique cómo prosperan o declinan las lenguas. No sabemos bien a bien por qué el arameo se difundió tanto o por qué se extendieron el griego, el celta o el latín y luego desaparecieron. Cada uno se expandió y continuó haciéndolo con su propio impulso. Lo mismo pasa con el inglés y con el español en épocas más recientes.

Según Lewis, hay varios factores relacionados con la expansión: las actitudes de los hablantes, las relaciones entre los hablantes de las diferentes lenguas, la modernización, la movilidad, la demografía, los cambios políticos y militares, así como los factores ideológicos. Todos estos al combinarse influyen en la preferencia sobre una lengua u otra y se presentan de las siguientes maneras:

 

1. CONQUISTAS MILITARES

La conquista militar o cultural es un factor decisivo para la expansión de una lengua. Por ejemplo, después de la Conquista Española, el español se tuvo que extender a toda Iberoamérica como lengua oficial y después de la Segunda Guerra Mundial, el inglés se expandió, ya que se necesitó interactuar más con hablantes de esta lengua. Como ejemplo de esto tenemos el caso del latín, que en un principio era hablado por un número insignificante de personas que vivían en el centro de la Península Italiana, pero después se extendió a todo el mundo conocido cuando las legiones romanas conquistaron vastos dominios de Europa.


2. FACTORES RELIGIOSOS

Los factores religiosos suelen ser importantes en la difusión de las lenguas. Tal es el caso del árabe que se difundió por Asia, Europa y África, cuando se convirtió en la lengua de la religión mahometana. En las orillas del Imperio, el árabe cedió terreno a las lenguas que se habían hablado antes, pero en el área central desplazó al griego y al cóptico e hizo que el bereber se retirara al desierto. Los árabes al difundir su religión difundieron su lengua, lengua indispensable para leer El Corán y con ello «entrar en el paraíso».

El turco, por su parte, se extendió con las conquistas otomanas por Europa y por el Cercano y Medio Oriente y desde el siglo X hasta 1918 fue la lengua administrativa de esta área. Cuentan que Napoleón trató de nombrar a algunos egipcios hablantes de árabe en puestos de autoridad, pero tuvo que nombrar turcos porque a éstos se les obedecía más. Sin embargo, cuando el imperio otomano sucumbió, desapareció el turco y sólo se conservó en Anatolia.

Por su parte, en las conquistas podemos ver la diferencia entre el inglés y el español. Para los españoles, llevar la lengua y el catolicismo era lo primordial, por eso sacrificaron todo por imponerla. A los ingleses eso no les era tan importante y por ello no la impusieron en muchos de los territorios, como India, por ejemplo.


3. PRESTIGIO

Muchas veces es el prestigio lo que hace que una lengua se difunda. Resulta que en las colonias inglesas y en la misma Nueva España, el hablar inglés o español ha sido una condición necesaria para el ascenso social, ya que hablar la lengua vernácula o de sustrato se identifica con lo marginal —y eso pervive hasta nuestros días—. Véase el caso de hablantes de lenguas indígenas en nuestro país, en donde serlo es sinónimo de pobreza y falta de educación o el caso de África en donde hablar la mayor parte de las lenguas vernáculas te vincula a un muy bajo perfil.

Seguiremos hablando de otros factores de expansión de las lenguas, la semana que viene.

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